En breves fechas se celebra el día de los difuntos, día en el que los cementerios se llenan de hombres y mujeres arreglando, limpiando, poniendo flores o simplemente visitando a familiares fallecidos. Sobre este tema voy a realizar cinco entradas relacionadas con el simbolismo funerario y lo que representa en este mundo simbólico las flores y las plantas.
¡La pálida muerte golpea con el mismo pie tanto
En las cabañas de los pobres como en los
palacios de los ricos”.
Horacio, Odas 1,4,13 La muerte es un símbolo emblemático que ha causado admiración, temor e incertidumbre al ser humano a través de la historia. Por muchos años, en diversas culturas se han generado creencias en torno a la muerte que han logrado desarrollar toda una serie de ritos y tradiciones ya sea para venerarla, honrarla, espantarla e incluso para burlarse de ella.
Estas prácticas, estrechamente relacionadas con las creencias religiosas, sobre la naturaleza de la muerte y la existencia de una vida después de ella; implican importantes funciones psicológicas, sociológicas y simbólicas para los miembros de una colectividad. Así, el estudio del tratamiento que se dispensa a los muertos en cada cultura proporciona una mejor comprensión de su visión de la muerte y de la propia naturaleza humana. Los rituales y costumbres funerarias tienen que ver no sólo con la preparación y despedida del cadáver, sino también con la satisfacción de los familiares y la permanencia del espíritu del fallecido entre ellos.
Las diferentes formas de despedir al cadáver están en función de las creencias religiosas, el clima, la geografía y el rango social. el enterramiento se asocia al culto de los antepasados o a las creencias en la otra vida.
Los ritos funerarios tienen un significado claramente religioso, ya que son, en primer lugar, una respuesta elaborada a la constatación del hecho de la muerte -una reflexión trascendente- y una exaltación de la memoria de los muertos.
El culto a los muertos de las comunidades humanas primitivas implica la presencia de la conciencia de la muerte, probablemente la creencia en los espíritus de los muertos y en una comunidad de difuntos, y casi con toda seguridad, una concepción de la muerte como una prolongación de la vida con unas necesidades más o menos similares a ésta.
Los enterramientos rituales prehistóricos, en los que se ataviaba al difunto con su ajuar, adornos y los atributos de que había gozado en vida, debían de tener ese significado, si no nos empeñamos en creer que sus coetáneos quisieran enterrar con el difunto todo rastro o recuerdo que de alguna manera prolongara la memoria de su presencia entre los vivos; de hecho, todavía nosotros adornamos a nuestros difuntos de esa manera siempre que es posible.
Un claro ejemplo de recintos funerarios sagrados son los Crómlech de Stonehenge.
En la actualidad a pesar de que trabajamos con ordenador, de que todo está tecnificado, el mundo está globalizado y creemos que somos una sola comunidad, aún existen múltiples culturas en el mundo que entierran de “otra forma” a sus seres queridos, basta asomarse a zonas como África, América Latina o las Zona Ártica, donde sus habitantes los entierran de las formas más insospechadas, incluyendo la propia vivienda ¿Qué mejor lugar para tener a un ser querido?. La cultura Occidental y cristiana ha adoptado desde el siglo XVIII los cementerios como lugar donde se depositan los cadáveres de los difuntos y sus cuerpos dormirán hasta el día de la resurrección. Emilio Manuel M.
Mi concepción de la vida va mucho más allá de la presencia en la tierra, pero no para el cuerpo, simple materia, por eso no soy amigo de acudir a los cementerios ni periódica y anualmente. Si la vida fuera sólo lo que conocemos no dejaría de ser un fiasco, por eso la recompensa llegará en la eternidad: esa es mi fe y mi esperanza.
ResponderEliminarBuenos días Francisco, mi fe en ese sentido es escasa, el hecho de pensar en eternidad ya me produce repelús.
ResponderEliminarAl igual que tu, nunca no me han gustado visitar el cementerio aunque he de manifestar que me complace ver auténticas obras de arte en forma de tumbas, o el silencio que se respira en estos lugares (siempre que no sea todos los santos), incluso los olores; de todos modos, nos gusten o no, lo que si debemos tener claro es que iremos a parar a ese lugar, luego...... ya veremos o Dios dirá.
Saludos
Las visitas a los cementerios el día 1 de noviembre parece ser que se ha convertido en un día de manifestación obligada y pública del recuerdo a los muertos. Yo no soy muy inclinado a las visitas a estos lugares pero respeto mucho a los que lo hacen en los días no señalados, cuando no hay esas aglomeraciones. Pienso que no hay necesidad de acudir allí para recordar a nuestros seres queridos fallecidos.
ResponderEliminarPor otra parte el día dedicado a los difuntos por la iglesia católica es el día 2 y no el 1 que es la festividad de todos los santos. La costumbre ha hecho olvidar esta situación.
Espero las restantes entregas. Un saludo
Hola Felipe, ya somos tres personas de edad las que no nos gusta visitar los cementerios ¿será porque los vemos próximos?.
ResponderEliminarLlevas razón en lo de que a las personas se le puede recordar los 365 en cualquier momento y lugar, pero lo de la visita al cementerio entra dentro de los mitos y costumbres (como bien dices es el dia 2) de los pueblos, dudo que, a pesar de que los tiempos adelantan que es una barbaridad, nuestros miedos ancestrales hagan que esta costumbre desaparezca.
Un abrazo.
hola Emilio, no se si hay más allá o más acá, lo que si tengo claro es que el recuerdo de la persona fallecida está en el corazón, con lo cual no es necsario, bajo mi punto de vista, ir al cementerio, allí ya no queda nada. Si es cierto que es un buen sitio para pasear, silencio absoluto.
ResponderEliminarun saludo.
marian
Necesito visitar a mis seres queridos en estas fechas aunque sé que no sirve de nada, a mí sí que me sirve.
ResponderEliminarHola Tracy, el deseo de que cuando uno esté en su lugar también sea recordado es lo que nos hace visitar a nuestros seres queridos, aunque a mi, como he dicho, en ese día hay demasiada aglomeración.
ResponderEliminarSaludos
Cada uno se enfrenta a la muerte y al recuerdo de forma diferente, los que tienen fe esperan sentarse a la derecha del padre, otros no esperamos nada y lo que venga bien recibido sea, y por último los que no esperan nada de nada; aún así, todos tenemos el recuerdo de nuestros muertos más próximos y queridos, visitándolos bien en el cementerio, en una foto en nuestra cartera o en el silencio de la casa
ResponderEliminarUn abrazo.
Es un tema fascinante y aterrador al mismo tiempo,al menos para mí.
ResponderEliminarYo siento que este pasaje por la vida, es como un preludio a otra existencia desconocida,necesito creerlo para fortalecerme.
No sé por qué misterio venimos a este mundo tan extraño como subyugador del que no queremos marcharnos, pero al visitar a los que quiero en el cementerio, creo sentirlos mirándome desde un lugar ignorado donde viven de otra forma,espero que mejor.
Un abrazo.
Hola Emilio: interesante esta entrada y seguro que las siguientes entregas.Estoy contigo,cada cultura e incluso cada persona se enfrenta a la muerte como sabe ,incluso como puede y se debe de respetar.Los ritos ayudan a muchos a superar el duelo.
ResponderEliminarEs con la muerte donde el ser humano se enfrenta a todos sus miedos,la esencia del miedo.
La pérdida de los que amamos supone un dolor tan hondo que inventamos creaciones para superarlo.El lícito,es muy humano.
Yo los perdí a todos y he tenido que superarlo respetando a cada uno cómo concebían su muerte y sobre todo con el calor de los vivos,con su empatia o compasión,en definitiva con el amor.Es el mejor ritual para superarlo.
Los dólmenes de Antequera muestran esa inquietud por dejar a los muertos en el mejor sitio(yo por aportar algo más nuestro que esos de Stonehenge).
Saludos!
Pues a mi si me gusta ir.. y limpiar la tumba.. y poner flores e incluso telas de colores.. y charlar un rato.. en ese lugar con las energías que desprenden..
ResponderEliminares un acto simbolico que te une con los antepasados.. y que a mi no me cuesta mucho..
Sin ideologias... solo con cariño a los que ya se fueron..
Y generalmente esas zonas dedicadas a ser enterramientos... concentran algo en su interior que si estas atento lo notas..
besos
Un beso
Hola Marinel lo tuyo va por el más allá, el mundo de los espíritus es algo desconocido para mí pero muy presente para muchas personas. De como vinimos a este mundo, los científicos tienen varias teorías, yo me siendo Darwinista, de como terminaremos,¡¡uff!! ya veremos, aunque al paso que vamos terminaremos antes que después.
ResponderEliminarUn abrazo.
Claudia, efectivamente cada persona tiene un modo diferente de afrontar la muerte, en cualquier caso, hay que respetarlos y nunca criticarlos, no sabe uno como lo hará cuando llegue el momento.
ResponderEliminarCon respecto a los monumentos de Stonehenge es que cuando estaba rumiando estas entradas emitieron un reportaje en el Canal + y me anoté la referencia, no recordaba los de Antequera, dólmenes que visité hace más de 30 años cuando prácticamente no lo conocía ni dios.
Saludos
Es cierto,la visita el día de los difuntos parece algo obligado y es el dia en el que todo el mundo escoge para ir al cementerio.El resto de los dias...da igual.Nadie nos ve,no nos enseñamos,por lo tanto, no vamos.En fin...sin comentario.Muy buena tu entrada,como siempre.Milll besitos
ResponderEliminarEstrella, la muerte en si misma carece de ideología, otra cosa será lo que le envuelve.
ResponderEliminarHay quien detecta energía en los cementerios; como mucho, en los días normales si he de reconocer que en ellos hay silencio, paz y tranquilidad, para un mundo como el que vivimos casi es el mejor lugar para refugiarse.
Saludos
Son tantas las cosas que tenemos que hacer que tenemos parcelada la vida en 365 días, en cada uno de ellas se conmemora una o varias fiestas importantes, el día 2 de diciembre son los muertos o difuntos, el día que las floristas venden más flores que todo el año, a toda fiesta hay que sacarle su punta económica y los muertos también lo tienen, pero eso vendrá en otra entrada.
ResponderEliminarSaludos
Como bien has dicho tienen caracter religioso y desde ese punto de vista no tienen ningun significado para mi. Cualquier monte es para mi más sagrado que los llamados camposantos, y a pesar de que familiares y amigos han sido llevados a esos sitios después de la muerte, nunca he ido a visitarles ni a llevar flores; sigo la recomendación de mi madre: Las flores que me vayas a regalar dámelas en vida, y es algo muy sabio ya que los muertos no necesitan ni nuestras visitas ni nuestras muestras de aprecio mientras que los vivos si que estamos todos necesitados de ellas.
ResponderEliminarUn saludo.
No debemos de confundir los cementerios con el concepto religioso, cada religión le da su impronta al sentido de morir, no olvidemos que las religiones surgieron como consecuencia de ese miedo a la muerte y de darle una respuesta.
ResponderEliminarDesde un punto de vista antropológico, el miedo a la muerte aparece con el nacimiento del hombre junto con el hecho de pensar que habrá más allá, para eliminar esos miedos unos ofrecían sacrificios de animales o humanos, otros adoraban a las estrellas o al sol, otros creen en Dios o en Mahoma que fue su profeta, otros lo hacían con el Karma o la reencarnación, todo esto no es otra cosa que el miedo a morir y en cierta medida todos y digo todos, queremos estar a bien con nuestros espíritus aún sin creer en ellos, ¡¡ahh!! y si a pesar de ello sigues sin creer o no en los espíritus arderás en el infierno :-)
Un abrazo.
Saludos Dean
Muy buena entrada , me intentare pasar otra vez , esta noche para re-leerla mas tranquilamente.
ResponderEliminargracias por pasarte por tu blog , muy sincero y verdadero tu comentario.
Gracias Manu
me vas a perdonar querido amigo, pero yo soy de las que piensa que a los seres queridos hay que darles todo nuestro cariño y respeto en vida, igual que ellos a nosotros, ¿ porque sera que siempre que muere alguien decimos " con lo bueno que era " pero sin embargo nos olvidamos de decírselo en vida, o no era tan bueno como decimos después.Mi abuelo decía un refrán " despues del burro muertu la cebada al rabu " por algo sería y será.
ResponderEliminarBesinos de esta amiga admiradora que te quiere y admira un montonazuuuuuuuuuuuuu.
Hola Emilio!! No me gusta ir al cementerio, me da mucha tristeza, los seres que amé quiero recordarlos como cuando estaban junto a mi. Pero por supuesto respeto los rituales de todas las culturas.
ResponderEliminarUn abrazo
Hola asturiana, estoy de acuerdo con tu abuelo, ahora bien, cada uno celebra a sus muertos o vivos como mejor le parece, aunque podemos decir que en occidente hay unas costumbre que siguen la mayor parte de la gente, si o si hay que enterrar en un cementerio o incinerar y con las cenizas uno puede hacer lo que quiera hasta tirarlas por el retrete, en otros lugares, se practican otras costumbres en función de su historia y sus costumbres.
ResponderEliminarSaludos, esto de hablar en bable u lo que sea me pone.
Mis padres fallecieron hace años, prefiero, como bien dices recordarlos tal como eran y no como murieron, por ello no voy al cementerio salvo por obligación de fallecimiento de amigos y familiares que es cuando aprovecho para una visita general.
ResponderEliminarSaludos Gabi.
Me causa mucho respeto los muertos... y no por nada especial, simplemente me da tristeza...
ResponderEliminarLa vida es muy hermosa, ojala no murieramos nunca, aunque está claro que es proceso obligado de la propia vida...
Como he dicho los muertos me causan mucho respeto, y el dia de todos los santos... no puedo visitar los cementerios.. no me gusta, es demasiado doloroso.
Recuerdo de mas jovencita el ritual que mi madre y mi tia hacian y hacen todos los años.. aunque en realidad ellas lo hacen con bastante asiduidad, y no esperan a noviembre, pero en fin, ese dia ibamos a visitarlos con un sentimiento especial...
No recuerdo un solo dia de aquellos que no saliera de aquel lugar llorando... mis abuelitos están allí.. por eso , y para no olvidarlos, les tengo guardaditos en mi corazón y cuando quiero verlos, solo tengo que pensarlos... les miro en la foto que guardo con celo en mi casa... y no necesito ir al cementerio... para tenerlos presentes...
Los rituales, las tradiciones, si, están para perdurar en el tiempo, pero yo... prefiero tenerlos de otro modo...
Besos , mediterráneos.
Gracias Gala por tu comentarios, solo una cosa, eso de no morir nunca, no se si lo has pensado bien, pero seguro que sería un coñazo.
ResponderEliminarUn abrazo.