No me avergüenzo de ser
Granaino a pesar de nuestra fama de “malafollás”, en el fondo y no tan en el
fondo, los Granadinos tenemos, unos más que otros, algo de ello; sin embargo,
si me he avergonzado con el hecho de que en un pueblo próximo a Granada, su nombre Alhendín halla salido en todos los
medios de comunicación por la inauguración de una pequeña rotonda en la que se encontraban
la friolera de catorce (14) políticos/as del Partido Popular; esta inauguración, con presencia de todas las fuerzas vivas de la ciudad y provincia, es uno de esos actos donde
al político de turno se le calienta
la boca y sueltan frases antológicas, aquí no fue menos, con gran alegría se dijo: “esta rotonda, sin duda
alguna, va a mejorar la calidad de
vida de todos los alhendinenses”, ¡¡toma ya!!, hagamos
rotondas y dejémonos de hospitales, centros de mayores y demás zarandajas, una
rotonda es mucho más barato y luce más, además, como acto político que es, sirvió
para poner a parir a aquellos otros ciudadanos o políticos que no les gustaban.
Desconozco si la inauguración de una rotonda con catorce políticos presentes, habrá llegado a
ser récord Guinness pero está claro que no pudiéndose inaugurar puentes, embalses,
caminos, pisos, etc.… los políticos se han quedado huérfanos y como he leído
por ahí, una rotonda es como un rascacielos deconstruido, puestos a inaugurar se hace cualquier cosa.
Esta inauguración ha sido importante para Granada, ha ampliado su oferta turística, además de la Alhambra y la
tortilla Sacromonte, tenemos un elemento más para ser visitada, la rotonda de
Alhendín.