Hace unos
días desde su blog “Mi pluma de cristal” María realizaba un relato sobre el maltrato
y preguntaba la opinión sobre el “maltrato
psicológico”, mi opinión al respecto fue la siguiente:
“Sobre
el maltrato psíquico hay que opinar de la misma manera que con el maltrato
físico, a pesar de que existe una gran diferencia entre ambos de cara al
exterior; en uno es palpable, los moratones de los golpes suelen ser visibles y
fácilmente denunciables incluso por terceras personas, la maltratada basta que
en la denuncia presente un informe del médico de urgencias; en el otro, en
cambio, es más difícil de detectar dada su sutiliza y la falta de señales, nada
se aprecia al exterior, ¿como se denuncia lo que no se ve?, de denunciarse,
serían médicos forenses los que actuarían con informes en muchos casos
contradictorios a la hora de llegar a los juzgados.
Si
hay que manifestar, que es en este apartado de maltrato donde el engaño es más
utilizado, tanto por hombres como por mujeres, especialmente cuando hay
separaciones y los hijos están por medio, lamentable pero es así. Precisamente
por lo anterior este tipo de maltrato es menos entendido por la gente, la
persona que lo sufre, anda perdida y termina totalmente derrotada y considerándose
más que basura.
En
ambas situaciones, contra el maltrato físico o psíquico lo que hay que hacer es
educar desde la escuela la igualdad (lamentablemente se están dando cada vez
mas casos de violencia entre parejas en los colegios), no es fácil decir que se
denuncie cuando hay falta de medios, se necesitan policías formados en
violencia de genero, que existan casas tuteladas, posibilidades de trabajo para
estas mujeres cuando abandonan la casa del violento, etc., etc.. en todo caso,
antes de que la maten o de que te conviertan en una muñeca hay que huir, y
sobre todo, la primera vez que te golpeen física o psíquicamente hay que dejar
las cosas muy claras al violento, cuando no abandonarlo. Saludos”.
Dado que el tema tiene para mucho,
deseo desarrollar algo más esa respuesta y plantear dos cuestiones importantes, la
primera, como se entra en ese círculo, existen varias fases que
son: la de seducción donde el
maltratador/a parece agradable y simpático/a; la de control, en la que ya ha conseguido cierto dominio sobre la persona
maltratada, en un principio existe cierto juego de entradas y de salidas en el
conflicto provocado; la fase de confusión
y dudas donde la persona afectada comienza a pensar que “el otro/a” lleva
razón y el/ella puede estar equivocado/a; con la fase de culpa ya se está
metido en la vorágine y especialmente si el entorno manifiesta “algo habrás
hecho mal”, a partir de aquí, las situaciones de estrés van aumentando y el maltratado/a se aísla a partir de este momento comienzan a surgir las llamadas
enfermedades psicosomáticas como la ansiedad, el miedo, resentimiento,
dependencia, etc…
La
segunda cuestión a tratar es, como salir de esa situación: en la respuesta
he dado algunas, a largo plazo la educación,
otras que las instituciones se impliquen,
me temo que gracias a la crisis esas ayudas se realicen a medio-largo plazo,
dadas esas dificultades hay algunas cosas que hacer, puede que la primera, si
hay posibilidades de autonomía, es abandonar
al maltratador/a, con especial cuidado si hay hijos, pedir ayuda de terceras personas,
(generalmente familia), y con esa ayuda, si es especializada mejor, generar autoconfianza, autoestima
y pensamientos positivos, no es fácil, pero se puede, muchas han salido de ese circulo infernal hay que volver a aprende a disfrutar de la vida y luego, ayudar a otras, cuentar tu experiencia, no te escondas.....