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Pradollano (Sierra Nevada), al fondo el Pico del Veleta. |
Con esta ruta de
23 Kilómetros con salida en el Parque Nacional de Sierra Nevada a más de 2.200 metros de altura, se ha concluido la
temporada de senderos. Ha sido una ruta larga, la más larga de todas, con mucho
calor, fuertes descensos y algún pequeño accidente, el punto de llegada se encontraba a poco más de 700
metros sobre el nivel del mar.
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Regato con agua. |
Nuestra salida comenzó en Pradollano, el Pico del Veleta se encontraba encima de nuestras cabezas 1.200
metros más arriba, aún se pueden divisar algunos restos de nieve que conforme avance
el verano desaparecerán.
El
parque, por esta zona, carece de arbolado, la altura, el frío, la nieve y la escasez
de lluvia en verano hace que cualquier
ser vivo que la pueble sea duro y resistente, según la información que se nos
ofrece del departamento de Medio Ambiente hay 66 especies vegetales vasculares endémicas, lo cual
representa la mayor biodiversidad de toda la Península Ibérica y una de las mayores de Europa, entre ellas se encuentra, la estrella de las nieves, la amapola de
la sierra, la violeta de Sierra Nevada y la manzanilla de la sierra son las más
conocidas. En altura aún se ven algunos “pegotes” de nieve, los
regatos comienza a traer poco agua, ya ha sido filtrada por la tierra, ahí
tenemos los granadinos nuestra reserva permanente del liquido elemento esencial
para la vida y que nos salva de las sequías periódicas.
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Vista desde el inicio de la salida |
Hacía calor y los animales estarían a
salvo de él, en este Parque Nacional, existen más
de ochenta insectos endémicos. Los
condicionantes de la alta montaña le dan a estos animales unos caracteres
específicos: son en general de color negro, tienen el tegumento duro y han
perdido la facultad de volar; según bajábamos vimos algunas mariposas y ninguno otro “bicho”
digno de mencionar, aunque siempre te queda la esperanza de ver alguna cabra
montés, cosa que si ha ocurrido en alguna que otra marcha.
Seguimos bajando con pendientes, algunas
de ellas, muy pronunciadas, conforme lo hacemos, la vegetación se hace de mayor
porte en la zona llamada Collado de
Matas Verdes, donde las vista hacen al ser humano muy
pequeñito.
Las ganas de coger alguno de los
olorosos arbustos de camino son grandes, las ordenes son tajantes, no se recoge
nada salvo la fragancia que emiten, en el Parque Natural, está terminantemente
prohibido salvo que nos queramos llevar una buena multa, una pena, nos topamos con
arbustos como el enebro, torvisco, agracejo, majuelo acebuche y madreselva que llenarían de fragancia cualquier piso y engrandecerían un guiso casero o se haría una magnífica infusión con tomillo, te de la sierra, manzanilla real (Artemisia granatensis) o mejorana.
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Tomando un respiro tumbado en la hierba. |
Tras
una agotadora caminata de 6 horas llegamos al pueblo de Monachil, fin de la
ruta y de despedida de compañeros, aunque la despedida se hará el próximo viernes tras
un cena en uno de los restaurantes próximos a la ciudad de Granada. Hay que despedirse a lo grande como son los caminos que hemos recorrido.
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Perfil de los 23 kilómetros de marcha. Salida 2000 m. Llegada 750 m. |
Uf!!!
ResponderEliminarMe he cansado hasta yo :-)
De acuerdo, tienes agujetas durante una semana, sobre todo en todo el tren inferior: muslos, pantorrillas y no te digo las rodillas como sufren, pero observar lo que te rodea y ser consciente de lo pequeño que uno es, merece la pena.
EliminarUn abrazo.
No tengo ninguna duda :-)
EliminarParece una marcha exigente, menos mal que es descendente y ya se sabe que cuesta abajo hasta la mierda corre. No me importaría haberte acompañado aunqe últimamente estoy desentrenado y para pocos trotes. Un abrazo desde mi mejana
ResponderEliminarTienes la misma apreciación que yo tenia hace años sobre el hecho de descender senderos; si preguntas a montañeros seguro que piensan todo lo contrario, bajar es más dificultoso que subir, subiendo sigues a tu ritmo más lento o más rápido y basta; bajando, influyen muchas peculiaridades, por ejemplo el terreno: blando, duro, pedregoso, irregular; musculatura de las piernas, estado de las rodillas, ritmo y la propia pendiente de descenso, la gravedad tira de ti y el ritmo no lo marcas tu te lo marca esa gravedad y no controlar es peligroso. Aún recuerdo como hace dos años un senderista, se rompió los ligamentos de la rodilla bajando una de esas cuestas que, como tu dices, se bajan solas.
EliminarLos malos himalayista que mueren, por lo general, suelen morir en las bajadas.
Cuando desees, te invito a un pequeño recorrido por cualquier sendero de Sierra Nevada.
Un abrazo
Tienes muchísima razón en lo que dices de los descensos, pero parece que es más difcultosa la ascensión. Lo cierto es que se controla mejor. Respecto al paseo, todo se andará (nunca mejor dicho) Abrazos
EliminarFelipe, cuando quieras un paseo por Granada, ya sabes, aquí me tienes.
EliminarSaludos
Sólo de pensar la ruta, me pongo a sudar.
ResponderEliminarSi, se sudó mucho, hacía mucho calor.
EliminarSaludos
Cuanto me alegro que estés tan en forma que lo has podido lograr, yo con mi pata chula, con esas bajadas, sobre todo, no podría.
ResponderEliminarSalud
Me gustaría estar tan en forma como tu crees que estoy, pero de momento no estoy apto para realizar la llamada "integral de Sierra Nevada", eso son palabras mayores.
EliminarSaludos
Estás hecho todo un chaval, eh?
ResponderEliminarConfiesa, que todo lo hacéis por la comilona...
:P
Besos, Emilio.
Más pillao cabrona :-))
EliminarUn abrazo Eva.
Qué preciosidad de paisaje, me lo apunto por si un día puedo hacerlo.
ResponderEliminarMe agobiaría ir con tanta gente (y el calor), por lo demás me animaría ahora mismo, me encanta andar por la montaña.
Besos!!
Pues tu no las tienes muy lejos, también son muy bonitas para andar y no solo para buscar níscalos.
EliminarEn muchas ocasiones, gracias a la gente que te acompaña, te animas a ir un poquito más lejos.
Eso son otros caminos que no pudimos visitar, aunque para ello necesitamos más días en caso de hacerlo.
Un abrazo.
Me gustó mucho leer esta entrada
ResponderEliminarSaludos Emilio
Gracias
EliminarUn saludo
Estás hecho un buen mozo y un buen andarín "pájaro" Tú seguro que te colocas hasta los tacones de esos bailarines de mi última entrada, y te clavas andando en los Pirineos. Tú de jubilado nada de nada: tenías que estar trabajando diez años más "so jodio" que te veo fuerte y muy saludable.
ResponderEliminarUn abrazo Emilio Manuel
No te voy a negar que estoy bien y que ando un poco.
EliminarEn cuanto a que soy un jubilado, es cierto desde hace unos meses, ahora bien desde que cumplí los 52 años una empresa llamada telefónica dijo que me fuera a casa que me mandaba el sueldo a casa, cosas de la economía que nunca he entendido, en esos ocho años he realizado infinidad de cosas que me han llenado por completo, soy de los que piensan que el trabajo no dignifica al hombre, solo le llena el bolsillo a los de siempre.
Saludos
¡Seis horas caminando! Madre mía, tengo agujetas hasta en el posa brazos del sillón, nada más que de haber leído esta interesante ruta de senderismo que nos relatas. Una hora para mi hubiera sido una proeza.
ResponderEliminarUn abrazo
Poco a poco se puede dar la vuelta al mundo.
EliminarTerminamos con agujetas, como ya he dicho, pero tras una buena ducha y si tienes en casa quien te de un masaje te quedas relajado y como nuevo
Saludos
Me encantan esas rutas que nos muestras. Las anoto, pensando que algún día las haré, aunque sospecho que quedarán en proyecto. Esta, en concreto, me parece un poco dura para mi falta de entrenamiento.
ResponderEliminarUn saludo.
Muchas son las rutas y viajes que tengo pendientes de hacer, seguramente para dos vidas.
EliminarSaludos
Muy bien las conozco pues para algo estuve en el montaje de la primera caseta de radio que se montó en Sierra Nevada, y en Monachil vive mi cuñado.
ResponderEliminarEl cansancio no se nota porque se está disfrutando de unos parajes inigualables de belleza.
Saludos
¿Como que no se nota?, las agujetas del día siguiente son de antonomasia, aunque bien es cierto que los parajes, durante el camino, los disfrutas y mientras que caminas no te das cuenta del dolor de rodillas y muslos, aunque hay que ir con los cuatro ojos puestos en el camino.
EliminarSaludos
Por cierto, toda la familia de mi esposa es del pueblo de Monachil.
Mi cuñado se hizo bueno más bien remodelo una casa frente al Ayuntamiento.
EliminarSaludos
Muy bonito pero...yo seis horas caminando no aguanto!
ResponderEliminarA la celebración final sí me apuntaba.
; )
Besos
Difícilmente te puedes apuntar, se celebró, comimos, bebimos, nos reímos y se nos regaló la clásica camiseta de recuerdo y que usaremos la próxima temporada que dará comienzo en noviembre.
EliminarBesos
Estupendo amigo...a mí la verdad el que me gustó fue subiando al pico de la Alcazaba por las 7 laguna..un saludo desde Murcia...
ResponderEliminarEso son palabras mayores; la Alcazaba una vista fantástica desde la vereda de la Estrella, pero lo es por igual desde cualquier lado.
EliminarSaludos
Admiro y en cierto sentido envidio a las personas que podéis desarrollar esas actividades físicas, lo que para mí hace años que está fuera de mi alcance. Me ha parecido un paseo precioso con imágenes que hablan por sí solas.
ResponderEliminarUn abrazo.
Cierto, es un agotador paseo de vistas y olores.
EliminarUn abrazo.
¡Mis felicitaciones!
ResponderEliminarGracias Myriam.
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