La Semana Santa ha venido y nadie sabe por dónde se ha ido, yo solo
veo primavera y un maldito bicho que anda por ahí.
¿Dónde están los capirotes, los forzudos costaleros, los tronos, las
turbas, los hachotes, los cirios, la chavaleria haciendo bolas de cera,
los niños sentado en el suelo comiendo pipas, tampoco escucho
saetas, donde van a poder hacer penitencias aquellos que
arrastran cadenas o van descalzos, como se van a dar golpes de pecho
aquellos fervorosos católicos, donde van a lucirse las mantillas, …?,
tendrán que esperar al año que viene, si Dios quiere, lo que me
pregunto es ¿porqué no quiere Dios?, ¿no será por que la Semana Santa
se había convertido en un cachondeo?
No tengo respuesta para esas cosas que preguntas, Emilio, pero sí te digo que para el creyente que quiere sí que existe la Semana Santa como también vivifica la pasión, muerte y resurrección de Jesucristo cada vez que acude con fe a la eucaristía. Las procesiones son un medio medieval de catequizar a analfabetos que no tenían acceso a las Escrituras y que hoy perviven como religiosidad popular. Estoy convencido que en los lugares donde no hay procesiones habitualmente sí que hay católicos practicantes que no la echan de menos porque no están acostumbrados a ese medio de conocimiento.
ResponderEliminarUn abrazo.
Para el creyendo, quiero entender, la Semana Santa es todos los días, la cuestión es que muchos de los que se dan golpes de pecho y son de misa diaria son unos "auténtico hijos de su madre", quiero ser fino. Cuando dices "catequizar analfabetos", si lo piensas bien es lo que hacia la iglesia en sus principios, en fin ya sabes que son opiniones de un agnóstico.
EliminarUn abrazo.
Las iglesias estan abiertas, las imágenes engalanadas y expuestas, los cofrades se visten y colaboran, las casa huelen a torrijas y a potaje de garbanzos, los corazones de los creyentes bullen de emociones. Es una Semana Santa muy sentida. Abrazos
ResponderEliminarAyer salí a dar una vuelta por mi ciudad, es cierto, había Iglesias abiertas, algunas personas en la puerta de ellas, pero ni eran tantas si las comparamos con el conjunto de la ciudad, te confirmo que también hay gente, mucha, que pasaba de largo, esas colas no guardaban la distancia social, e incluso algunos sin mascarilla, también hay otros, esos no los he visto, que no pueden comer ni garbanzos ni torrijas, salvo que se las den en alguna ONG, no tienen ni para comer, esos son invisibles. La Semana Santa más que sentida es una semana de vacaciones donde al igual que el año pasado la playa queda un tanto vacía y hay que matar el tiempo como sea, como le he dicho ha Francisco son opiniones de un agnóstico.
EliminarSaludos
En un negocio, NEGOCIO. Es el mercado, amigo. :-)
ResponderEliminarUn abrazo.
Pero hay quien lo quiere vestir de fervor.
EliminarUn abrazo.
He leído mas arriba que la Semana Santa era una costumbre medieval para catequizar a analfabetos que no podían leer las Escrituras. Lo de siempre: montemos una representación que es menos peligrosa que enseñarlos a leer.
ResponderEliminarUn abrazo.
Siempre ha sido así, es mas fácil engatusar al personal con representaciones teatrales donde se diga que si no se asiste es pecado y ante la muerte te espera el infierno.
EliminarUn abrazo.
Pois, .... tudo se tornou um espectáculo , infelizmente !
ResponderEliminarBoa semana
Cierto, es un espectáculo.
EliminarSaludos
Yo echo de menos la algarabía en las calles, los chiquillos diciendo "nazareno dame cera", las entradas y salidas de los templos con las saetas, el incienso y el olor a azahar mezclándose, la belleza plástica de las imágenes procesionando...y eso no es religiosidad, la religiosidad es otra cosa que está a años luz de esto, pero me gusta toda esta tradición teatralizada que huele a cera derretida.
ResponderEliminarBesitos.
Fui costalero en un momento en el que la Semana Santa iba a desaparecer en Granada, era principio de los años 80, sobrevivió gracias a aportaciones económicas de cofradías Sevilla y a voluntarios que como yo llevaban los pasos, desde luego no era fe lo que yo tenía, podríamos decir que era por mantener una tradición. Es cierto que si uno se detiene a mirar, tanto desde dentro de las cofradías como desde fuera, con las imágenes en la calle, es como tu dices, un teatrico se ve de todo, gente llorando, gente insultando, incluso aprovechando la bulla robando lo que se puede, en fin, hay gente pa tó. Si te digo la verdad llevo sin ver una procesión desde que empieza hasta que termina, muchos pero muchos años.
EliminarSaludos
Me recordaste al Libro "Pasos en la Piedra" de de la Huerga.
ResponderEliminarFelices días sin tan, tan.
Abrazos
Esto leo en el libro que has mencionado: «En España todas las primaveras viene la muerte y levanta las cortinas.» FEDERICO G. LORCA / JOSÉ VAL DEL OMAR. ¿No es triste?
EliminarUn abrazo.
En estos casos es cuando más deberían hacer repaso mental de sus creencias los que solo ven la religión en su manifestación pública.
ResponderEliminarHablas de repasar mentalmente sus creencias, dudo mucho que aquellos que están atados a ellas lo hagan y si eso lo unes con la política y la educación, ya para que hablar.
EliminarSaludos
Siempre nos quedará La vida de Brian. Cuídate mucho.
ResponderEliminarAbrazote utópico.-
Buena comedia de los Monty Python, como nuestra Semana Santa.
EliminarSaludos
Buena reflexión.
ResponderEliminarA veces algo que se inicia con todo el sentido acaba siendo un verdadero teatro. Pero aún así, yo creo que sigue habiendo buena gente que vive esta celebración con el corazón y con la fe que la dio a luz.
Un beso sin capirote.
Si hay buena gente que se lo cree, así hay mucha gente en todos los paises y en todas las religiones.
EliminarSaludos