¿Quién
no quiere un televisor más grande, o el teléfono móvil más ultramoderno, o…?
son muchas, demasiadas, las cosas que queremos, nos hemos generado muchas necesidades y con el afán de conseguirlas, perdemos nuestra libertad, trabajamos y trabajamos
y cada vez necesitamos más de algo que es escaso, me refiero al trabajo, eso nos están diciendo, el
trabajo hay que repartirlo y aquellos que lo crean juegan con él, nos tienen
amarrados, hemos perdido la libertad si es que alguna vez la tuvimos.
Hace semanas que terminé de leer “El Ingenioso Hidalgo Don Quijote de la
Mancha” hay un pasaje en el capítulo
LVIII en donde “El Señor de los Leones” es decir “Don Quijote”, dice una de sus
locuras para unos, verdades como puños para otros; aunque son los menos los que, como él, persiguen esas ideas, su coste, vivir al margen de la sociedad, dice este divino loco:
”….las
obligaciones con que hay que corresponder a los beneficios y mercedes recibidas son ataduras que no
dejan campear al ánimo libre. ¡¡Venturoso aquel a quien el cielo dio un pedazo
de pan sin que tenga la obligación de agradecerlo a nadie más que al mismo
cielo!!
Je je, decían y aún siguen diciendo que
estaba loco, los mandamases de hoy no quieren que estas ¿necias palabras? escritas en el siglo XV calen
en la sociedad del siglo XXI, ¡¡cuánta tontería!!, sigamos comprando y perdiendo
nuestra libertad a cambio de humo, incluso para que suene mejor ya no se pone la palabra "REBAJAS" ahora es Black Friday palabro que viene del mundo del consumo por excelencia. Nos roban los pocos euros que nos pagan de mala manera y encima les damos las gracias.