Aun queda casi un mes para las navidades pero ya estamos
adelantando las compras que hay hacer a: hijas, yernos, nietos, padres
e incluso amigos en esa fiesta que nunca he entendido llamada “amigo invisible”, el roto que le hemos hecho a la tarjeta no ha sido pequeño y
aún no hemos terminado; por suerte, está
eso que se llama “a crédito”. Terminado el día, leo una bolsa de “natura” con
un título y una imagen que me sorprende, dice:
La bolsa de natura son dos ranas apareándose. |
El sabor de tus besos.
Una buena conversación.
Fluir.
Abandonarme a mi galaxia paralela.
Perderme entre el gentío de una gran ciudad.
Sentir el frío de la montaña.
Respirar hondo.
La calidez de la amistad verdadera.
Fallar, equivocarme y saber rectificar.
Tocarte.
Conseguir disfrutar el presente de forma prolongada.
Saber perdonar.
Un baño en alta mar.
Sentirme minúsculo en la inmensidad.
Hacerme gigante en tus caricias.
Dormir en el desierto.
Contemplar la hoguera de tu cuerpo.
Canalizar el miedo.
Reír hasta llorar.
La luz y la oscuridad.
Viajar sin día de retorno.
Volver a casa y ….
¿Qué dices, nos apareamos un rato?
He querido indagar en esta publicidad bastante
curiosa, muy al estilo de Benetton, al final lo que he encontrado, Natura intenta llevarnos al instituto
animal que hay en cada uno de nosotros haciendo alusión a la naturaleza y a esos
instintos primarios que tienen todos los seres vivos.
Emilio
Manuel M.