Leo en la prensa de tirada nacional que un preso granadino de 60 años, con dos hijas, enfermo crónico de riñón que, además padece un cáncer y que no ha sido nunca condenado por delitos de sangre el Tribunal Supremo no ha ordenado su excarcelación.
La historia de este preso, que manifiesta ser ceramista artístico, es de película, su primer delito fue en el año 1976 por “desertar” del ejercito, la fecha no es baladí, acababa de morir el dictador y no se les podía ir de las manos a las autoridades nada relacionado con el ejercito, fue detenido y condenado por rebeldía, a partir de aquí comienza su desgracia, y su cada en todo un agujero negro: huidas de la cárcel, falsificación de documentos, pequeños robos, pero nunca un delito de sangre; una de estas huidas fue como consecuencia de ser dado por muerto en la celda cuando intento suicidarse, según narra su hermana: "Mi hermano cuenta que se despertó con mucho dolor en el cuello en una sala en la que había otros cadáveres", dice Encarnación. Se trataba de la morgue de un hospital. "No dudó y saltó por una ventana, entonces estuvo huido algunos meses". La última huida se produjo en noviembre de 2009, al intentar aprovechar un permiso penitenciario para asistir al velatorio de su madre en Granada. "Se tomó una pastilla para dormir y, cuando se levantó, vio a sus hijas -que hoy tienen 13 y 15 años y nunca han conocido a su padre en libertad- y fue a comprarles churros para desayunar. Es lo que ansía, hacer cosas normales, cotidianas", cuenta Encarnación, su hermana, que justifica cada una de sus cinco huidas.
No soy ni abogado ni tan siquiera me puedo considerar experto en leyes, soy un ciudadano que lee todos los días la prensa, que procura estar lo mejor informado posible, a veces diría que desinformado; cuando uno lee o escucha situaciones como esta te hacen dudar de todo lo que se mueve en torno a la justicia en este país. Poco se sobre leyes, ya lo he manifestado, se que nuestra legislación es muy garantista, y que debido a ello los procesos se eternizan en muchas ocasiones, con respecto a esto siempre he manifestado “ una justicia que se extiende en el tiempo no es justicia, es castigo” seguramente estaré equivocado, pero las soluciones a largo plazo, a veces, cuando uno está muerto o a punto de estarlo no sirven.
¿Que justicia es que un hombre esté en la cárcel durante más de 35 años por lo que hizo durante la mili?, estando en la cárcel toda persona intenta buscar la libertad, ese ha sido su gran delito fugarse; acabo de leer que cuando eres capturado se te castiga con el triple de la pena mayor, teniendo en cuenta que han sido 5 veces y que su máxima pena ha sido de 6 años, sus abogados, dicen estar luchando para que pueda salir antes del 2021 de la cárcel, de no hacerlo, seguramente a esa edad y con sus problemas físicos, estará muerto.
Esto puede resultar incluso demagógico para algunos puristas, pero cuando uno lee que “libertadores del pueblo vasco” después de cometer delitos de sangre a los pocos años están en la calle, que violadores y asesinos reciben sentencias irrisorias, a los grandes estafadores que todos conocemos con su dinero robado a las arcas del Estado y metido en paraísos fiscales, que desde las alturas políticas se cometen “presuntos” delitos de robo y no pasa nada, cuando estamos hablando de un delito contra el pueblo; entonces uno que, durante los años 70 y principio de los 80 batalló contra el sistema dictatorial, se encuentra para su desgracia, con que algunas estancias del país no están aún pasadas por el tamiz de lo justo y democrático, incluso llego a pensar, cuando el pesimismo me embarga, si aquello sirvió de algo.
