En estas Navidades he leído un libro, está escrito por una
mujer musulmana que se encuentra amenazada por fanáticos religiosos que no
dudan en recurrir a la violencia para impedir la circulación de las ideas y
someter a la sociedad a sus arbitrarios prejuicios, por ello ha preferido velar
su identidad y nos ha dado un nombre ficticio: Fatna Ait Sabbah siendo el
título de su libro “La mujer en el inconsciente musulmán”, editado por Ediciones del Oriente y del Mediterráneo.
Esta obra es un estudio muy interesante del mundo musulmán y de sus textos
sagrados siempre reservados a los hombres, que se han servido de ellos para
perpetuar la sociedad patriarcal, como demuestra la autora en su análisis sobre
el Corán en aquellos pasajes en los que se discrimina a la mujer reduciéndola a
mejor objeto de cambio, bien olvidándose de ella en el Paraíso o concebida exclusivamente para lograr la satisfacción de los creyentes, todo esto ha calado
profundamente en el inconsciente musulmán, mientras que aquellos otros en que consideran a la mujer en pie de igualdad con el hombre siguen siendo
silenciados.
Además, nos cuenta las contradicciones del discurso
ortodoxo respecto a la mujer; desvela, con rigor y con sentido del humor, los
fantasmas sexuales de los musulmanes, desde su fascinación, no exenta de
pánico, por la “alcancía” (vagina) –tan
difícil de colmar-, hasta su obsesión por el propio vigor sexual, tal y como se
reflejan en obras tan significativas como “El jardin perfumado” un clásico
de la literatura erótica no solo árabe, donde se reflejan y se recrean los
placeres y cómo el anciano recuperará su juventud por la potencia sexual, fué escrito por Jeque Nefzawi en el Túnez de 1535.
Esta
mujer imaginada por la sociedad masculina musulmana para la que no existen
barreras ni sociales ni religiosas, es lo que hace justificar ese empeño de la jurisprudencia en sojuzgarla.
La autora compara a lo largo del libro, la
sociedad islámica actual con las aleyas del Corán, una labor minuciosa y que
rompe muchos tabúes, un libro para leer y quitarse prejuicios.
Emilio Manuel M.
Es su cultura, no tan lejana de la nuestra, por desgracia. Pero la hipocresía, como siempre, está en todas partes. Los hombres religiosos no pueden tocar a mujeres que no son de su propiedad. Me gustaría -bueno, no- mirar por un agujerito si cumplen con los preceptos cuando no los ve nadie, como cuando le dan a la botella prohibida por el Corán. He leído algún libro sobre las mujeres en una sociedad que se mira tanto en occidente como Arabia Saudí. Las mujeres practican el occidentalismo indoor. Curiosamente Irak era un país abierto y aconfesional. Ya, no.
ResponderEliminarSimplemente están en el equivalente a la Edad Media occidental. Por desgracia, el islam, en una época portador y hacedor de cultura (precisamente en nuestra Edad Media), se inclinó por la religiosidad en vez de hacerlo por la ciencia racional, con lo que se ha quedado en actitudes retrógradas propias de sociedades bárbaras. Desde luego, no será así siempre, por más que los fanáticos fundamentalistas quieran perpetuarse, porque nada es perpetuo (no, el Corán tampoco). La mejor prueba es el éxodo que está experimentando el mundo musulmán hacia la libertad y la mejor vida de los países occidentales..., paradójicamente junto con el recrudecimiento del fanatismo en Occidente, y en todas partes. Recordemos que la Inquisición no se crea hasta que la Iglesia se siente amenazada en su hegemonía (en el siglo XII), y que su época más virulenta (s. XV-XVII) corresponde a la apertura de la ciencia y la nueva difusión de ideas por la imprenta). Lo que no impidó su progresiva decadencia. Hoy la nueva "imprenta" son las telecomunicaciones. Y la manera de mantener la vieja fe que tienen los fanáticos musulmanes es mediante la represión (casi todos sus gobiernos son dictaduras) y el terrorismo. El recrudecimiento del salvajismo es señal inequívoca de que los salvajes (de cualquier signo) se sienten amenazados.
ResponderEliminarTambién a este lado del Mediterráneo nos queda mucho camino por recorrer para que la mujer alcance toda su dignidad. Es mucho lo que se ha avanzado, pero estamos lejos de la equidad. Por supuesto que nada comparable a la reseña que haces de este libro.
ResponderEliminarLas religiones, que apracieron en principio para difuncir el amor entre los hombres, no han traido más que desgracias en la mayoría de los casos, intransigencias y mucho dolor.El tema da para mucho y las opiniones pueden ir en direcciones muy distintas, pero esta es la mía.Un abrazo
ResponderEliminarPrejuicios tan imbuidos y tan bien asimilados que es difícil que se mermen o evolucionen.Se tienen noticias-pocas-de casos aterradores de vejaciones,maltratos,humillaciones en todos los sentidos, hacia la mujer en esos retrógrados países patriarcales y medievales-o similar-
ResponderEliminarY lo que es peor,es que muchos abusos,son cometidos por mujeres también!
Conocí hace unos años a un marroquí que trabajaba para la empresa en la que yo estaba,que me dijo muy bajito,casi con miedo,que el analfabetismo es una baza con la que juega el gobierno para alimentar aún más el fanatismo,¿religioso?...
Esto es una prueba más de cómo se puede utilizar la religión para sojuzgar y subyugar a las personas.
En fin,que aún queda demasiado por hacer y no es fácil-por no decir imposible-llevar a cabo una reforma mental en esa cruel sociedad.
Un abrazo.
Hola Emilio: Será interesante leer el libro.Yo creo que la mujer en cualquier religión está relegada,unos de manera más evidente,otros de manera cínica.La lucha de las mujeres es una lucha de Derechos Humanos por la igualdad.Cada pueblo tendrá que ir dando pasos con respeto a sus espacios y tiempo.
ResponderEliminarNo hace tanto aquí estaba mal visto muchas cosas que ahora no por culpa de la iglesia católica que para mi es misógina por sus declaraciones.Sin ir más lejos las del otro día el obispo de Tarragona donde instaba a las mujeres católicas a cuidar de sus maridos como si fueran niños pequeños,los más pequeños de la casa.Luego pidió perdón por estas declaraciones pero si un jerarca católico dice estas cosas atenta claramente a los principios de igualdad.
Al igual que la mujer occidental se ha ido abriendo camino en sus derechos,las musulmanas tendrán que hacerlo y con nuestra colaboración.Besos y ¡¡feliz día!!
No dudes que lo leeré, me interesa el tema.
ResponderEliminarDurante una fase de mi vida me relacioné mucho con compañeros Marroquíes e islamistas de religión, al igual que aquí, cumplían sus obligaciones de una manera bastante laxa, de hecho al alguno le gustaba el jamón pata negra lo que no te puede hacer ni idea, ahora bien, recuerdo un debate entre una mujer medico marroquí y un universitario igualmente de ese país y desde luego era para mear y no echar gota.
ResponderEliminarUn abrazo Juli.
¡¡Uff!! comparto poco lo que dices, no es precisamente el Islam una de las religiones que van a menos, muy al contrario. El Islam tiene un problema, que su libro sagrado lo interpreta cada uno como mejor le viene a sus intereses, en cambio la Biblia la interpreta la Iglesia Católica para los suyos. En cuanto al fanatismo que tire la primera piedra quien esté libre de pecado.
ResponderEliminarSaludos Roberto
Es bueno conocer que muchos de estos levantamientos que están ocurriendo en países islámicos están dirigidos por mujeres, hay que reconocer que la mujer de occidente ha alcanzado cierto nivel de libertad, pero no creamos que la oriental está tan lejos, salvo en países donde los integrismos son extremos, caso del Sudan, por ejemplo, su nivel de liberta se puede considerar aceptable.
ResponderEliminarSaludos
Efectivamente Marinel, la cultura es uno de los modos de sojuzgar a la gente, tanto a hombre como a mujeres.
ResponderEliminarAquí leemos que los hombre empalan a mujeres por un acto "amoral", en España ¿cuantas mujeres llevamos muertes en lo que va de año por sus maridos? ¿cuantas murieron al pasado año?y ¿en los años desde que existen estadísticas?
No seamos hipócritas.
Saludos Marinel.
Tracy es bueno conocer como se mueven otras culturas sobre esos temas, ya que lo que suele llegarnos viene de forma parcial e interesada.
ResponderEliminarUn saludo
Hola Claudia, sobre lo del cura de Tarragona, ese mismo día recibí de un familiar una crítica furibunda en forma de viñetas de los años 40 y 50; demuestra que no han avanzado que siguen estancado en la época que salían bajo palio.
ResponderEliminarUn abrazo
Hola Hada, las religiones no nacen para difundir el amor, muy al contrario, nacen que dar soluciones a las preguntas que el hombre no puede responder y para justificar sus miedos, ese el es origen de las religiones desde que el hombre aparece en la faz de la tierra.
ResponderEliminarUn saludo
Perdona que insista, Emilio: todo el mundo habría jurado que la Iglesia católica iba a más en la época más furibunda de la Inquisición. Por otra parte, interpretaciones de la Biblia hay muchas, la católica es sólo una de las formas del cristianismo.
ResponderEliminarEl fundamentalismo islámico es el más canalla con la mujer.La subordina al varón en todos los sentidos y hace de ella sólo un apéndice del macho.
ResponderEliminarBuscaré el libro.Gracias por la recomendación.
Un abrazo
Efectivamente has aclarado que hablamos de fundamentalismo, pero esto nos lo encontramos en todas las religiones e incluso en la política, ¿cuantos fundamentalistas políticos tenemos en España?.
ResponderEliminarUn saludo Felipe.
Gracias Roberto por recordarme ese punto de vista.
ResponderEliminarSaludos
Muy buen post y buena recomendación del libro, evidentemente ellos si que son unos " inconscientes colectivos ancestrales". Me han gustado las respuestas que te han dado, sobre todo la de Roberto.
ResponderEliminarAhi te dejo algo que he puesto en mi blog relacionado con ése submundo de ideas destructivas.
http://ysupais.blogspot.com/2012/01/los-perros-en-el-mundo-musulman.html
No podemos generalizar de ese modo Ysupais, ni de lejos se puede decir que el mundo musulmán es como algunos quieren que lo veamos, hay otras realidades que también están ahí, mujeres que luchan por conseguir mayores cotas de libertad hombres que están con ellas en su lucha, pero por desgracia el integrismo ocupa más espacio en los medios de comunicación, da mas morbo.
ResponderEliminarUn saludo Ysupais
Las religiones le han hecho mucho daño a la humanidad, y sobre todo a las mujeres. He conocido mucha gente que ha desperdiciado su vida por estar entregada a una religión. Antes que el hambre en el mundo, antes que las injusticias, antes que el cambio climático, mi deseo más profundo es que desaparezcan las religiones, pero claro, esta es la más grande de las utopias.
ResponderEliminarTomo nota del libro, y gracias por la referencia.
Un saludo.
Como bien has dicho su desaparición es una utopía, las religiones nacieron con el hombre como respuesta a sus miedos y morirán con el.
ResponderEliminarSaludos Dean.
Emilio, hay algo en lo que no puedo estar de acuerdo contigo. En efecto en España mueren demasiadas mujeres a manos de sus maridos (y también al contrario en alguna ocasión), pero se trata de cavernícolas que piensan que la mujer es de su propiedad. Son repudiados por la sociedad y además está penado por las leyes. Por el contrario en algunas comunidades islámicas es la propia ley la que castiga a las mujeres con la lapidación. ¿Qué decir de una religión que premia a sus ¡mártires! con el goce de innumerables vírgenes en el paraíso?. Por muy fundamentalistas que haya en nuestra sociedad la diferencias es abismal. Llevan en sus mentalidades el mismo retraso que en el calendario: setecientos y pico de años. Soy muy crítico con una religión que además de lo expuesto propugna (o no está en contra) la guerra santa, el aniquilamiento del infiel y el sometimiento de todos (no sólo de los suyos) a sus ideas religiosas. En tanto no den un giro a estas actitudes seguiré manteniendo esta misma opinión.
ResponderEliminarSaludos desde mi mejana
Felipe, vaya por delante que soy católico por que así me bautizaron, pero no creyente por convicción .
ResponderEliminarHas puesto algunos ejemplos de lapidación por algunos países islámicos, otros que no lo son, castigan con la silla eléctrica, el envenenamiento, el garrote vil, o simplemente desapareciendo.
Las culturas, todas las culturas tienen distintos modos de control de sus ciudadanos, algunas islámicas con con el Corán interpretándolo a su manera; otras que no lo son, con leyes en las que el pueblo no participa.
Si reflexionas bien, todos los países de una u otra forma somos sometidos, unos por la religión otros por leyes injustas.
En esos países islámicos la mujer se juega el vivir, a pesar de ello, esas mujeres pelean por su libertar sabiendo que se juegan la vida en el empeño, aquí como mucho se les desprecia, ¿que es mejor?
Saludos
La anulaciòn de las mujeres en el mundo islàmico es de lo mas comùn, yo creo que el hombre musulman teme que la mujer que es mucho mas inteligente pudiera llegar a cambiar las leyes que le hacen a ellos ser superman.
ResponderEliminarUna buena entrada y una indignaciòn total hacia ese absolutismo munsulmàn.
un fuerte saludo
fus
Gracias fus, no todo lo que nos muestra la TV occidental es lo que ocurre en el mundo real, la mujer musulmana lucha por sus derechos lo mismo que la occidental.
ResponderEliminarUn saludo
Partiendo de la base que los preceptos del Corán son inamovibles (no se puede cambiar ni una sola coma)... por supuesto que puedes emprender una lucha, pero cualquier avance, siempre te llevara a un retroceso, me explico, el Corán por ejemplo no prohibe que una mujer conduzca o pueda estudiar, por tanto las mujeres pueden demandar su derecho a la enseñanza donde allí se lo impidan... ahora, supongamos que una chica musulmana sin ningún tipo de problema consigue estudiar y terminar su carrera...
ResponderEliminarPor otro lado segun el corán si una persona no se casa poco después de la madurez encuentra muy difícil controlar su deseo sexual, entonces la única vía es el matrimonio, es por este motivo que las mujeres se casan muy jóvenes (y se casan con un certificado de garantía de virginidad, bajo el brazo)... y para ver este certificado no hay que irse muy lejos, a 14 Km de España asi se hace (Marruecos)
Así que volvamos a la chica que consiguió estudiar, muy pronto se casara, y después vendrá el tema de la procreación, en este sentido el Islam anima al hombre a tener muchos hijos.
El Islam no obligó a la mujer a trabajar fuera de casa, sino únicamente al hombre, obligando a éste además a hacerse cargo de la manutención de todas las mujeres de la casa, madre, hermanas, etc... Con lo cual, y ya resumo, nos encontraremos con una chica del siglo XXI, con las mismas perspectivas de una mujer del siglo XXV.
Con esto no quiero decir que casarse y tener hijos y quedarse en casa cuidando de ellos sea algo malo, por supuesto que no, todo lo contrario... lo único que quiero decir , es que el Islam limita las libertades tal como nosotros las entendemos, por ejemplo el Islam también prohibe el celibato.
Cuando vemos a chicas sin el hijab (velo) en la cabeza, muchas veces creemos que se han modernizado, nooooo para nada, esta chica esta lejos del Islam, una cosa son las aptitudes y otra la religión.
Lo mismo creo de la autora de este libro con nombre ficticio, si lo escribió tal como se anuncia, esta persona esta totalmente alejada del Islam, un musulman jamás te cuestionara, ni te criticara ni una sola coma de las suras del Coran.
Por otra parte estoy totalmente de acuerdo con Felipe Tajafuerte, no es comparable decir que aqui también matan a mujeres, aqui es por otros motivos, y no esta amparado bajo ninguna ley religiosa.
Y termino ja, ja, ja, vaya charla que te deje, un abrazo.
De entrada el Islam tiene una ventaja sobre el cristianismo, que no tiene Papa, pero al mismo tiempo es su gran problema que cada personaje lo interpreta como le viene en gana, de ahí los integrismos y sus diversas variedades.
ResponderEliminarPuedo decir que en la UGR de Granada hay investigadoras musulmanas y en la facultad de Medicina mujeres que ven su futuro en la investigación y en la práctica de sus profesiones en sus países-islámicos y, como decía anteriormente, sus interpretaciones nada tenían que ver con ese "amen" a las suras del Corán.
De todos modos, será por mi formación, pero las grandes religiones son castradoras y a lo largo de sus miles de años han cometido auténticas barrabasadas para ahora mirar a la otra tirándola a la cara lo que hacen o dejan de hacer. Como dice la biblia de los cristianos, "quien esté libre de pecado que tire la primera piedra".
Un saludo