En
una de las páginas preliminares del último libro que he leído: Rosa Montero “Lágrimas en la
lluvia”, había una cita del “Eclesiastés
3-1.8”, raudo me dirigí a la “Biblia” que tengo
en casa desde tiempo inmemorial y esto es lo que dice:
“Todo tiene su
tiempo, y cada cosa su tiempo bajo el cielo.
Tiempo de nacer, y tiempo de morir; tiempo de plantar, y tiempo de
arrancar lo plantado;
Tiempo de
matar, y tiempo de curar; tiempo de destruir, y tiempo de edificar;
Tiempo de
llorar, y tiempo de reír; tiempo de lamentar y tiempo de bailar;
Tiempo de lanzar
piedras, y tiempo de recogerlas; tiempo de abrazar y tiempo de separar;
Tiempo de buscar, y tiempo de perder; tiempo de guardar y tiempo de
tirar;
Tiempo de romper, y tiempo de coser; tiempo de callar, y tiempo de
hablar;
Tiempo de amar, y tiempo de odiar; tiempo de guerra, y tiempo de
paz”.
Tenemos tiempo
para todo aunque la mayor parte de ese tiempo lo tiremos mirando el móvil,
la televisión o consumiendo, luego, con la edad, nos damos cuenta del tiempo
perdido.