En 1967 Jorge Luis Borges crea un poema, ya había perdido del todo la vista, y lo hace para enseñársela a su compañera María Kodama .. Es en ese año en el que visita la Alhambra.
Grata la voz del agua
a quien abrumaron negras arenas,
grato a la mano cóncava
el mármol circular de la columna,
gratos los finos laberintos del agua
entre los limoneros,
grata la música del zéjel,
grato el amor y grata la plegaria
dirigida a un Dios que está solo,
grato el jazmín.
Vano el alfanje
ante las largas lanzas de los muchos,
vano ser el mejor.
Grato sentir o presentir, rey doliente,
que tus dulzuras son adioses,
que te será negada la llave,
que la cruz del infiel borrará la luna,
que la tarde que miras es la última.
a quien abrumaron negras arenas,
grato a la mano cóncava
el mármol circular de la columna,
gratos los finos laberintos del agua
entre los limoneros,
grata la música del zéjel,
grato el amor y grata la plegaria
dirigida a un Dios que está solo,
grato el jazmín.
Vano el alfanje
ante las largas lanzas de los muchos,
vano ser el mejor.
Grato sentir o presentir, rey doliente,
que tus dulzuras son adioses,
que te será negada la llave,
que la cruz del infiel borrará la luna,
que la tarde que miras es la última.
J.L.Borges
Esto es lo que dice Ayala del poema, un poema grabado en los muros de los accesos a la Alhambra: "Es un poema conmovedor. La radiante, deslumbradora luminosidad de la Alhambra está ‘vista’ por el ciego mediante los sentidos restantes. Tampoco ahora ha de rebajar ‘a lágrimao reproche’ la referencia a su ceguera. ‘Grata la voz del agua / A quien abrumaron negras arenas’, comienza, recogiendo a través del oído la impresión del paraje que se niega a sus ojos, para apelar en seguida al sentido del tacto: ‘Grato a la mano cóncava / El mármol circular de la columna’. Y otra vez al oído: ‘Gratos los finos laberintos del agua […]." (Ayala 2006: 494)
Y es que cuando uno es un genio, todos los sentidos nos llevan a la emoción y la belleza.
ResponderEliminarEs verdad, una palabra, a veces, es más que un discurso, nos lleva a emociones, sueños y deseos, la Alhambra da para eso y mucho más.
ResponderEliminarMi querido amigo: Y es que la Alhambra tiene tal encanto y es tan mágica que no hacen falta solo los ojos para admirarla. Se puede ver y sentir con todos los sentidos que tenemos.
ResponderEliminarEs un poema precioso. Gracias Emilio Manuel.
Brisas y besos.
Malena
Hola Malena, la belleza del poema queda aumentado en tanto que Borges, desde su ceguera, aprovecha todos los sentido para mostrárselo a su compañera Maria Kodama,traductora y mujer de letras.
ResponderEliminarDespués hablan del Borges egocéntrico y tantas cosas más. ¿Por qué el mundo se empeña en buscar lo negativo en los demás y no se deléita con lo que un hombre puede crear? Si lees no se pueden cerrar los ojos, este es un pomea para que te lo lean. Gracias Emilio por compartirlo. Yo no lo conocía.
ResponderEliminarManu