Agotado y con
el cuerpo dolorido he vuelto de ese viaje sorpresa, no se si en estos ocho días
me ha quedado algún rincón por ver de esa isla afortunada que es Tenerife, han
sido varias vueltas a la isla por la derecha, por la izquierda y por el centro,
en este breve resumen diré que salvo por la humedad que ha reinado y unas
carreteras infernales, la autovía circunda tan solo la mitad de la isla, tanto lo
visto y gustado ha sido fantástico, uno que no está acostumbrado a la humedad
me ha costado hacerme; en cuanto a las carreteras puede que gracias a ello aún
existan zonas vírgenes en una isla que, por la zona sur, está excesivamente
urbanizada, no ocurre así con La Gomera, donde aún puedes dejar una llave en la
puerta de la puerta que no ocurre nada, al menos eso dijo el guía, su bosque laurisilva mereció la visita.
No
creo que olvide la vista del Teide al
atardecer y ya anocheciendo, es algo sublime, las tonalidades rojizas y el
silencio te hacen creer estar en otro planeta, fantástico; La Cueva del Viento, no nos ha defraudado en absoluto, muy al
contrario, a los nietos les encantó al igual que a los mayores, hemos podido
ver los caminos que, en su momento, siguió la lava y como se fue formando la
isla de Tenerife, los especialista y científicos de la isla nos informaron que
se encuentran muy molestos con las autoridades políticas por el escaso
tratamiento y cuidado que se le está dando a todo el suelo volcánico de la isla
que hay que cuidar dada la capacidad de filtraje que tiene ese terreno, nos
comprometimos como visitantes a denunciar ese hecho y aquí queda. Ha sido mucho
lo que hemos visto, nos hemos subido a un barco para poder ver los acantilados de los gigantes, gracias a
el nos pudimos bañar lejos del mundanal ruido. No menos espectacular es la zona
de Nazca, aquí rompimos la máquina
de fotos gracias a unas vistas espectaculares y a unas nubecitas que de
vez en cuando se metían por la montaña. Pueblos como Garachico con sus piscinas naturales, o la Orotava con su impresionante valle son pueblos que hemos visitado y
paladeado porque no podemos olvidar lo gastronómico, otra forma de ver el mundo
que nos rodea.
Hay cansancios que son maravillosos, me alegro de lo mucho que has disfrutado. Un abrazo
ResponderEliminarNo te lo niego, estamos cansado pero lo hemos disfrutado.
EliminarUn abrazo.
De ese tipo de cansancios se recupera uno muy pronto, así que ponte el mono y a trabajar.
ResponderEliminarUn abrazo.
Con nuestra edad tarda uno en recuperar el cuerpo, ahora voy a revivir la segunda etapa del viaje organizando las fotos, que entre todos tendremos más de 700. Ya mismo me veréis dando la vara en vuestras entradas.
EliminarUn abrazo.
¡Anda... anda...! no te quejes, que se te ve feliz.
ResponderEliminarBesos de bienvenida.
Siempre que uno está acompañado de los tuyos, te encuentras agusto aunque esté reventando de agotamiento.
EliminarUn abrazo.
Me alegro que disfrutaras, echo de menos las fotos, supongo que estarás revelando los carretes :)
ResponderEliminarSalud
Estoy en ello, algunas me han salido bastante buenas, al menos eso espero cuando las proyecte.
EliminarUn abrazo.
¡Menudo viajecito! Lo anoto para cuando tenga ocasión. Ya se te echaba de menos por aquí. Me alegro de tu vuelta. Un abrazo.
ResponderEliminarHace quince dias ni sabia que lo haria, pero si, ha sido un magnifico viajecito.
ResponderEliminarSaludos
Bendito cansancio, cuando el recuerdo está lleno de belleza.. Y sobre todo cuando esa belleza es compartida con los que quieres.
ResponderEliminarBienvenido y un abrazo.
Cierto Juan, así es, pero eso no quita que te duelan las articulaciones, cosas de la edad, con 20 años volvía a repetir el viaje, ahora mismo.
EliminarSaludos
:)
ResponderEliminar:-(
EliminarHay que aprovechar ! aún estás en tiempo! que con los años la cosa empeora y los pasitos se hacen más cortos.
ResponderEliminarSaludos Emilio
Espero que eso tarde aún un poquito.
EliminarUn abrazo
Qué bien que lo disfrutaste!
ResponderEliminarEn el Teide tuve la misma sensación que tú...
; )
Besos
Silencio, soledad, inmensidad, belleza, estos y muchos más son los calificativos que se podrían poner en un lugar como aquel y a una hora bruja.
EliminarSaludos