Ha terminado el curso escolar. En el día de ayer, saliendo del colegio de mi nieto de recoger sus notas, con 5 años os podéis imaginar que notas, escucho a una madre que, junto a otras, decía: “soy amiga de mi hija, nos contamos todo”; no es la primera vez que escucho esta frase, a mí entender ridícula, puede que este equivocado y sean las nuevas teorías educativas en entornos familiares.
En nuestros treintaicuatro años de padres, nunca hemos pretendido ser amigos de nuestras hijas, éramos "solo" PADRES; como padres, tenemos que estar a disposición las 24 horas del día los 365 días del año, nos estábamos para jaja ni jiji, que también, pero había que educar y en algún caso sancionar, habia que estar a las duras y a las maduras; los amigos van y vienen en función de sus etapas evolutivas y son necesarios para la educación, pero están para otras cosas y para otros momentos, incluso para contarles “sus secretos”, puede que en algunos casos sean sustitutos de los padres por ausencia, pero esto es otro cantar y merece otro comentario, la ausencia de los padres por dejación puede llevar a situaciones no deseadas de los hijos.
Es ahora con las hijas en la treintena cuando hablamos en otros términos; en estos momentos me siento amigo de mis nietos, estoy para jugar con ellos, llevarlos al colegio, comprarle chuches, o para enseñarles a llevar la bici en ausencia de su padre o de su madre que han de trabajar para la maldita hipoteca; ellos son los que tienen el plus de padres, son lo que han de educar a sus hijos, los que han de multiplicar los esfuerzos cuando están con ellos; la madre del nieto, es nuestra hija, desde mi entender, siempre hemos sido y seremos algo más que amigos, ¡¡somos su padres!!; con mis nietos “solo” somos abuelos, digo bien, “solo” por que ¡¡dios!! como cansan los condenaos y que difícil es enseñar las pequeñas cosas que antes se hacían tan fácil.
De acuerdo en todo.
ResponderEliminarSi Emilio, yo tambien comparto tu opinión al 100%. Cuando he oído a alguien decir "soy la mejor amiga de mi hija, o mi hija y yo somos como amigas", siempre he sentido por esa hija o hijo cierta compasión.
ResponderEliminarMagnifico post Emilio. Un abrazo
Ya me hubiera gustado a mi tenerlo tan claro.
ResponderEliminarPero tienes mucha razón, nuestro papel hemos de tenerlo siempre presente, ya que es la manera mas auténtica de ayudarles en lo posible.
Un saludo,
H.B.
Ese mismo comentario lo leí en el "dominical" del País de la pasada semana refiriéndose un hijo respecto a sus padres. Como tu, no comparto el concepto de ser amigos, somos padres que no es poco.
ResponderEliminarSaludos
Hola Hada, a lo mejor porque somos de la última vieja escuela de padres y, aunque ya los tuteábamos, existía un respecto y un principio de autoridad por el hecho de serlo; los amigos era para otras cosas, anda que se me iba a ocurrir levantarle la mano a mi padre o a cualquier persona que tuviera unos años más que yo, hoy no es raro ver como se insulta al padre/madre o se le amenaza cuando no se lanzar la mano; si esto lo hacen en casa, que no pueden hacer en los colegios; hoy los niños/as todo lo saben, los padres son más un estorbo que una ayuda, de esos barros estos lodos.
ResponderEliminarTanto amiguismo y compadreo, puede que sea una de las causas de la situación actual de nuestros hijos/nietos.
Saludos
Gracias, Narín , compartimos puntos de vista.
ResponderEliminarUn abrazo.
El problema llegó cuando apareció el problema de la droga y nos obsequiaron por todas partes con esos letreros que aconsejaban hablar más con nuestros hijos, que fuesemos más o menos confidentes para así saber en qué circulos se movían y qué inquietudes tenían, etc... Muy bueno el consejo, sí, estoy de acuerdo.
ResponderEliminarLos de mi generación y las cercanas a ellas sabíamos que la mejor manera de evitar futuros problemas era ser amigos de nuestros hijos lo suficiente como para que se confiaran a nosostros y poder aconsejarles. No solo por las drogas sino por otras tantas cosas que necesitamos controlar los padres.
Y llegó la sobreprotección de unos y comenzó a bajar el respeto de otros. Lidiar con esa línea divisoria que separa la confianza con el respeto ha sido una ardua tarea. Y lo sigue siendo para los amigos-padres como nosotros con hijos en edad adolescente. Recordarles ahora que somos padres y no colegas es difícil, pero sobre todo cambiarles el chip del respeto parece ser imposible.
Supongo que intentar rectificar es duro para ambas partes, como devendrá el futuro está por ver. Pesarán más los valores inculcados, si se han dado o se han dejado de la mano. El tiempo lo dirá.
Muy buena entrada Emilio, te felicito. Un abrazo.
Tienes toda la razón, Emilio Manuel. Ya es tarea suficiente la de ser padre como para también ser amigo. De esos lodos son numerosos los problemas de algunas familias donde, confundidos en la amistad, se deja de ejercer la autoridad de padre y pasa lo que pasa.
ResponderEliminarTe gano por poco. Felicidades por tus 37 años de matrimonio, todo un record en los tiempos presentes. El próximo aniversario mío haremos 39, pero eso será en enero. Recibe un fuerte abrazo.
Emilio, también estoy de acuerdo contigo.
ResponderEliminarUn día leí algo así:
"Yo no quiero ser amigo de mi hijo porque entonces lo dejaría huerfano de padre"
Muy buena tu publicación. Un abrazo
cierto, los padres somos más que amigos,ser amigo es fácil, ser buenos padres no tanto.
ResponderEliminarun besote
Marian
Francisco, era algo que iba a comentar, al final no lo consideré conveniente relacionar la felicidad de una pareja con la duración actual de estas.
ResponderEliminarCuando hablas de Marbella y de tus vacaciones por allí, me pones los dientes largos, me recuerdas mi estancia de trabajo durante varios años por allí y de lo bien que lo pasamos, de hecho mi hija es Malagueña salerosa. Que disfrutes este verano que en Granada va a ser muy largo y caluroso
Un abrazo
Chelo, llevas toda la razón, el comentario me lo clavo a fuego para hacérselo saber a todos los que son amigos de sus hijos.
ResponderEliminarUn abrazo.
Marian, ser buenos padres es muy difícil, no hay cursos de formación, tienes que aprender por el sistema de acierto y error con el consiguiente problema de lo que te sirve para un hijo/a no te sirve para otro, en fin, esa asignatura la superé parece que con cierto éxito; aunque ni me atrevo preguntarle a mis hijas.
ResponderEliminarUn abrazo
Durrell, la palabra imposible no debe de salir de la boca de unos padres, hay cosas que no son fáciles pero es como la estalactita y la estalagmita gota a gota forma una columna impresionante, todo es cuestión de intentarlo y de ser perseverante, si no se sabe se pregunta y sobre todo hablar y hacerlo desde el respeto.
ResponderEliminarUn abrazo.
Hola Emilio!! Coincido contigo. Amigos pueden ser muchos pero padres no. Estamos en las buenas y en las malas, si necesitan cuidado, somos nosotros los que estamos a su lado y si necesitan límites somos nosotros que tenemos que mostrarles porqué los ponemos. Y sobre todo les damos el amor más grande del mundo sin condiciones.
ResponderEliminarBesossss
Lo de sin condiciones me ha gustado, por que además es real.
ResponderEliminarSaludos
Emilio, estoy totalmente con vos y con la frase de Chelo. Otro tema es el de los padres separados en donde cada uno por su lado, trata de competir para ver quién es más amigo del pobre niño.
ResponderEliminarCariños desde Mar del Plata
Emilio, yo siempre he creido que los primordial de las enseñanzas que dan los padres es darlas con amor, aunque en ciertos momentos haya que ponerse firmes. Realmente no es fácil ejercer de padres pero es el trabajo que no te enseñan. Procuras cometer los mínimos errores, aunque siempre se escapará algo para lo que no estabas preparado.
ResponderEliminarDe todas formas, los valores que has inculcado están ahí y esos son los que contarán cuando los hijos se hagan personas independientes. Si llegados a esa etapa son amigos de sus padres y pueden compartir y tener confianza mutua, será lo mejor que pueda pasar.
Este tema de la amistad es un tanto peliagudo pero aún es pronto para ver resultados. Nos estamos dando cuenta de los errores pero hay que dar tiempo para ver los aciertos.
Un abrazo.
Durrell, desde mi punto de vista, ser padre supone, entre otras muchas cosas, compartir con los hijos y tener confianza mutua, si no lo han conseguido serán errores que como padres están acumulando y las consecuencias recaerán sobre ambos.
ResponderEliminarPor ello digo que ser padres es ser más que amigos.
Saludos
Norma, si los padres fuéramos inteligentes no debería de existir problemas, aunque no vamos a negar que un divorcio en esas edades dificultan todo el proceso.
ResponderEliminarSaludos
Todita la razón, somos lo que nos toca, aunque a veces quisieramos vacaciones de nuestra propia vida y su responsabilidad.
ResponderEliminarUn saludo
Yo comparto esas opiniones. Los padres son padres no amigos. Pienso que para ganarse su confianza no hace falta ser su colega. La verdad es que no traen libro de instrucciones.
ResponderEliminarEnhorabuena por los 37 yo voy ya camino de los 40 y ¡no me canso!. Un abrazo
Cuando mis hijos dejarón de ser niños yo también me pensaba que podia ser amigo de ellos, que EQUIVOCACIÓN, menos mal que me di cuenta pronto de que eso no era posible.
ResponderEliminarSaludos
El que no quiera responsabilidades que se borre del mapa antes de hacer el daño que hacen.
ResponderEliminarUn abrazo Pilar.
Felipe esto de hacerse mayor está muy bien, yo si que me canso....a veces.
ResponderEliminarUn saludo
Iraya, enmendaste el error inicial; en mis tiempos, no se pasaba por la imaginación de nadie.
ResponderEliminarUn abrazo
Pienso que el que dice eso, que yo tambien lo he oido y discrepado de ello, es de una presunción elevada al cubo; incluso dándo la vuelta al asunto, los padres tampoco deben de intimar con los hijos como si de amigos se tratasen pues evidentemente éstos aún, no están preparados para ciertas confidencias. De ésto me arrepiento, pues hasta que me di cuenta de ello, quizás les hice confidencias referentes a nuestra separación, supongo que seria como una explicación del porque le dejaba a su padre,pero rectifiqué a tiempo...y con el tiempo ellos conocieron las causas sin mi explicación.
ResponderEliminarSaludos y buen post.
En la entrada dejo clara cual es mi postura, de todos modos hay cuestiones familiares, que, dependiendo de muchos factores, edad, madurez, etc... de los hijos/as deben o no ser tratados con ellos, es algo que como padres debemos de evaluar y actuar en consecuencia.
ResponderEliminarSaludos