Ni me acuerdo de los años que hace cuando salíamos del cole y había clases por la tarde, al llegar a casa nos tenían preparado la merienda de pan con chocolate, un chocolate que sabía a tierra, y con el, todavía
en la boca, salíamos a jugar a la calle, unas veces con la pelota, otras
jugando a policías y ladrones, al escondite, al pilla pilla, al aro..., y así hasta que anochecía, ¡¡qué
tiempos!!.
Hoy
leo un informe que nos dice que los niños españoles se han olvidado de jugar, que
los móviles y las tablets han ganado la batalla. Continua el informe que el 75%
de los menores superan los límites de exposición a estas
pantallas, ¿Quién no ha visto a un bebe en su cochecito y con un móvil en la
mano?, desde pequeños le estamos mostrando otros caminos que no son los juegos
tradicionales, ello, según una profesora de psicología evolutiva de la UGR
(Universidad de Granada) les afecta en poder mantener la atención, como la intolerancia a la frustración y algo fundamental, disminuye el desarrollo de las
habilidades sociales.
Es
cierto que no podemos estar prohibiendo el uso de estas modernidades, la
prohibición genera ansiedad en los niños, por eso no solo la escuela debe de
prevenir su uso, también la familia debe de estar con los pequeños en su día a
día digital, también debemos de preguntarnos si las administraciones están
ayudando a dar otras alternativas, creando espacios de juegos o como les llaman
ahora espacios amigables para nuestros hijos y nietos.
Decía
al principio que salía a jugar a la calle, hoy cuando paseo por aquella zona donde nací y jugaba, reconozco que es
imposible ya que está rodeada de altos bloques y de circulación que lo hacen
imposible, ¿no será esta una causa de que nuestros hijos estén más estresados?.
Calles con carriles bici, calles peatonales, pero no calles para jugar, no pueden ir solos al parque porque nos da miedo que se los lleven. Juegan en casa y ahí parece que molestan les damos las maquinitas y nos dejan tranquilos (algunos no sé porque son padres) Hay muchos juegos de mesa, de lápiz y papel, de buscar pistas, de esconder cosas, incluso de cocina…
ResponderEliminarUn abrazo
En la calle es donde se socializa o no pueden, y me sorprende eso del miedo a que venga el tio del saco y se lleve a los niños, a mi me asustaban con ese tio y no por ello dejaba de salir a la calle, los padres también se han vuelto muy protectores.
EliminarSaludos
Digamos que todos y cada uno de los pasos que vamos dando empeoran un poco más la "calidad" de la especie humana. A poquitos no se nota tanto, pero si juntas todo... ¡Uf! Eso sí, ciencia y tecnología a niveles jamás imaginados. Esperanza de vida, inigualable. ¿Para qué? Mal camino llevamos.
ResponderEliminarUn abrazo.
Y ayer un magnífico resultado para la ultraderecha, ¡¡que memoria más debil tenemos!!.
EliminarUn abrazo.
Así a bote pronto, se me ocurre, visto lo visto, lo grave es, que se les ha olvidado pensar.
ResponderEliminarUn abrazo.
Tanta tele y tanta patallita han conseguido aislar a la gente, el poder ha conseguido lo que pretendia, volverlos tontos, así han conseguido que un tal Albise consiga tres eurodiputados que se asignaran a la ultraderecha.
EliminarUn abrazo.
Yo estuve jugando en la calle hasta los 10 años cuando empecé el Bachillerato y ya salíamos del colegio a las siete y media de la tarde, que en invierno es de noche y que mientras llegaba a mi casa ya no había tiempo para jugar ni para nada. La merienda del chocolate con tierra me la llevaba al colegio para tomarla en el pequeño recreo que había entre la última clase y las dos horas de estudio que nos hacían salir tan tarde, pero que conseguían que allí, en silencio y vigiladas, todas llegáramos al día siguiente con los deberes hechos y las lecciones aprendidas. O sea, que si entonces hubiéramos tenido maquinitas, se quedarían para el domingo, pues el sábado también había clases por la mañana y por la tarde había que estudiar para el lunes y así tener el domingo completamente libre. Si ahora se establecieran unos horarios así, yo creo que habría huelgas de alumnos y los padres protestarían por estar sus hijos "traumatizados".
ResponderEliminarCreo que somos mas o menos de la misma generación y de la misma ciudad Granada, yo jugaba en lo que era el Barrio Figares, en la época en la que solo estaban las casas unifamiliares y las calles cuando llovia eran un lodazal, si se busca bien en el periodico Ideal debe de haber una foto que hizo mi padre con una barquilla en lo que hoy es la calle Alhamar, nuestra zona de juegos era lo que comprendia las casas azules y verdes, conocidas así por el color de los marcos de las ventanas que daban a la calle, aun queda algún bloque que no ha sido eliminado para construir edificios modernos.
EliminarSaludos
Yo vivía en ese barrio, pero cuando jugaba en la calle aún no había barro, sino piedras machacadas, que destrozaban nuestras rodillas cuando nos caíamos. El barro vino luego, cuando esas piedras fueron hundiéndose en la tierra, y yo lo pasaba con tacones poniéndome los zapatos hechos un asco, hasta el punto de que algunas veces me ponía unos viejos y me llevaba los nuevos para cambiarme en casa de una amiga que vivía en la entrada del barrio y no en el final como yo. Y a la vuelta, de nuevo el cambio para cruzar la calle Alhamar.
EliminarTambién se han olvidado de conversar. El Watssapp es su modo de comunicación y cuando escriben lo hacen sintéticamente y muy mal!
ResponderEliminarSaludos Emilio
Eso también y de escrtibir correctamente.
EliminarSaludos
Es una deriva penosa y posiblemente muy perniciosa para la salud de los jóvenes, pero es una moda impuesta que ha entrado con fuerza y no ha de salir tan fácilmente.
ResponderEliminarUn abrazo.
Al igual que tu, veo dificil salida a esto de salir a jugar a la calle los niños de hoy, quieren futuros tontos e incrementar los que ya hay hoy.
EliminarUn abrazo.
Prohibir no, pero controlar sí. ¿Qué hace un niño con un móvil aparte de demostrar que tiene unos padres irresponsables? Se ha perdido el maravilloso don de aburrirse y de jugar con la imaginación.
ResponderEliminarUn saludo.
Es que no se ven niños jugando ni en el dia de Reyes.
EliminarSaludos
Muy muy cierto. En la calle ahora los vemos sentaditos y mirando los móviles. Se enseñan unos a otros lo que están viendo. Triste panorama.
ResponderEliminarUn abrazo.
Y venga a matar marcianitos o al futbol en el movil, ¿no es mejor jugar de verdad con varios compañeros?, asi se socializa.
EliminarSaludos
Creo que la pantalla tanto del móvil o de la tablet o la TV son las herramientas de juegos. Por no mencionar la vídeo consola. Y desde tan chicos... en fin. Las tiendas de juguetes acabaran cerrando. Abrazos
ResponderEliminarAquí ya cerraron varias.
EliminarSaludos