Escuchar, hace unos días, las
palabras racistas de la diputada por VOX, en la Asamblea de Madrid, Sra. Monasterio
dirigidas a un diputado de Unidas Podemos Sr. Serigne Mbayé, de origen senegalés,
me lleva a realizar esta entrada.
Que el racismo institucional está presente, no lo voy a afirmar yo, lo dice un ex-juez
que recibió el premio Derechos Humanos en el 2016, su nombre Ramiro García de
Dios, cuando se jubiló dijo que se marcha “preocupado de no haberse logrado una
justicia imparcial e independiente”, continua diciendo, “el sistema judicial es beligerante con los débiles y o muy complaciente
con los poderosos”, no es algo que no supiéramos, pero suena diferente
cuando lo dice una persona que ha impartido justicia. Habla del “conservadurismo y elitismo de los jueces”
y dice que “tras la dictadura no hubo
ruptura, sino un consenso claudicante que genera lo que genera”, continua
mostrándonos el “retroceso autoritario
que se está produciendo en el acceso a derechos fundamentales, como a la vivienda, la salud o la educación .
El racismo institucional no es nada nuevo, pero es verdad que la entrada de VOX en las instituciones lo está sacando a flote con el beneplácito del Partido Popular, lo que nos debería servir para reflexionar sobre el tema y eso sin entrar en el racismo social, donde ya se ve hasta violencia física extrema. Si queremos dejar una sociedad más sana y un futuro mejor para nuestra juventud presente y futura, nuestros políticos tienen que ponerse las pilas impulsando políticas antirracistas y antidiscriminatorias, tratando al racismo como un auténtico problema y no mirar para otro lado como está ocurriendo hoy y a los jueces decirles que dentro de la "libertad de expresión" hay límites y que no todo vale y que no son dioses que todo lo saben.
La Audiencia de Madrid valida el cartel de Vox contra los menas. Es la noticia con la que nos hemos levantado esta mañana, si esto no es racismo institucional, ya no se lo que puede ser, ¿desde cuando un menor no acompañado cobra 4.700 euros al mes?, hasta engañando se la cuelan a los jueces, o no.
Recomiendo la lectura del artículo publicado en elDiario.es (Pinchar) titulado "El problema no son los menores, es el racismo" de Olga Rodriguez.
Ni racismo ni prejuicios, vengan de donde vengan, sin embargo, hay que descubrir la sutileza política y social, cuotas raciales, falsa neutralidad, y distinguir racismo de clasismo. Un abrazo
ResponderEliminarDe eso es de lo que se trata de la sutiliza con la que las instituciones tratan el racismo para que no se note.
EliminarSaludos
El pobre asquea y no se merece el mismo trato. Es así de simple.
ResponderEliminarSaludos.
Por eso cuando vienen negros ricos, árabes que son jeques, o latinos con dinero, les abrimos las puertas y no somos racistas, el racismo y la discriminación la guardamos para los otros.
EliminarSaludos
Mismamente.
Eliminar:(
Saludos.
Mientras tanto ayer mataron a un chaval al que llamaron "maricón", seguro que no pasará nada.
EliminarSaludos
La derecha siempre fue y es así de rancia, hasta hace poco lo camuflaban pero ahora han pasado a un todo vale y no es así. Los jueces simplemente tienen que hacer justicia, cosa que en este país es una utopía.
ResponderEliminarAbrazote utópico.-
En este caso es utopía de la grande. Los jueces están haciendo una política que no les corresponde, aunque también podemos decir que la ley, es tan interpretativa que deja esta clase de interpretaciones.
EliminarSaludos
Estoy en contra total de todo lo que denigre al ser humano y no es hacer una frase, sino un convecimiento.
ResponderEliminarSaludos Emilio. (Ahora aparezco de vez en cuando).
Con estos calores es que cuesta trabajo hasta levantarse.
EliminarSaludos.
Pues ese juez tenía toda la razón. Vivimos en un sistema que yo diría que es un pelín más clasista que racista. Quitarnos todos esos prejuicios, clasistas, racistas, machistas y xenófobos no es nada fácil, pero hay que hacerlo por dignidad humana.
ResponderEliminarPero ni los políticos ayudan, ni las instituciones, tampoco el empresariado, basta recorrer los cultivos de Almeria y donde vive esta gente, se sabe y no se hace nada, en cuanto a la ciudadanía, me temo que la entrada de la ultraderecha está haciendo salir a descontrolados.
EliminarSaludos
estoy de acuerdo contigo pero aqui en Miami llegan de todas partes del mundo y se quedan mientras nosotros pagamos para darles de comer a ellos
ResponderEliminarMuy de acuerdo no estás; por aquí también vienen, trabajan en los trabajos que no queremos y además se les paga mal, cuando se les paga.
EliminarSaludos
Es vergonzoso. Desde hace un tiempo parece que hemos retrocedido. Y además somos racistas clasistas porque como dices más arrtiba a un negro rico o a un jefe árabe lo recibimos con agrado.
ResponderEliminarQué mal vamos, la verdad.
Muy feliz día.
Y cada vez peor.
EliminarSaludos
Beautiful blog
ResponderEliminar¡Tremendo tema que no se agota!
ResponderEliminarabrazos
Y presente de forma más o menos intensa en todas partes.
EliminarAbrazos.
Me temo que todavía nos quedan tiempos muy malos. Alerta.
ResponderEliminarMe temo que si.
EliminarSaludos
Infelizmente, o que escreveste aplica-se totalmente a Portugal também.
ResponderEliminarE compartilho o receio do nosso querido amigo Pedro Ojeda Escudero.
Bom domingo.
Creo que este mal se está extendiendo por todo el mundo, los políticos no se atreven a cortarlo de raíz al menos en Europa, basta ver como apenas hacen nada con el racista y xenófobo Viktor Orbán primer ministro de Hungría.
EliminarSaludos y gracias por tu comentario.
Es como que quisiésemos repetir las historia. No entiendo la tontunez de este país y de Europa en general.
ResponderEliminarAbrazote utópico.-
El racismo está avanzando y ya tuvimos en su día las consecuencias que se esperan de ello.
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