¿Quién no se ha
enterado de las movilizaciones de Madrid y de otras provincial españolas en
contra de la amnistía?, la última este domingo en la que se ha llegado a cortar la
A6 en Madrid, hemos visto auténticas batallas campales en las
proximidades de Ferraz (lugar donde está la sede del PSOE) con políticos de la
derecha y ultraderecha marcando el paso, alguna concejal de Segovia pidiendo
que se le pegara un tiro en la nuca al presidente, la Presidente de la
Comunidad de Madrid llamando “le gusta la fruta, perdón hijo de puta” al Presidente de
Gobierno, militares jubilados pidiendo una asonada, Jueces saliendo con toga protestando por una ley que no conocen, ¡¡qué país!!, no hemos aprendido nada, si esto se dice en las “altas
esferas” que puede pasar por aquí abajo, algún loco puede empezar a hacer de
las suyas, tenemos una democrácia imperfecta.
Me ha resultado interesante esta parte
de un artículo más amplio que ha publicado “Publico” dice:
“La
hiperventilación contra la amnistía ha sacado a la luz pública a todos los
sectores que se resisten a cualquier pérdida de privilegios y hasta donde llega
el alcance social de la derecha: jueces, magistrados, policías, obispos,
guardia civiles, centros de enseñanza privada y concertada, cuerpos de la
administración del Estado,…es decir tenemos un sistema horadado por fuerzas
corporativas que bajo mantras como el de la independencia del poder judicial o
la disposición a dar hasta la última gota de su sangre, esconden su voluntad de
actuar como poder autónomo (el escándalo del CGPJ, caducado y emitiendo
informes contrarios a una ley que no conocían es emblemático). Las reformas de
mejora institucional del plan de gobierno; Ley de Régimen Local, Ley Mordaza no
deben crear telarañas en los cajones de los ministerios…
Y
estas son (algunas) piezas que habrá que mover para que la virtud inunde
nuestra sociedad.
A
la identificación y la materialidad de la virtud se tendrá que unir la
celeridad de los cambios y del cumplimiento de los acuerdos de investidura.
Mantener la agenda reformadora y el liderazgo social es la gran tarea del nuevo
Gobierno.