LAS HUELLAS DEL CANIBALISMO

         Estos días, mis entradas han estado hablando de gastronomía, en esta lo hago tangencialmente; considerado como un tabú, el ser humano ha utilizado y aún utiliza, en extrema necesidad, la carne humana como proveedora de proteínas.

Esta entrada es un resumen de un amplio artículo de dos antropólogos-forenses profesores en la UGR 
(Sr. Botella y Srª. Alemán), que  nos informan  como se pueden descubrir en el   tiempo que unos cuerpos humanos han sido objeto de canibalismo; es en este departamento de Antropología Física de Granada,  donde se  investigan muchos de los cadáveres que aparecen tanto en España por el tema de la "Memoria Histórica", como América Latina (Mexico y Colombia),  a consecuencia sus dictaduras y asesinatos masivos; igualmente  han llevado a cabo la realización de los estudios  genéticos a los familiares de Cristóbal Colón. 

              La antropofagia o canibalismo, se ha dado en todo el mundo y en diferentes épocas. El hecho siempre es el mismo: comerse unos seres humanos a otros, las causas y los motivos difieren enormemente. El término  “Canibalismo” proviene de la palabra caniba o cariba utilizada por los Tainos que Cristóbal Colon encontró en la isla de La Española en su primer viaje a América. 

       Es en los restos mas antiguos encontrados en Atapuerca (Paleolítico) donde se han descubierto vestigios de tal práctica,  es en Europa a partir del Neolítico donde las evidencias se multiplican. 


   Un estudio realizado por  la Universidad de Granada conjuntamente con la Universidad Autónoma de México donde han analizado distintos huesos humanos de diversas partes de Mesoamérica y el Mediterráneo, llegando a la conclusión de que en estas partes del mundo se practicó canibalismo a pesar de los intentos de negar tal práctica, las pruebas y los datos, así lo confirman.

Se han encontrado recetas recogidas por frailes Españoles después de la conquista de México donde el ingrediente principal es la carne humana. La práctica del canibalismo fue un acto ritual habitual en Mesoamérica y también en Europa durante todo el Neolítico.  

La manipulación de los cuerpos humanos para conocer la práctica del canibalismo deja sus huellas en los huesos. Las evidencias de manipulación de los huesos han sido estudiados desde un punto de vista macroscópico, pudiéndose apreciar: Marcas de descarnamiento, marcas de raspado, fracturas, alteraciones del canal medular, golpes, arrancamiento, mordeduras. alteraciones por el calor: básicamente por tratarse de cocción.

Cuando se encuentran reunidas las señales aquí descritas, estaría justificado hablar de canibalismo, en resumidas cuentas el hombre es un animal carnívoro que tiene necesidad de comer carne, el tabú del canibalismo es tan grande que evita que nos comamos unos a los otros, a pesar de ello, en otros tiempos, en otras sociedades y culturas era considerado como uno de los mayores actos de amor. En nuestra cultura Occidental, algunos lo hacen, pero en sentido figurado.                                                                                  EMILIO MANUEL M.