Fue mi primera lectura del
año 2022 esta de Antonio Lozano González, "Donde mueren los ríos", es una novela cargada
de sentido humano y ternura, trata la emigración africana a
Canarias, el exilio, la explotación sexual, el miedo y hasta la muerte.
En la novela hay muchas referencias al África
negra y también a un escritor de Mali que no conocía pero que si lo es en
Europa, especialmente en Francia, su nombre Amadou Hampâté Bâ, he podido ver que tiene una
amplia bibliografía escrita en francés y
algunos de sus libros están traducidos al español. Fue miembro del Consejo
Ejecutivo de la Unesco donde lanzó su grito:
“En África, cuando una persona anciana
muere,
una biblioteca arde”.
La frase me dio que pensar, posiblemente
mi edad me lo pone más fácil, en África un anciano muere y se pierden historias
de vida para que los menores aprendan, pierden una biblioteca como dice
Amadou; sin embargo, en el mundo occidental, los ancianos apenas cuentan, somos una carga
para el erario público, gastos extras en sanidad, en dependencia, en carencia
de producción, no se les tiene en cuentan, en términos coloquiales son/somos un
cero a la izquierda. Y dicen que África es el continente que no
existe, que está atrasado, solo tiene riquezas que se las llevan otros, pero a sus mayores se les respeta.