Navegando por la red encuentro
esta carta que nos invita a reflexionar, su autoría no está muy clara, he
encontrado a quienes manifiestan que es de George Carlín- cómico americano ya
fallecido o de un sacerdote de una de las múltiples iglesias americanas, sea de
uno o de otro es una carta que nos indica a la situación a la que nos ha
llevado el consumismo, la perdida de valores, todo ello solo podía acabar en aquello
que estamos viviendo hoy. La carta dice:
“La paradoja de nuestro tiempo es que
tenemos edificios mas altos y temperamentos mas reducidos, carreteras mas
anchas y puntos de vista mas estrechos.

Bebemos demasiado, fumamos demasiado,
despilfarramos demasiado, reímos muy poco, conducimos muy rápido, nos enojamos
demasiado, nos desvelamos demasiado, amanecemos cansados, leemos muy poco,
vemos demasiado televisión y rezamos muy rara vez.
Hemos
multiplicado nuestras posesiones pero reducido nuestros valores.
Hemos
aprendido a ganarnos la vida, pero no a vivir. Añadimos años a nuestras vidas,
no vida a nuestros años. Hemos logrado ir y volver de la luna, pero se nos
dificulta cruzar la calle para conocer a un nuevo vecino. Conquistamos el
espacio exterior, pero no el interior. Hemos hecho grandes cosas, pero no por
ello mejores.
Hemos limpiado
el aire, pero contaminamos nuestra alma. Conquistamos el átomo, pero no nuestros
prejuicios. Escribimos mas pero aprendemos menos. Planeamos mas pero logramos
menos. Hemos aprendido a apresurarnos, pero no a esperar.
Producimos ordenadores que pueden procesar mayor información y difundirla, pero nos
comunicamos cada vez menos y menos.
Estos son
tiempos de comidas rápidas y digestión lenta, de hombres de gran talla y
cortedad de carácter, de enormes ganancias económicas y relaciones humanas
superficiales. Hoy en día hay dos ingresos pero mas divorcios, casas mas
lujosas pero hogares rotos. Son tiempos de viajes rápidos, pañales
desechables, moral descartable, sexo de una noche, cuerpos obesos, y
píldoras que hacen todo, desde alegrar y apaciguar, hasta matar. Son tiempos en
que hay mucho en el escaparate y muy poco en la bodega. Tiempos en que la
tecnología puede hacerte llegar esta carta, y en que tu puede elegir compartir
estas reflexiones o simplemente borrarlas.
Acuérdate
de pasar algún tiempo con tus seres queridos porque ellos no estarán aquí
siempre.
Acuérdate de
ser amable con quien ahora te admira, porque esa personita crecerá muy pronto y
se alejará de ti.
Acuérdate
abrazar a quien tienes cerca porque ese es el único tesoro que puedes dar
con el corazón, sin que te cueste ni un centavo.
Acuérdate
decir te amo a tu cónyuge y a tus seres queridos, pero sobre todo dilo
sinceramente. Un beso y un abrazo pueden reparar una herida cuando se dan con
toda el alma.
Acuérdate
tomar de la mano a tu ser querido y atesorar ese momento, porque un día esa
persona ya no estará contigo.
Date tiempo
para amar y para conversar, y comparte tus mas preciadas ideas.
Y
siempre recuerda:
La vida no se mide por el número de veces
que tomamos aliento, sino por los extraordinarios momentos que nos lo quitan”.
Las paradojas de la vida son como si al caminar nos hiciéramos a nosotros mismos zancadillas. Saludos.
ResponderEliminarFrancisco dices ".... son como si...", la cuestión es que si nos hacemos esas zancadillas a nosotros mismos.
ResponderEliminarUn abrazo.
Y aunque pensemos que en la actualidad las paradojas son más evidentes, siempre hemos vivido con ellas, son parte de nuestra esencia. Lo que -desde mi punto de vista- parece que si ha cambiado, es nuestra falta de tiempo, porque no tenemos tiempo para las cosas importantes ya que lo gastamos en vanalidades.
ResponderEliminarUn saludo.
Dean, la cuestión es que hoy son más visibles, suman muchas más, la creación de necesidades y la aceptación por parte de los ciudadanos hacen que renuncien a otras cosas más valiosas, pero que como bien dices se gastan en banalidades.
ResponderEliminarSaludos
En ocasiones, hemos oído decir a cooperantes de alguna ONG cuando han estado en algún país pobre y con necesidades. – con lo poco que tiene esta gente, y sin en cambio ríen y son “felices” sobre todo los niños – ¿Paradojas de la vida?
ResponderEliminarUn abrazo.
Te he dejado un premio en mi blog, con mucho cariño, por si te apetece recogerlo, pásate cuando quieras.
ResponderEliminarGracias por el regalo, lo he subido al blog en "agradecimientos", en tu blog he reflejado las condiciones que había para llevárselo.
ResponderEliminarUn abrazo.
Hola José, no entiendo que eso sea una paradoja, he sido cooperante y conozco el tema, y aunque es una palabra que se dice como un modo de comparar la opulencia que tenemos unos con las "carencias" y fíjate que lo entrecomillo que tienen los otros.
ResponderEliminarLo que realmente ocurre es que ellos al igual que nosotros no necesitamos tanto para vivir y divertirnos, la diferencia está en que unos vivimos en una sociedad de consumo y hay que gastar y consumir de forma rápida en tanto que ellos aprovechan todo y no se han creado necesidades estúpidas.
Saludos
Hola Emilio!! Es una carta que habla de este mundo al que llaman globalizado que, para mí, es en realidad un mundo totalmente indiferente a los verdaderos valores.
ResponderEliminarUn abrazo
Hola Emilio:
ResponderEliminarHombre, de todo tipo de personas hay en esta sociedad,incluso formas de vida y manera de entenderla.No sé,tiene un cierto toque moral que no me convence esta carta del todo y puntos en los que no estaría de acuerdo.No es verdad que haya más divorcios,ni familias rotas que antes,simplemente somos menos hipócritas que antes ,por ejemplo. Hay más cosillas por ahí que tampoco estaría de acuerdo.
Pero tal vez y en resumidas cuentas;es más feliz el que menos necesita,no el que más tiene.
Y tal vez también ,la verdadera felicidad esté en la generosidad, no hablo de caridades,hablo de generosidad,pero cuando no se tiene ni para terminar el mes o para comer ,la felicidad consiste en poner todo el empeño en conseguir la subsistencia,no hay tiempo para majaderías.
Un saludo!
Amnistía Internacional está recogiendo firmas para que se detenga a George W Bush, dejo el enlace por si alguien quiere firmarlo.
ResponderEliminarhttp://www.es.amnesty.org/actua/acciones/canada-bush/
Sabias palabras dice esa carta, ahora hay que hacer unos buenos entrenamientos para aplicarla.
ResponderEliminarSaludos
Claudia
Ahora mismo miro el enlace...me interesa.
Saludos
Así es Emilio, esa era mi idea con el interrogante. No está más contento y feliz el que más tiene, sino el que menos necesita.
ResponderEliminarUn abrazo
La paradoja del vivir bien atado a un poste, o sobrevivir al cielo raso.
ResponderEliminarTampoco sé de quien es la carta, pero desde luego posee un certero pensamiento.
Un saludo
Gabi comparto tu punto de vista, el consumismo, el individualismo, la indiferencia, el pasar de todo, nos ha llevado a que otros más listos hagan con nosotros lo que quieren.
ResponderEliminarSaludos
Hola Claudia, el problema de este tipo de cosas es que tienen muchos matices por donde tocar, puede que si nos sentamos y aclaramos algunos puntos llegamos a encuentros. El gran problema de hoy es el hecho de que nos hemos creado o mejor nos han creado muchas necesidades falsas y nosotros hemos caído en la trampa; el individualismo en el que nos ha llevado esta mal reflexionada globalización, nos hemos olvidado de valores que antes teníamos: solidaridad, el compartir, la amistad sin interés por ejemplo.
ResponderEliminarMe imagino que en ese saco entrará Anzar, el Inglés y el Portugués ¿no?.
Saludos
José, más que nada es que sabe utilizar los medios a su alcance para cubrir sus necesidades sin abusar de ellas.
ResponderEliminarPilar, prefiero sobrevivir al cielo raso, el problema es complicado una vez te has acostumbrado.
Yraya, dices buenos entrenamientos dices, los mismo que yo estoy haciendo para hacer el Camino de Santiago a pata, muchos y duros.
Totalmente de acuerdo. Gracias Emilio por compartir.
ResponderEliminarBesos desde el aire
bellas y sabias letras nos regalas, ahora deberíamos de llevarlas todos ,pero digo todos, a cabo.
ResponderEliminarMuchos besinos de esta amiga admiradora que te quiere y admira un montón por tu manera de escribir veracidad y con respeto.
No hay porqué dar las gracias, solo ojear y disfrutar si nos gusta lo que leemos y reflexionar sobre ello si nos apetece.
ResponderEliminarSaludos Rosa
Gracias Ozna, eso de llevarlos a cabo me parece que nos va a costar mucho trabajo, empiezo por mí, ¿quien me va a quitar mi ordenador, o mis libros, o mi sillón de la siesta, o mi copita de buen vino antes de almorzar, ¡¡uff!! deberíamos reconsiderar nuestro modo de vida, no es fácil, nos hemos acostumbrados a estos pequeños placeres que mucha gente no se puede permitir ni de lejos.
ResponderEliminarUn abrazo.
Buenas reflexiones, si pudiéramos dar un salto y salir del conformismo y pensar en lo realmente importante...Beso
ResponderEliminarDifícil es dar saltos en el tiempo, especialmente cuando ya tenemos una edad, pero si podemos evitar que nuestros hijos y nietos se acomoden a la situación que viven hoy, ahí si que podemos hacer algo.
ResponderEliminarSaludos Tere.
Emilio pensar que cuando eramos chicos nuestra familia era feliz con tener sólo un refrigerador.
ResponderEliminarRescato "Acuérdate de ser amable con quien ahora te admira, porque esa personita crecerá muy pronto y se alejará de ti"
Mis saludos para ti
Hola Norma, en mis tiempos, cuando era pequeño e indocumentado, le llamábamos "fresquera" y había que comprar el hielo, hoy mi yerno, tiene tres frigoríficos y en la mayor parte de las casas hay 2 o 3 televisiones, luego nos quejamos de como nos va la vida.
ResponderEliminarSaludos
Hemos crecido en número. Hace 200 años éramos mil millones de habitantes y estamos cerca de ia llegar a los siete mil millones. La recnología y la cienca han avanzado, pero en educación y humanidad no hemos crecido a ese ritmo.
ResponderEliminarBonita carta.
Gracias Hombredeapie, por acercarte a mi blog, me gustaría pesarme por el tuyo si me indicas cual el. Un saludo.
ResponderEliminar