¿Hasta donde vamos a llegar con el consumo?, aunque nos encontramos en un periodo de crisis y el consumo se ha resentido, da la sensación que el sector industrial y las políticas que aplican los estados van dirigidas a que los ciudadanos consuman más para de esta manera aumentar los beneficios con los que enjugar los déficit existentes.
Son muy pocos, de momento, los que apuestan por seguir en un sentido opuesto, disminuir la producción con el objetivo de generar una nueva relación de equilibrio, estos son los defensores del llamado DECRECIMIENTO, un modelo económico que apuesta por abandonar el objetivo del crecimiento por el crecimiento y que se opone al desarrollo sostenible porque lo considera inviable. El reto está en vivir mejor con menos. Y para ello, habría que disminuir el consumo, fomentar una producción controlada y racional con el objetivo de respetar el clima, los ecosistemas, la dignidad y la justicia de los seres humanos.
La noción de decrecimiento propone superar la visión hegemónica que reduce la noción de valor a lo monetario; defiende que mirar solamente los indicadores monetarios conduce a celebrar el incremento de sus magnitudes, aunque paralelamente se produzca un deterioro acelerado en el ámbito biofísico.
En cualquier caso y con la que está cayendo es importante compartir espacios, con nuevos o viejos términos, en los que podamos ir sumando esfuerzos a la hora de demostrar que vale la pena optar por una sociedad igualitaria que viva con mucho menos con el fin de evitar un colapso brutal y dramático.
Aquellos que han compartidor parte de sus vida en sociedades menos consumistas, menos tecnológicas, más igualitarias, han podido ver como esto es posible, no es algo utópico se está realizado en el mundo en el que vivimos, en zonas de Asia, de África, Oceanía, America Latina, por ello creemos que, con un poco de esfuerzo, otro mundo es posible.
Yo creo que, efectivamente, otro mundo es posible.
ResponderEliminarEl problema es que la mayoría (y vamos a meternos todos en mas o menos parte) estamos muy acostumbrados a la comodidad y nos cuesta renunciar a algunas cosas, pero con buena voluntad por parte de todos se solucionarían muchas cosas, hay mucha gente solidaria pero otra mucha que no lo es, es dificil, pero nunca imposible.
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ResponderEliminarYo soy de la opinion de que se puede vivir muy bien cambiando completamente el modo de vida, no es cuestion de prescindir de comocidades, pero si de consumismo absurdo, despues de estar al filo de perderlo todo he aprendido a vivir con otros valores. un saludo. ahora estoy mejor con menos.
ResponderEliminarHe podido ver como la gente es feliz con lo justo.
ResponderEliminarVeo muy difícil optar por prescindir de nuestras comodidades y renunciar a logros que hoy consideramos imprescindibles. Por supuesto no hablo del consumismo desorbitado, sino de los objetos que utilizamos normalmente, casi sin darnos cuenta.
ResponderEliminarPor eso vea muy utópico el decrecimiento.
Saludos
Mi querido amigo: Pienso que estamos un poco locos porque actuamos como si se fuera acabar el mundo y consumimos exageradamente, sin medida y creo que los tiempos que corren no están para eso. Hay que consumir pero moderadamente y vivir de una manera más austera.
ResponderEliminarDices: "Vivir mejor con menos" y es que es así. No voy a contar una batallita pero cuando me casé no teníamos demasiados medios como para permitirnos según que cosas, pero cuando conseguiamos algo, éramos los más felices del mundo.
Creo que me quedo con esa frase llena de sabiduría: Vivir mejor con menos.
Brisas y besos, Emilio Manuel.
Malena
Estamos dejando a nuestros hijos un futuro muy complicado, se dice que va a ser la primera generación donde los hijos van a vivir peor que sus padres; esta situación es lamentable, a partir de ello deberíamos de tomar medidas para que no se produjera; procurar nivelarnos social y económicamente todos; por arriba, vemos que no es posible, hagamoslo desde abajo y comencemos consumiendo menos, haciendo políticas sostenibles, respetándonos unos a los otros...,
ResponderEliminarpersonalmente, quiero que al igual que a mi me paso con mis padres, mis hijos vivan mejor que yo, por ahora lo tienen difícil.
Saludos
Para los que somos de la cosecha de los cincuentas, no nos va a resultar tan dificil decrecer, ya tenemos el curso aprobado si recordamos nuestra infancia. Deberíamos conservar todos los logros del progreso y la cultura pero ser conscientes de la forma en que manipulan nuestra escala de valores para hacernos manejables compradores compulsivos de muchas cosas que no necesitamos. Es inevitable toda una revolución moral, social y política que ya tiene leves indicios y que espero y deseo que se resuelva de manera pacífica.
ResponderEliminarSaludos
Hola Marisol, como ya he puesto en algún post, grano a grano soy optimista y esa revolución moral social y política se ganará.
ResponderEliminarSaludos