DESPUÉS DEL ÉBOLA ¿HACER CAJA?

Ha sido el primer caso de que una enferma de Ébola se infecte fuera de África, toda la información que ha venido después la hemos ido siguiendo por los distintos medios de comunicación; lo mejor, que la enferma se ha recuperado y aquellos que pudieron hacerlo están sanos y están comenzando a darles el alta tras la cuarentena, espero que de esto aprendamos a no desmantelar hospitales de infecciosos, olvidamos que somos la puerta de África; lo peor, que aquellos dos políticos irresponsables siguen sin dimitir y no parecen que lo vayan a hacer, sus jefes le son útiles como apagafuegos mientras aquellos quedan libres de “polvo y paja”.

En estos días, leo cosas que están dejándome de agradar sobre el caso; en primer lugar la dimisión forzada, por el marido y el abogado, de Teresa Mesa –portavoz de la familia- esta mujer ha cumplido un magnífico papel reconocido por periodistas de seriedad contrastada, se lo pagan dándole una patada en el culo. En vísperas de la salida del marido –Javier Limón-, realiza una entrevista en la prensa, se entiende que esté cabreado y que quiera defender a su mujer que fue insultada y mancillada como trabajadora, manifestaciones a su favor ha habido muchas en toda España; como marido tiene todo su derecho para hacerlo de manera que entienda, tiempo para meditar y reflexionar ha tenido,  me temo que no ha empezado bien, espero que no se convierta en una lucha de audiencias por escuchar más morbo al tiempo que se hace caja, que no se confunda lo que es un asesinato u homicidio de un ser humanos con el “asesinato”, según -Javier Limón-, de un perro, los animalistas no deben de llegar tan lejos, se ha “sacrificado” un animal, puede que erróneamente o no, distintos profesionales han dicho una cosa y la contraria,  tampoco debemos olvidar que trabajar en un hospital tiene un riesgo que hay que asumir, al igual que lo hacen otras profesiones de mayor riesgo, ahora bien, tendremos que exigir por parte de los trabajadores y de los ciudadanos que las cosas estén en su lugar y no acordarnos de Santa Rita cuando llueve.