“Mientras más se perfeccionan
las comodidades de la vida, más inoportunas
se hacen las imágenes de la muerte”
En la botánica fúnebre, las flores no están por casualidad: cada vegetal está cargado de un cierto simbolismo.
Las flores en la botánica fúnebre tienen gran importancia, y es que igual que los árboles, cada vegetal está dotado de un cierto sentido cultural. En concreto, los vegetales pequeños tales como flores y hierba tienen un significado común indicado especialmente para el recinto mortuorio: la humildad. Respecto a las flores, todas tienen el significado de la brevedad de la vida.
Según la obra de Barallat, el color verde está lleno de simbología en el se representa un sentimiento de paz y serenidad en el visitante, decía: “ …el verde es el emblema de la regeneración primaveral y por ello simboliza la inmortalidad del alma…”.
En esta simbología, las flores tienen como virtud la de consolar el ánimo entristecido y dar matices y fragancias que hacen alejar la melancolía que los humanos sienten en lugares como los cementerios.
No toda la vegetación tiene cabida en un recinto funerario. Por su significado o su aspecto una planta puede ser desterrada del camposanto. Barallat escribió en su tratado botánico los principios con las que todo jardinero fúnebre debería cumplir para conseguir un cementerio armónico y tranquilo donde la vegetación se integre de forma natural y educada. Pero Barallat pensó en todo: también en las especies a excluir.
Así, un ejemplo de lo que hay que evitar en los camposantos es el protagonismo del color negro (que tiene un sentido tétrico). Es por ello que los elementos mortuorios (tales como lápidas, tumbas, esculturas) se presentan mayoritariamente en blanco o grisáceo.
Respecto a las plantas que no tienen cabida en el camposanto, salvo algunas excepciones contadas, son las espinosas: destruyen el fin que perseguimos, que no es otro que el de la tranquilidad. Además, tienen un significado simbólico de dolor. La cizaña, el cardo y los cactos son los vegetales de este tipo más violentos en el recinto mortuorio. Sin embargo las flores más representativa de los camposantos son:
Respecto a las plantas que no tienen cabida en el camposanto, salvo algunas excepciones contadas, son las espinosas: destruyen el fin que perseguimos, que no es otro que el de la tranquilidad. Además, tienen un significado simbólico de dolor. La cizaña, el cardo y los cactos son los vegetales de este tipo más violentos en el recinto mortuorio. Sin embargo las flores más representativa de los camposantos son:
Los crisantemos, muy utilizados en toda Europa para el adorno de tumbas el día de los difuntos debido a que su floración coincide con la celebración en los días más cortos del año.
Las siemprevivas, como anuncio de la gloria celestial por su color amarillo. En muchos lugares se hacen coronas para adornar la casa una vez que el/la difunto/a ha recibido sepultura.
Las violetas, indican humildad y modestia, su color violeta invita a la reflexión del luto sin tratarse de un negro sepulcral.
Las amapolas, que simbolizan la brevedad de la vida, especialmente indicadas para los alrededores de tumbas de niños, sin plantarlas de forma abusiva.
Los Pensamientos o “nomeolvides”, se dicen que cada color de esta flor representa una invitación al recuerdo: la parte blanca representa el candor y la violeta la modestia. Los nomeolvides están relacionados con la pérdida de alguien que aún disfrutaba de su juventud.
. El Narciso, desde la antigua Grecia esta flor simboliza la belleza y la transformación. En los tiempos antiguos ya se utilizaba como ofrenda a los difuntos.
La Rosa, esta flor representa el amor, la paciencia, el dolor, la belleza y el martirio. Aunque las flores espinosas no sean “bien recibidas” en un jardín funerario, está permitido dentro de los cánones de la botánica funeraria plantar un rosal a los pies de la tumba. El botánico deberá incluirla de forma muy contenida para que el cementerio no se convierta en un lugar muy “alegre” o jovial.
Los Lirios, simbolizan la pureza, la castidad. Es una flor siempre elegante que de forma moderada también se puede utilizar para vestir el camposanto.
Un cementerio debería oler suave, a todo y a nada, para permanecer en nuestra memoria como un sitio de paz y reposo.
EMILIO MANUEL M.
Bibliografía:
Barallat, Celestino. “Principios de botánica funeraria”. Ediciones Alta Fulla. 1984.
EMUCESA. “Memoria de Granada. Estudios en torno al cementerio”. 2006.
Yo seré florista el lunes sin remedio,se me otorgó esa misisón por unanimidad entre mis hermanos, como el de escribir las esquelas...
ResponderEliminarY creéme...es el único día de mi vida que odio las flores,sean de la variedad que sean.
Aunque reconozco que me esmero poco...suelo poner rosas, papabel,lirios y verde.
En fin...
Triste tema este que cada año viene sigiloso a remover los cimientos del dolor.
Un beso.
Todo mi respeto por las personas que siguen estas prácticas; las flores ante todo -como bien has dicho- representan lo efímero de nuestra existencia, y precisamente en vida necesitamos tener esto muy presente para aprovechar cada instante ya que no sabemos si después habrá algo más. Me encantan los jardines llenos de flores, los campos sembrados de colores.
ResponderEliminarUn saludo.
Esa labor que tu tienes es la misma que tiene mi mujer, tengo la casa llena de flores, a mi si que me gustan tanto las flores como las plantas, solo que en un piso poca materia vegetal se puede tener muy poco, un par de macetas en la terraza y a tirar.
ResponderEliminarTampoco seamos tristes y ¿los buenos momentos que en muchos de los casos se pasaron con el difunto/a?, seamos positivistas, que la vida son dos días.
Saludos Marinel
Como he dicho a marinel, me encantan las flores, todas, hasta las que nacen en las zonas donde hay un muerto, es un signo de vida encima de la muerte,¡¡ojo!! que no soy de los que creen en el más allá. He de reconocer que lo árido igualmente es hermoso, diferente pero hermoso.
ResponderEliminarSaludos Dean
Las Flores, querido Emilio Manuel, efectivamente son un simbolo en nuestros cementerios, porque representan como tú bien dices, lo efímero de la vida. Aunque pienso que hoy en dia la incineración está despoblando a los cementerios de muchas urnas. Las flores son un recuerdo el dia óbito o el de los difuntos, pero yo sigo creyendo que el recuerdo más grande reside en el corazón. Felicidades y un abrazo.
ResponderEliminarNo voy a negar lo que dices, pero la simbología está ahí, mañana o dentro de 200 años, cuando la incineración sea lo normal, no existirán cementerios y su lugar será ocupados por bloques de viviendas cuyos propietarios serán los bancos. Los vivos no tendrán que pagar por un nicho pero estoy seguro que el negocio seguirá vivo, alguien inventará el impuesto por morirse, si es que no está ya inventado.
ResponderEliminarSaludos
las flores son el tributo que otorgamos a nuestros seres queridos que ya no están con nosotros, ojalá ellos donde estén puedan disfrutar de su fragancia y belleza.
ResponderEliminarBesinos de esta amiga admiradora que te desea con cariño feliz fin de semana.
Hola Emilio!! Las flores son una forma de expresar recuerdos de esa persona que ya no está. A mí me gustan las flores silvestres.
ResponderEliminarUn abrazo
Hola Emilio: Ya veo que esto se arregló,me alegro.
ResponderEliminarBueno, yo por deseo de toda mi familia,ya fallecida,no llevo flores a ningún sitio,las llevo dentro y para siempre,no podría ser de otra manera.Tal vez de todas esas unos pensamientos o unos nomeolvides que ahora están pintados en una acuarela preciosa que pintó mi padre hace años y que a todos nos encantaba.Ahora reina el salón de mi casa. Entendíamos la muerte de otra manera,no querían rituales,querían dejar buenos recuerdos y lo consiguieron.Y mi querido hermano me dejó un bonsai ,un olivo pequeñito que cuido como si fuera yo misma.
Que digo yo la simbología esa ¿desde cuándo viene? ¿es de este hombre o es algo mas antiguo?
Saludos!!!!
Como las fechas indican y muy bien nos has explicado, es época de crisantemos... florecen en el jardin de mi padre... que los planta cada año para que yo me los traiga a casa.
ResponderEliminarMe resulta muy curioso, porque mi madre siempre dice, no, no me gustan los crisantemos, son flores de muertos...
sin embargo a mi, me encanta decorar mi casa con grandes ramos de estas flores...
Un excelente repaso por la botánica típica de estas fechas...
Besitos mediterráneos.
Para algunos/as es el único amor que le dieron en vida.
ResponderEliminarUn beso querida asturiana.
El crisantemo es una de las flores que menos me gusta precisamente por eso, porque tiene cierto recuerdo a dia de los muertos, a pesar de que son flores muy bonitas.
ResponderEliminarTienes suerte en poder tener flores que florecen en el jardín de casa, ya me gustaría a mí tener las mías.
Besos
Hola Claudia, en un cuadro, en un bonsai, ahí están los seres queridos que ya no viven. Mi madre que pintaba para ella y para sus hijos, nos dejó muchos cuadros que tenemos en nuestras paredes, es ahí donde está el espíritu de ella, no es necesario ir al cementerio para recordarla.
ResponderEliminarPreguntas ¿desde cuando viene esta simbología?, es una pregunta que es difícil de responder, en otras culturas en lugar de flores les ponen alimentos para que se los lleven al otro mundo ya que creen que allí los necesitan al igual que aquí.
Saludos
Hola Gabi, como buen andaluz a mi me gusta mucho los geranios, suelen ser flores multicolor y bastante resistentes.
ResponderEliminarUn beso.
Llevo años sin ir al cementerio...Me duele demasiado...
ResponderEliminarBesos desde el aire
Suelo hacerlo cuando fallece algún familiar, el problema es que cada vez es más habitual.
ResponderEliminarSaludos Rosa