Este aparente
castillo fue pionero en la introducción del estilo renacentista en la arquitectura civil española. Sobria mole de
carácter militar al exterior, ofrece una equivocada imagen de la distinguida
decoración que se presume de su interior. El Castillo de La Calahorra se
alza sobre una colina a 1.250 metros sobre el nivel del mar dominando
visualmente el todo el marquesado delZenete. La Calahorra es considerada la primera obra de envergadura en la
que se documenta el trabajo de artistas italianos en nuestro país.
Vista del marquesado del Zenete desde
una de las ventanas del Castillo-Palacio, este mayorazgo fue fundado en el
siglo XVI por el cardenal Mendoza a
favor de su hijo don Rodrigo Díaz deVivar primer marqués de Zenete.
El eje
vertebrador de las dependencias interiores es un patio cuadrado de 20x20
metros, rodeado de dos plantas de galerías superpuestas de cinco arcos sobre columnas de orden corintio. Las
galerías se cubren mediante bóvedas de
arista que descansan hacia el muro interior en ménsulas de piedra negra italiana.
Las columnas cuentan con elevados capiteles corintios apoyados sobre collarinos en los que se alterna decoración de grutesco o geométrica.
La amplia escalera monumental, de claras
reminiscencias genovesas. Compuesta de tres grandes tramos, su construcción
obligó a ampliar el perímetro de la fortaleza, anulando buena parte de sus
capacidades defensivas pero demostrando que el carácter netamente militar del
castillo-palacio había pasado a un segundo plano.
Este
Castillo-Palacio tiene importante protagonismo en la Guerra de los Moriscos en torno a 1570, siendo especialmente violenta
en este Marquesado ya que sirvió de refugio a los cristianos viejos y de acuartelamiento al marqués de Mondejar.
Abandonado durante siglos hasta que a principios del siglo XX estuvo a punto de venderse y trasladarse a Estados Unidos antes de pasar a su actuales propietarios los Duques del Infantado, que deberían de responder del lugar en el que se encuentran todo el material decorativo que ha desaparecido del palacio por muy suyo que sea.
Abandonado durante siglos hasta que a principios del siglo XX estuvo a punto de venderse y trasladarse a Estados Unidos antes de pasar a su actuales propietarios los Duques del Infantado, que deberían de responder del lugar en el que se encuentran todo el material decorativo que ha desaparecido del palacio por muy suyo que sea.
Emilio Manuel M..
Algunas lecturas que tratan sobre el tema:
Pérez de Hita, Ginés. “Guerras Civiles de Granada”. Colección
Austral. Espasa Calpe S.A. Madrid.
Caro Baroja, Julio. “Los Moriscos del Reino de Granada”.Istmo.
Madrid. 1990
Como novela de fácil lectura bien documentada:
Falcones de Sierra, Ildefonso. “La mano de Fátima”. Grijalbo. Madrid.
2009
(Estos libros,
para los que leen en E-book, pueden descargarse de Internet)