“--- El infierno de los vivos no es algo por venir; hay uno, el que ya existe aquí, el que habitamos todos los días, que formamos estando juntos. Hay dos maneras de no sufrirlo. La primera es fácil para muchos: aceptar el infierno y volverse parte de él hasta el punto de dejar de verlo. La segunda es arriesgada y exige atención y aprendizaje continuos: buscar y saber reconocer quién y qué, en medio del infierno, no es infierno, y hacer que dure, y dejarle espacio.”
Italo Calvino, «Las Ciudades Invisibles» (1972)
El libro de Calvino consta de relatos breves relacionados con los viajes que realizo Marco Polo. Cada uno de ellos debería servir de punto de partida de una
reflexión válida para cualquier ciudad o para la ciudad en general.
Os animo a su lectura este verano
Hola Emilio!! Un excelente escritor y una buena recomendación.
ResponderEliminarBuen fin de semana!!
Besosssssss
Igualmente Gabriela.
ResponderEliminarUn abrazo
Me parece que esta reflexión de Calvino vale para ciudades,personas y ....hasta cosas.
ResponderEliminarUn saludo y buen finde supongo con tus nietillos.
buena reflexión.
ResponderEliminarbuen fin de semana
un beso
Marian
Gracias Marian, las actuales ciudades y sobre todo las mega ciudades han dejado de ser humanas para convertirse en in-humanas.Un abrazo.
ResponderEliminarUn abrazo
Ysupais, sirve para la ciudad y quienes las habitamos.
ResponderEliminarEfectivamente así es.
Un abrazo.
Calvino! muy interesante autor y una elección buenísima desde la que reflexionar... puede que en ocasiones, parezca un infierno la propia vida, pero solo es un espejismo porque en realidad el infierno posiblemente no exista. De existir, tal y como nos lo han dado a conocer la Iglesia, ¿quienes irían a él? los violadores de niños, los asesinos, los ladrones, los políticos...o quienes roban para comer, son violados y exclavizados, son asesinados o mutilados... no es un infierno lo que sufren éstas víctimas del despotismo humano?
ResponderEliminarDa para mucha polémica tu entrada de hoy, y yo solo venía para agradecer tu visita y tu huella por mis rebeldías, para darte la bienvenida y desear que no te enfades conmigo cuando algo que escriba no sea de tu misma opinión. Considero que la verdad no nos pertenece por individualidad, sino que es colectiva y se esconde entre tu verdad y mi verdad...
Saludos.
Las grandes ciudades son un infierno. Todos corren, nadie saluda, codazo viene codazo va, te pisan, te atropellan, no piden disculpas. Estuve 2 Días en Bs.As. Hoy aquí repiro la tranquilidad de mi ciudad.
ResponderEliminarCariños desde Mar del Plata
Hoy las ciudades se han desprovisto de humanidad, aunque no debemos de olvidar que las ciudades y pueblos se hacen según quieren sus habitantes, las podemos hacer más o menos humanas, aunque parece que hemos optado por lo último, fiel reflejo de lo que está haciendo el hombre.
ResponderEliminarSaludos Norma
No creo en eso de cielo e infierno, en todo caso en el purgatorio y es algo que la Iglesia ha dicho que nos olvidemos, que no existe. La nuevas ciudades, en todos caso las megaciudades, esas que tienen entre 5 y 10 millones de habitantes, si que son un infierno en el sentido real: ruidos, aglomeración, consumo, polución, individualismo, indiferencia, soledad, etc... , son ciudades es las que vivir se hace muy difícil.
ResponderEliminarGracias por permitirme entrar en tu blog, al tiempo te digo que como buen relativista que soy, te digo no hay verdades absolutas; por lo tanto, aunque discrepe contigo, no creo que llegue a enfadarme, esto solo lo dejo para aquellos que pierden el respeto.
Gracias Mascab y espero verte por mi casa, porque yo pienso entrar en la tuya. Un abrazo.
como se llama la ciudad de la primera imagen?
ResponderEliminarSi no me equivoco es una imagen soñada y pintada.
EliminarSaludos