Ha sido la
lectura del libro de Ramón J. Sender “La
tesis de Nancy” la que me ha facilitado la realización de esta entrada. "La tesis de Nancy” es una
novela epistolar en la que Nancy, estudiante americana en Andalucía, a través
de las cartas que le envía a su prima Betsy, va dando a conocer lo que ella ve y entiende del mundo
andaluz, y en concreto del gitano, del que está haciendo una tesis antropológica. En estas
cartas se manifiesta la variedad y riqueza del vocabulario castellano y los
equívocos y malentendidos por las diferencias entre el castellano estudiado por
Nancy y el dialecto andaluz y más específicamente el de los gitanos, que la
llevan a interpretaciones erróneas y extremadamente cómicas. La novela consta de diez cartas,
todas ellas plagadas de chistes, bromas, anécdotas y chascarrillos, en las que
se va viendo la evolución de Nancy y sus amores, en muchas ocasiones, con
escenas típicas de las novelas de enredo.
Es ahora donde reflejo algunas de esas frases de doble sentido que extranjeros
e incluso castellanos no entienden:
Me he puesto las botas.
Está delante de tus narices.
Voy volando.
·
Meter la gamba o, meter la pata.
·
Me han dejado plantada.
·
Lo tengo en la punta de la lengua.
·
Voy a sacar la mosca. (sacar el dinero).
·
Está como una regadera.
·
Voy a cantarle las 40.
·
Voy a darle la lata.
·
Vender la moto.
·
Aquí hay tomate.
·
Me he puesto las botas.
·
He hecho la vista gorda.
·
Aquí hay gato encerrado.
Me voy a sobar (dormir en caló)
Nasti de plasti.
Nanay de la china.
Me voy a sobar (dormir en caló)
Nasti de plasti.
Nanay de la china.
Aquí
solo un mínimo ejemplo de la riqueza del castellano, ahora entiendo la dificultad de
muchos extranjeros cuando vienen a aprender nuestro idioma.