miércoles, 13 de abril de 2011

DE LA ALPUJARRA A LA COSTA GRANADINA Parte I: La Alpujarra

           Me encantan las Alpujarras, me entra “el mono” cuando un año no puedo visitarlas; me gustan más desde que me he introducido en la historia de una comarca a caballo entre Granada, en su mayor parte, y Almería; nos cuenta su historia que fue un foco de luchas entre el ocaso del Reino Andalusí y la nueva hegemonía real a la que se le añadía una mezcla de élite caballeresca, iglesia y algún pillo que otro, llegando hasta la actualidad tras 500 y pico años, sin apenas haber cambiado.

            Una Alpujarra donde sus gentes no hablan de identidad, ellos saben cuales son sus orígenes: romanos, árabes, gallegos, castellanos, vascos, son un popurrí de genes de muchas partes de España y del mundo; solo te pregunta ¿una copita de vino con jamón? , a partir de aquí “ancha es la alpujarra” la conversación puede fluir por cualquier vereda y camino alpujarreño por complejo que este sea.

            Como os decía, este fin de semana he aprovechado el buen tiempo y he realizado una ruta que comenzaba en Lanjarón, puerta de la Alpujarra, conocido como balneario y como uno de los pueblos del mundo reconocido por la OMS donde los mayores son mas  longevos. He seguido ruta siempre hacia arriba camino de Bubión, Pórtugos y Pampaneira, donde hemos comido el clásico Plato Alpujarreño lleno de colesterol pero que si no esperas mucho y te pones en camino es salud para las piernas, las vistas de estos pueblos que se encuentran en torno al Barranco del Poqueira son imponentes, arriba la nieve de Sierra Nevada, por debajo todo un estrecho valle con una agricultura realizada en terrazas que recuerda como los árabes hicieron sabiduría en esta zona, tanto en temas agrícolas, regadío, distribución de los espacios, viviendas, etc…, una pena que a pesar de los intentos de preservarlo, lentamente se está destruyendo pese a su consideración de parque natural y reserva de la biosfera. Tras hacer un pequeño recorrido etnográfico en el Museo del Agua en Lanjarón, un telar en Bubión viendo como se construyen las conocidas “jarapas”, bajamos a Vélez de Benaudalla, una de las salidas de la Alpujarra hacia la costa granadina donde visitamos el Jardín Nazarí y degustamos los ricos pestiños de Vélez de origen morisco.

            De esta visita van a hablar algunas de las fotos que he realizado por el camino, ya se que son mejorables, pero están realizadas con todo el cariño alpujarreño. Ahí van:
              Castillo de Lanjarón, abundantes historias y leyendas recorren este castillo Datado en épocas nazarita y cristiana, su construcción se habría llevado a cabo en los reinados de Yusuf I o de su hijo Mohammad V.
                  Ejemplo de construcción Alpujarreña, casas bajas, pintadas de blanco con el tejado plano de launa y su típica salida de humos, al ser muy inclinado el terreno, la terraza de un piso era el tejado del de abajo, en estas terrazas se ponen a secar los pimientos y tomates.
           Vista de Sierra Nevada desde Bubión. Se puede apreciar la inclinación de uno de los pueblos alpujarreños, al construirse sobre la ladera de la montaña.
             Vista de un pueblo alpujarreño y de su agriculturas en terrazas utilizado desde los árabes. 



              Telar donde se realiza la fabricación de “jarapas” que es un tejido grueso de diversa composición, generalmente lana, usado para confeccionar alfombras, mantas, colchas, cortinas, etc. su fabricación es propia de la Alpujarra.
                    Calle, con su canal central que recoge aguas del deshielo y de la lluvia, y su tinao, que es la zona cubierta entre dos viviendas y que sirve para protegerse del sol y de la lluvia.
Chimeneas alpujarreñas.
                     Quien no ha probado el plato alpujarreño, formado por huevo frito, patatas a lo pobre, pimientos verdes fritos, jamón, chorizo y morcilla de cebolla, no puede decir que ha estado en las Alpujarras. Este plato acompañado de un vino joven llamado “de la costa” te estira la piel sin necesidad de botox .
Por último Vélez Benaudalla, salida de las Alpujarras a la Costa Granadina.

                          Parte del Jardín Nazarí o Jardín de los sentidos. El agua es uno de los elementos fundamentales de este tipo de jardín.
Los jardines del Al-Andalus fueron diseñados para aportar a los hombres y las mujeres que los disfrutaban, cinco grandes beneficios:

EL ESPIRITUAL: Para el musulmán el jardín es la visión terrenal del paraíso.

EL ESTÉTICO: Estimula todos los sentidos e inspira la creación artística.

EL PSICOLÓGICO: Es un ambiente que invita a la contemplación la relajación y el descanso.

EL BOTÁNICO Y CIENTÍFICO: Lugar de experimentación, idóneo para aclimatar nuevas especies de tierras lejanas.

EL ALIMENTICIO: El huerto, imprescindible en un jardín nazarí, donde crecen las plantas aromáticas, los condimentos, los frutales y los productos hortícolas.

Esta primera jornada ya la hemos concluido, nos dirigimos a descansar a Almuñecar, ahí comenzaremos nuestra segunda parte de este viaje de fin de semana.


3 comentarios:

  1. PRECIOSO, NO CONOZCO LA ZONA,
    UN SALUDO
    MARIAN

    ResponderEliminar
  2. No conozco esta zona y tango ganas de visitarla. Aver cuando puedo hacerlo. Un saludo

    ResponderEliminar
  3. Cuando queráis os puedo servir de guía.

    Saludos

    ResponderEliminar

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