“En verdad os digo que no hay alimaña del monte más digna de compasión
que los hombres de la ciudad. La ciudad tiene la inquietud ansiosa de un eterno
acecho, en el que cada uno es pieza y es cazador. La ciudad es un ruido
incesante, prisa, tumulto, voracidad, enloquecimiento. El raudal humano en las
calles es como el tropel de animales que huyen de un bosque incendiado. El aire
está podrido; el sol, enfermo; el agua envenenada. Los pájaros tienen cárcel;
las flores, también. Unos arbolillos anémicos salen en sus tiestos a las
aceras, como paralíticos en sus coches de mano, y se retiran antes de medianoche.
Es una existencia de pesadilla. La ciudad es un
corral de hombres. Y
algunos hombres huyen –como yo he huido- de ese corral, aunque por poco tiempo.
Sienten como nosotros la necesidad de
reintegrarse a su tierra madre, tan bella; de huir de lo artificioso, de respirar el aire ancho y
libre de las cumbres; de correr por el bosque o entre los picachos; de beber de
bruces en el agua del regato, tan fresca y limpia, que llena el alma de
emoción como si bebiésemos, de una vena
de la Tierra, sangre del puro y generoso corazón de la Tierra. Gozan como
nosotros gozamos, este sencillo e insuperable sentimiento de la Naturaleza no adulterada. Después vuelven tristemente a su corral
inmundo. Son… como
nosotros mismos. Este que ahí está, ignorante de que decidimos su suerte, no es
el hombre feroz, enemigo nuestro. Es…el hermano hombre, que salió como nosotros
de la tierra y que como nosotros la ama. Respetemos la vida del hermano.”
(pg.70)
Fragmento
del libro “El bosque animado” de Wenceslao Fernández Flóres. Editorial Anaya. Colección: Tus libros. Madrid 2003.
De este libro se ha rodado una
película de igual nombre dirigida en el año 1987 por José Luís Cuerda, recibió distintos premios Goya entre ellos el de
mejor actor para Alfredo Landa
No he leído el libro pero si he visto la película y me encantó.
ResponderEliminarAhora me encuentro en el dilema de leerlo o no, ya que cuando leo un libro no suelo ver la película y viceversa. ¿Qué me aconsejas? ¿Rompo la costumbre?.
Un abrazo.
Te dejo a tu entera libertad, pocas veces las películas mejoran el libro.
EliminarSaludos.
Sí señor, una de las mejores películas de la filmografía española, al menos a mí me lo parece.
EliminarHace tiempo que vi la película y no la recuerdo bien, el libro ha sido lectura obligada para su posterior comentario en el club de lectura de un autor que conociéndolo no hay leído nada suyo.
EliminarSaludos
Saludos
El alma humana al desnudo con personajes tan actuales como, Marica la viejita (pensionista) sin recursos, Xan que se echa al monte (política) a ser ladrón, no recuerdo todo pero seguro que hay mas similitudes. Un abrazo
ResponderEliminarY de una Galicia del siglo XIX que no es poco.
EliminarSaludos
Lo leí hace demasiado tiempo, sabes que? , se lo propondré a la profe en cuanto me incorpore al Taller, hay mucho para aprender de él . Gracias Emilio
ResponderEliminarBesos muchos ♥♥♥
Sin ser un libro de relatos, cada uno de ellos se pueden entender como una unidad, todos ellos a su vez forman un conjunto que habla de una Galicia minifundista, con personajes a cual más curioso y destartalado, desde la posición muy conservadora del autor, hace una crítica hacia la izquierda de la época jugando con animales, en fin, una especie de cuento con mucho fondo.
EliminarSaludos
Es una página magistral de un libro magnífico. La película no la he visto, pero no estaría mal reponerla y mover un poco las conciencias, algo que tanto necesitamos.
ResponderEliminarUn abrazo
Siempre he preferido los libros a las películas, y en este caso que vi la película antes que el libro, igualmente me lo confirma, ello no quiere decir que la película sea mala.
EliminarUn abrazo.
Yo soy uno de los huidos del corral, a lo largo de mi vida me ha tocado vivir en grandes ciudades, nunca m ha gustado, pero siempre que he podido me he escapado, ahora aquí, al final de mi vida, estoy encantado.
ResponderEliminarVi la película y merece la pena, según mi criterio claro.
Salud
Genín, tu has podido, a mi me hubiera gustado pero mi esposa no le va mucho el campo, ella nació donde cristo dio la última voz y dice que ya está bien, además con una madre con 90 años hay que estar pendiente de ella.
EliminarUn abrazo.
Me has puesto en canción, tengo que releerla.
ResponderEliminarun beso
Merece la pena.
EliminarSaludos
Seré una excepción .Yo me considero como pez en el agua en la ciudad,un ejemplo ahora donde resido me estoy bañando pues hace un tiempo de lujo,pero me siento un eremita, no queda nadie cuatro gatos en la playa y las calles parecen un pueblo fantasma,necesito ver vida a mi alrededor para sentirme vivo y alegre.
ResponderEliminarSaludos
Jose, manifiestas que te encanta y que te mueves bien en la ciudad ¿gran?; sin embargo, indicas que estas como un eremita y que te estás bañando en un lugar donde tan solo hay cuatro gatos; se vez en cuando se hecha de menos no tanto la soledad como la tranquilidad que normalmente no existe en la gran ciudad.
EliminarSaludos
Pues si, parece que la aglomeración de gente no trae nada bueno y es un corral como dices, supongo que mas que los habitantes de una ciudad, lo que acarrea agovio debe ser la densidad, osea habitantes por m2. Pero algo tendra la ciudad cuando los que estamos en el pueblo, a la que podemos, nos vamos a pasar ratos buenos, y es que en la variedad está el gusto, lo jodido debe ser, es ser ave de monte y por narices vivir en un corral.
ResponderEliminarSAlud
No debe de ser igual vivir en Madrid o Barcelona que hacerlo en Huesca o Añmeria, aunque mi ilusión sería irme a vivir a la Alpujarra o a cualquier otro lugar de montaña.
ResponderEliminarUn saludo
La ciudad tanto nos da como nos quita...
ResponderEliminarBss,Carmen
No te lo voy a negar, pero habiendo vivido en Madrid y Barcelona prefiero una ciudad pequeña, o en un pueblo grande, aunque como ya he dicho antes el sueño sería un pueblo en la montaña con acceso a todo lo moderno.
EliminarSaludos
Me recuerda tanto a la huida del mundanal ruido que ya los literarios usaban como tópico siglos atrás.
ResponderEliminarNecesitamos respirar aire puro para oxigenar nuestra mente y alma de vez en cuando.
Saludos
Este libro está escrito en torno al 1943, plena dictadura, la gente bastante tenia con salir adelante día a día.
EliminarSaludos
Pues yo también prefiero, ciudad muy pequeña o pueblo no muy grade, pero eso sí, con entorno natural “beber de bruces en el agua del regato, tan fresca y limpia, que llena el alma de emoción como si bebiésemos, de una vena de la Tierra”( hace tiempo que vi la película)
ResponderEliminarUn abrazo.
Eso de beber agua como tu quieres, me parece, que no se puede hacer en ningún cauce medio de los ríos españoles.
EliminarUn abrazo.
Esta cinta la tengo pendiente hace mucho tiempo. Y no sé si empezar por el libro o por la peli.
ResponderEliminarA mí me gustan ambas cosas, la ciudad y el campo.
Aunque prefiriría un pequeño pueblecito de mar. De los de antaño.
Aunque he escrito que me iría a un pueblito de la Alpujarra, no me importaría uno costero.
ResponderEliminarUn abrazo.
preferiría... se me fueron los deditos.
ResponderEliminarTiquismiquis.
EliminarBesos
La película me gustó mucho, el libro no lo he leído.
ResponderEliminarDe todas formas esto se puede aplicar a las grandes urbes y no me creo que se pueda aplicar a las ciudades pequeñas como la mía (Cáceres) o incluso medianas, donde en la actualidad, más o menos, se cuida el medio ambiente y se vive tranquilo.
El campo también tiene sus inconvenientes y no pocos.
Saludos.
Se dice que las ciudades del norte tienen mayor calidad para vivir que las del sur, desconozco las causas, pero habiendo visitado San Sebastian, una ciudad del tipo medio y la comparo con Granada ciudad del mismo tipo, en aquella hay más calidad de vida.
EliminarSaludos.
La confrontación entre lo rural y lo urbano no es de hoy, ya lo debatían los escritores en el Siglo de Oro (valga de ejemplo "Menosprecio de Corte y alabanza de Aldea", de Fray Antonio de Guevara, entre otros).
ResponderEliminarEstá bien como tópico literario pero hoy los pueblos se quedan solos porque hasta los más viejos del lugar prefieren refugiarse en la ciudad más próxima donde pueden relacionarse con otros ejemplares de su especie. Y muchos jóvenes tratan de huir de la ciudad, que los expulsa y los explota.
Me gusta más Cuerda, que es un personaje en sí mismo, que Fernández Florez y creo que una de las tareas que se nos encomienda al venir al mundo es encontrar nuestro lugar en él.
Saludos.
Al margen de esas diatribas, vivir en el campo durante un tiempo para desconectar de la gran o media ciudad abigarrada y ruidosa , al menos para mi, me resulta agradable, luego hay gustos como colores.
EliminarDesde mi punto de vista es difícil comparar el mundo audiovisual con el literario y aún más en un periodo en el que el cine estaba al alcance de pocos ciudadanos. Ahora bien, por separado, Cuerda es uno de nuestros grandes del cine en todos sus aspectos tanto como director y como productor; Fernandez Flores, fue un amigo del régimen que vivió bien en el y que escribió este libro que está muy bien considerado dentro de su genero: literatura fantástica.
Un saludo