“EL SER GRANADINO”

               El profesor de la Universidad de Granada Nicolás López Calera,  publicó un libro con igual nombre, cuyo enlace os remito, libro imprescindible para cualquier viajero que desee visitarnos: http://www.librosaulamagna.com/libro/EL-SER-GRANADINO.-/428656/13245  

            Aprovechando que estamos en la fiesta mayor de Granada y de buen humor, por lo que espero que no se enfaden mis paisanos,  voy a contaros el porqué el granaino tiene la fama de ser un “malafollá” (marcando la á), no busques la palabra no aparece en el RAE. Es un calificativo que no podemos negar, reconocemos que lo somos, aunque a veces nos moleste, forma parte de nuestra identidad, así queremos pasar a la posteridad, hay un libro titulado “la malafollá granaina” que también nos define, su autor es Ladrón de Guevara, poeta, escritor, periodista granadino considerado como muy “malafollá” además presume de su granadinismo , el link de su libro es: http://www.casadellibro.com/libro-la-malafolla-granaina/2900001079942

            En el  libro “El Ser Granadino”, se  muestra aspectos de nuestro carácter, de cómo el granaino “le busca  los tres pies al gato”, de cómo  Granada y los granainos están ensimismados en tres cosas: La Alhambra, Sierra Nevada y la Costa, ahí reside todo nuestro ser y nuestra industria, no tenemos empresas ni nos hacen falta, por eso ocupamos el puesto que nos corresponde en la lista de parados o de creación de empresas; Granada ha sido, y puede que aún quede algo de ello, una ciudad de oligarcas y de rentistas, algo se nos pegó, de ahí nuestro carácter ahorrativo por ello, comparándonos con los catalanes –lo único que tenemos parecido-, no nos sorprende que nos llamen  y seamos igualmente conocidos por “la tierra del chavico”.

            Los granainos somos personajes curiosos, se nos tacha de apáticos y puede que tengamos algo o mucho de eso, pero quien definió perfectamente la malafollá granadina fue Ladrón de Guevara que lo hizo como: “una suerte de mala hostia gratuita que los granadinos repartimos sin ton ni son a todo aquel que nos rodea y que, en ningún caso, denota mal carácter, ni mala educación, ni animadversión en particular por el interlocutor”.

                     

Caroca en la que se critica
la "malafolla" granadina.

            El origen de la palabra malafollá si que estoy interesado en aclararlo, para no dar lugar a malos entendidos entre los lectores foráneos: viene de los herreros y caldereros del Albayzín. Cuando el aprendiz no le daba el ritmo adecuado al fuelle, el hogar perdía la temperatura necesaria. Se decía del aprendiz que tenía mala follada (follá, en andaluz), que no follaba bien (búsquese follar en el diccionario antes de pensar que es un comentario soez). 

            Resumiendo, podemos decir que el granaino no es mejor ni peor que el resto de los ciudadanos españoles, solo es “granaino” que no es poco,  y os ruego, ahora que estamos en fiestas, no me crucifiquéis.            

            Una nota de humor para andar por casa y encontrado en la red, entre un granaino y un sevillano, ahí se aprecia algo de esa malafollá Granadina y también de la chulería Sevillana (espero que no se enfade ningún amigo sevillano si me lee), como veis aquí cada uno tiene lo suyo.

“Un Sevillano llega al Centro de Granada y se sienta en un bar.  Llama al camarero y le dice: “Mi arma, ven pacá”

El camarero llega y le dice:

– “Aquí en Granada no se dice mi arma, así que no me vuelvas a llamar así. Puedes llamarme Jefe, Camarero, Tío, pero mi arma…no lo vuelvas a hacer”

El sevillano se empieza a cabrear y le dice:

– “Vale, TIO, no pasa ná. Porme una servesita, A lo que el camarero le contesta:

– “Aquí en Graná no tenemos servesitas, te puedo poner una cerveza, una caña, un tanque, un tubo, una milnovecien, pero una servessita…no”

El sevillano ya con un rebote de c… le dice:

-Joé, po porme una caña, TIO. Y de camino traemé unas olivitas”

El camarero mira al “morsillón” con desprecio y moviendo la cabeza hacia los lados le dice:

-”Aquí en Graná no tenemos olivitas, te puedo poner unas aceitunas si quieres…”

El sevillano ya aguantandose pa no lanzarse a por el camarero le dice:

-”Manda c***nes el TIO, pos porme unas aseitunas”

El camarero se va y le trae lo que le han pedido.
A la hora de pagar el sevillano paga al camarero y cuando le devuelve el cambio le dice:

– “Un segundo, que tengo curiosidad, aquí en Granada ¿cómo se le llaman a los Gilip***as???”

Y le contesta el camarero:

– “Aquí no los llamamos, vienen ellos solitos por la A-92″.