En realidad
no me voy a ningún lado, salvo algún día a la playa o a la piscina con los nietos, pero como
tengo que preparar varias cosas, entre ellas un taller sobre la evolución
humana de cara al próximo curso, me voy a tomar el mes de agosto para ello, además y cómo siempre, estaremos pendientes de los nietos, llevarlos a la piscina
y al parque, comprarles regalitos y chuches, contarles cuentos y llevarlos a la
biblioteca, regañarles de vez en cuando y al final “dejarlos como cosa
perdida”, no hacen ni caso. En fin, como veis, unas magníficas vacaciones de
agosto que me las pasaré pensando en los primates, nuestros antepasados, y en los ratos libres
leyendo sobre el particular.
En septiembre volveremos a leernos.
Un
abrazo y fresquito mes de Agosto.
Emilio
Manuel M.