Mi familia me ha regalado un E-Book con un mogollón de libros en su dos tarjetas que no son más grandes que la yema del dedo gordo; entre libros de cocina, de autores españoles, americanos, de ciencia ficción, narrativa varia, algún ensayo, diccionarios y alguna que otras cosita de las que saben que me gustan, me han metido cerca de 200 libros, seguro que han pensado, con esto ya tienen hasta que las “espiche” , deja de comprar libros y de ocupar espacio que ya hay poco en casa, je je je, me está entrando la risa tonta mientras escribo esto.
No voy a negar que el dichoso artilugio no es más grande que un cuadernito de notas, que es muy fácil de manejar y hay mucha información que no ocupa espacio, en la llamada, Sociedad de la Información y la globalización donde el mundo es un pañuelo, y la noticia dura lo que tarda en poner la palabra fin, puedo seguir metiendo libros, periódicos, revistas, etc… y el dichoso librito E-Book no engorda, es cuestión de ampliar la capacidad de la tarjeta, o bien de borrar parte de la memoria en donde se encuentran los libros leídos, como no los tienes físicamente no hay problema. Es como un autor que manifestaba que cuando leía un libros lo tiraba al fuego, menudo canalla, desde ese momento dejo de ser uno de mis escritores preferidos.
Lo que todavía no se ha enterado mi familia es que continuo visitando y mirando con fruición los anaqueles de las bibliotecas y tiendas de libros, bien es cierto que en estas macrotiendas cada vez me encuentro con profesionales que tratan de venderte un libro como si fuera unos calzoncillos o una camisa, como decimos en mi pueblo “lo mismo da peer que chiflar, todo es música”; hoy, buscando un libro de antropología, he visitado una tienda de libro viejo en el también exponían los antiguos discos de baquelita, este fue el gran error de la industria de la música, por querer ahorrar pasaron al disquito de plástico desde ese momento se ven como se ven un tanto arruinados y queriendo hacer negocio con los ciudadanos que simplemente utilizamos el ordenador y el CD para nuestro uso particular y sin afán de negocio, pandilla de piratas que se encuentran apoyados por una ministra que tiene intereses en el ramo. Continuo con lo de la librería de viejo, nada más entrar el olor a libro es como cuando entre en esos grandes almacenes por el lugar de las colonias, divino de la muerte, luego te pregunta un señor, seguro que es el dueño, sobre lo que quieres con una información clara y concisa pero que le da tiempo para ampliarte otras opciones, sabe lo que se trae entre manos, se ve que el libro es su pasión; una vez indicado por donde tengo que dirigir la mirada, no encuentro lo que buscada aunque en su lugar encuentro otro que igualmente me interesa, el autor ha sido profesor mío de la facultad, su precio alcanza la nada despreciable cantidad de 4,5 €. La sorpresa es que cuando llego a casa con el libro y lo hojeo encuentro una carta escrita en inglés dirigida desde Oakland, California (Estados Unidos) a una granadina, no pone fecha pero seguro que es de hace más de 10 años, uno que no sabe inglés, por respeto a la persona no voy a convertirme en un cotilla y no la traduciré, la dejaré tal cual como un tesoro en un libro, en lugar de la botella, a lo mejor no, hago que me la traduzcan y un día os cuento lo que en ella decía.
¿Vosotros creéis que por mucho que mejoren los E-Books, van a oler a libro o traerán un tesoro escondido? Seguramente dentro de unos años, estos libros electrónicos será de un solo uso como todo lo que nos trae la globalización, ¡¡ menuda mierda de globalización!!
De eso nada, Emilio. Será muy práctico y todo lo que quieras el aparatito ese, pero donde esté un libro que se pueda manosear...
ResponderEliminarYo creo que no hay punto ni coma en que no coincida contigo.
¿Y esas bibliotecas de los monasterios?. ¡Qué maravilla y qué gozada!
A pesar de lo que ocupan los libros en mi casa (tengo unos mil o más) aun sigo comprando alguno y otros me regalan. Tampoco me cierro en banda al e-book, pero creo que la ventaja de su poco volumen se palía con la dificultad para leer.
¿Es así o estoy equivocado?
Un saludo
Me gustan los libros ocn locura, solo les faltaría menguar para no obligarme a inventar estanterías donde no caben ;)
ResponderEliminarUn saludo
A pesar de haber realizado una gran limpieza de libros, no cabían más, ahora mismo me voy a recoger un par de libros en una librería de viejo, cuando me vea mi mujer, no me dirá nada,ya está acostumbrada, pero si se enteraran lo que me han costado ya seria otro cantar.
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