Se
dice que “cuando el diablo se aburre,
mata moscas con el rabo”, no digo que esté aburrido pero la mente la tengo
en blanco y no sale nada para exponer en el blog. Tomando un café en un bar, pasando frio por estar al aire libre por eso del Covid, he
recogido el azucarillo y he visto la leyenda que dice. “Los libros no pueden juzgarse
por sus tapas, los bares sí”, me da la idea para escribir algo.
Granada es una ciudad universitaria
donde hay/había muchos jóvenes con libros bajo el brazo, hoy no están; hace poco más de un año, muchos de ellos, pasaban el día en la cafetería de la facultad o en uno
de los miles de bares próximos, la mayoría están cerrados por la pandemia o por la falta de clientes, bien
es sabido que Granada es la ciudad de las tapas "gratis" donde se puede almorzar o cenar por
el módico precio de 2’50€, desde luego no en el centro, el centro se llenaba de guiris, ahora vacío, y en donde, una caña con cualquier cosa, te la clavaban, hoy muchos de esos bares están cerrados.
Uno que hace turismo por el país, espero retomarlo cuando el bicho nos deje, me he dado cuenta que están
desapareciendo las tascas, ahora son gastrobares, vinotecas, bistró, todos con
la misma estructura, se está perdiendo la esencia de lo que era la antigua tasca,
ahora todos son iguales, eso sí, la tapa ha disminuido cuando no desaparecido o
te la cobran como delicatesen. En estos nuevos bares, las tapas de autor, tapitas
con más plato que contenido, todavía no la cobran, todo llegará; el gremio de la élite de los bares, dicen que Granada, por turismo, merecería tener algún restaurante con estrella/s Michelin, algo que no ocurre, olvidan que ellos son los que han promocionada la ciudad como de turismo mochilero, dicen que la causa de esto son la dichosas
tapas, si a Granada se le ocurriera hacer caso a estos puristas de la
gastronomía, podríamos tener algún restaurante de más de 100€ el plato, que los hay, pero sin estrella pero eso traería volvernos una ciudad aburrida con estudiantes aburridos; de momento, gracias al "bicho, no tenemos casi nada, aunque imagino que todo esto pasará y que volveremos a los bares, bistró o lo que sea sin mascarilla a paladear un buen vino o una cerveza con su tapa correspondiente a 2'50 €.
Me gustan los bares tasca, las bodegas, los chiringuitos, la barra de un bar... Una cosa es salir a comer y otra tomar el aperitivo en un local con esencia. Quedan pocos y aguantan como jabatos pero no se por cuanto tiempo porque esto no tiene fin. Un abrazo y una caña
ResponderEliminarMe gusta la barra sin estar agobiado, de momento las barras no se pueden utilizar y en la calle hace un frio que te hielas; si ya tengo ganas de tomar una caña tranquilo sin miedo al bicho.
EliminarSaludos
Hace tiempo que no voy por Valdepeñas, pero allí también, el vino o la caña de cerveza te la dan con tapa.
ResponderEliminarSi lo sabré yo, que con un "tapeo" empezado a medía tarde, te habías ahorrado la cena y pasabas directamente al gin-tonic.
Abro paréntesis, cuando era uno joven, que ahora, sopitas y al rincón, cierro paréntesis.
Un abrazo.
je je, yo todavía aguanto aunque no tanto como antes. En la zona de Valdepeñas estuvimos el pasado año por estas fechas, nos trajimos unos quesos, que por más que busco algo parecido por aquí, no hay cojones, ¡¡que ricos!!.
EliminarUn abrazo.
Espero que eso sea así, Emilio, que Granada pueda volver a esa alegría de bares, tapas incluidas y variadas por módicos precios. Pero, ¡quién sabe! Antes era en todo lados así en todos lados y fue cambiando. Tiempo al tiempo.
ResponderEliminarUn abrazo.
Tendremos que hacernos a la idea, posiblemente los pequeños bares familiares que eran los irreductibles, hayan cerrado con el bicho.
EliminarUn abrazo.
Por mi ciudad pasa lo mismo que en Granada. Está todo medio cerrado, sobre todo por el casco antiguo que era un hervidero de turistas. Da pena ir por allí y pasear por sus calles ¡con lo que fueron antes! Espero que pronto pase esta pesadilla y podamos volver a nuestras cañas y tapas de siempre, en los bares de siempre y con los amigos de siempre.
ResponderEliminarUn abrazo, Emilio
Aquí, en los barrios periféricos y por la mañana aún podemos tomarnos algo, pero a la 6 cerrado.
EliminarSaludos
Ahora mismo me conformaría con poder volver a visitar esta maravillosa ciudad. Gran recuerdo de aquel encuentro nuestro de hace dos años :-)
ResponderEliminarUn abrazo.
¿Dos años?, joder como pasa el tiempo.
EliminarUn abrazo.
Agradezco esta entrada que me ha hecho recordar mis paseos por sus tapias gratis, nunca he comido a mesa y mantel en Graná, y no será porque se come mal, ésa tortilla al Sacromonte, me pirra.
ResponderEliminarAhora llevo años sin ir y espero que no haya cambiado la cosa cuando de nuevo pise sus calles.
A mi la tortilla de Sacromonte no me gusta, los sesos y las criadillas no son muy de mi agrado.
EliminarEsperemos que todo vuelva a normalidad después de esto.
La que yo digo sólo lleva distintos tipos de embutidos, a ver si me he equivocado y se llama de otra forma.
Eliminar¿Tortilla de embutidos?, no se, no me suena. puede que sea algún invento de algún bar o restaurante, pero no es típico, si lo es la del Sacromonte con esos dos elementos y otras verduras, pero tiene tantas variedades actualizadas como la paella de Jamie Oliver con chorizo. :-))
EliminarDebe ser eso, pero está riquísima.
EliminarUy Granada me encanta, León en el tema de tapas se parece mucho y los "puristas" dicen lo mismo, cosa que dudo, aquí si tenemos un par de sitios con Estrella Michelín, de hecho El Barrio Húmedo últimamente parece cualquier barrio de cualquier ciudad con sus terrazas ocupándolo todo, en fin no me gustan estas modas globalizadas que tenemos que ser todos iguales, vestimos todos parecidos, los lugares de toda la vida desaparecen para montar el mismo garito que te puedes encontrar en Madrid, Granada o Berlín, es una pena.
ResponderEliminarMe encanta tu tierra. Cuídate mucho.
Abrazote utópico.-
Por aquí tenemos varios restaurantes de alta gama pero sin estrella michelín, por lo que dicen ellos, hay que pagar y tener una característica que no merece ni tan siquiera la pena cumplir, no sé, comer por 100 € por el simple hecho de una estrella me parece una bobería.
EliminarSaludos
En Zaragoza seguimos teniendo bares de tapa, a la antigua usanza, con el beneficio añadido de la higiene y la limpieza. Espero que dure.
ResponderEliminarBuenísimo lo de las tapas de los libros y los bares, jajajajaja.
Un abrazo.
Como decía, el azucarillo me dio la idea.
EliminarSaludos
Hermosa ciudad nos cuentas y gusta del otro lado del mundo,abrazo.
ResponderEliminarSaludos
EliminarCon lo que me gustan a mí las tascas y los bares de siempre en Granada...qué ganas de volver a pasear por esas calles...
ResponderEliminarUn saludo!
Si te digo la verdad, ahora, están bastante destartaladas, como en el resto del país.
EliminarSaludos
Tuve la suerte de probarlas con un buen guía. La verdad es que es muy triste ver las ciudades con poca vida, el ajetreo de los bares y las calles se ha reducido mucho. Respecto a los restaurantes de estrella, nunca he pisado ninguno, no me llama gastarme un dineral en una comida, la verdad.
ResponderEliminarUn abrazo!!
Es verdad que da grima ver a las ciudades un tanto vacías, pero es que antes en algunos lugares era un descontrol de turismo barato y de juerga.
EliminarUn abrazo.