Un
fin de semana muy deportivo y de mucho fútbol, que digo mucho, muchísimo, nada
menos que 14 partidos entre viernes tarde, sábado y domingo, pero era otro fútbol y
otros partidos, se jugaba en Guadix (Granada) el Campeonato Andaluz de Fútbol Sala Benjamín, un campeonato donde juegan niños y niñas de
entre 8 y 9 años, una delicia ver como mueven el balón, el hecho de ver tanto fútbol es que
en la Selección Granadina jugaban tres jugadores del equipo en el que mi nieto
es portero titular y aunque juega en el equipo alevín formado por niños de 10-11 años, esos niños, pese a ser de categoría inferiores, pueden jugar en la superior, los conocemos desde que
jugaban juntos en el cole con 5 añitos.
Últimamente está muy en los medios, la
violencia en el deporte propiciada generalmente por padres que piensan que sus
hijos, y ellos ya de paso, vivirán del deporte que practican; para evitar esa violencia, que
no se dio en ningún partido, había una pancarta que recordaba a los padres lo
siguiente:
Sin querer extenderme de los valores positivos que aportar el fútbol a estas edades, si son guiados de forma correcta, si quiero reflejar algunos: espíritu de superación, compañerismo, igualdad, disciplina, sacrificio,deportividad, capacidad de trabajo y de esfuerzo, socialización, etc…
Está claro que no son Messi, ni Critiano Ronaldo, no pretenden serlo pese a que en sus colegios lleven camisetas de sus ídolos, ellos juegan porque les gusta darle patadas a una pelota y jugar, eso es, jugar; mientras, sin que ellos lo sepan, estimulan una coordinación que está en sus inicios, de ahí que fallen pases que viéndoselos a un profesional no se le admitiría el fallo, ellos juegan con la sonrisa y no digo que no se cabreen que lo hacen, algunos hasta lloran cuando pierden, pero todo eso les dura unos segundos el tiempo que se tarda en ofrecer la mano al contrincante ante una mala entrada o, cuando se vuelven a juntar en el vestuario con sus compañeros.
Disfruto viendo jugar al fútbol sala a estos niños/as. El Barça jugaba el sábado, preferí ver a los chavales que a aquellos millonarios que les cuesta trabajo enlazar dos frases seguidas, esos millonarios ganan con una patada mucho más que un investigador o que un educador de cualquier parte del mundo, a lo que juegan estos últimos -fútbol profesional- no es deporte, es espectáculo de masas, tomando el sentido más peyorativo del concepto masa.
El resultado del campeonato de Fútbol Sala Benjamín ha sido:
Campeón: Selección Granadina de Fútbol.
Subcampeón: Selección de Córdoba.
Tercer Puesto: Selección de Almeria.
Pues sí. Yo la verdad es que tengo un grato recuerdo de la época en las que iba con mis hijos de un lugar a otro, todos los fines de semana, para que practicasen su deporte. En este caso no era fútbol, lo cual ayudaba un poco a relajar las pasiones.
ResponderEliminarUn abrazo.
Si, padre y abuelo vamos de un lado para otro, especialmente los últimos meses que ficha federativa tanto en fútbol sala como en fútbol 7.
EliminarUn abrazo.
Los valores que debería aportar el deporte son camaradería, formación y respeto. Si el deporte es en esuipo, mucho más, porque aprendes a relacionarte y a aceptar y ser aceptado, y a las edades de tu nieto, qué decir. Sin embargo, como cada vez, nos educan más en la competitividad y el individualismo, esos objetivos anteriores se pierden de vista. Es bueno recordarlo alguna vez. Y aún mejor que tu familia venga a verte jugar y lo haga con amor y alegría. ¿A que sí?
ResponderEliminarNo puedo negartelo, pero cuando vez lo que vez con algunos padres gracias a los medios de comunicación, por mucho que estos digan que se mantienen al margen, es difícil que esos valores que manifiestas sean generales.
EliminarLa diferencia estriba , en que muchos padres quieren "fabricar" Messis y Ronaldos, saltándose todas las barreras e importándole poco esos valores positivos, que tan bien has enumerado.
ResponderEliminar¿Te imaginas como debe ser el comportamiento de esos "cafres" con sus hijos, cuando comprueban que sus ansias no se cumplen?.
Enhorabuena por el triunfo y un abrazo.
Son hijos frustrados gracias a esos padres.
EliminarUn abrazo.
A mí cada vez me gusta más el fútbol no profesional y ha dejado de interesarme el profesional. Espero que los violentos y los energúmenos no me lo fastidien.
ResponderEliminarSeguro que entre esos niños o no profesionales sale un cafre, pero uno no hace multitud.
EliminarSi me gustara el fútbol seguramente me inclinaría mas por el amateur que por el profesional, pero parece que la violencia llega mas a los equipos del cole que a los profesionales. Abrazos
ResponderEliminarNo te creas, los intereses que hay en el fútbol profesional es demasiado grande, basta ver quienes son en muchos de los casos los promotores de esa violencia, escucha radio y televisión, solo que esos que la promueven se esconden tras los micrófonos con su eterno dicho de libertad de expresión, el fútbol tiene pasión y ellos la animan a que se fomente aún más.
EliminarSaludos
Muy bien por la pancarta,algunos padres no saben comportarse y olvidan los verdaderos valores del deporte.
ResponderEliminarYo también hubiera preferido ver ese partido.
Enhorabuena a tu nieto!
Un saludo.
Se lo daré de tu parte, son buenos, no son violentos, juegan por diversión y encima ganan.
EliminarSaludos
Desde luego, no cave duda que el deporte sin ninguna pretensión de futuro profesionalismo es beneficioso para los niños y llevándolo bien, también para sus familiares que pueden ir educándose en la convivencia, deportividad y civismo con sus competidores, dando así ejemplo positivo a sus niños, el cual debería ser trasladado a los hogares, otro gallo nos cantara a la sociedad en general, si fuera así.
ResponderEliminarSalud
En una sociedad competitiva, hacer deporte y querer ganar es positivo, lo peor es que esa competitividad se convierta en violencia, ahí es cuando deja de ser deporte.
EliminarSaludos
Eso debería figurar en todos los partidos de fútbol, pero hasta en los grandes, porque este deporte cada vez está más podrido. Ahora lo dramático del caso, como hemos visto en varias ocasiones, son a padres dándose de hostias en partidos de críos. Estos padres son los que necesitan unas clases de educación por la vía rápida.
ResponderEliminarSalud Emilio Manuel.
Donde hay dinero o posibilidades de haberlo, ya se sabe.
EliminarSaludos
No entiendo nada de fútbol, porque no me interesa.
ResponderEliminarNo te gustará el fútbol pero seguro que si tus nietos Pool o Hugo te dicen que los lleves a jugar, los llevas encantado, así empecé yo. Aún recuerdo alguna entrada tuya en la que hacías referencia a este tema con respecto al mayor de tus nietos o puede que esté equivocado.
EliminarMe uno al mensaje respetuoso, objetivo y necesario de la pancarta, tenemos nietos de las edades de los tuyos y vamos a verles jugar. Sé bien lo mucho y bueno que transmites como preventivos de cosas inaceptables. Los energúmenos tienen que ser neutralizados por los que no aceptamos esos nefastos comportamientos en la actividad tan noble como el deporte.
ResponderEliminarUn abrazo.
Desgraciadamente casi siempre hay un energúmeno que no sabe estar callado.
EliminarUn abrazo.
Creo que es importante llevar la moderación y la educación a las canchas de juego desde el principio.
ResponderEliminarUn saludo
Hay llevar la educación a las aulas, una pena que los padres no puedan acudir a ellas.
EliminarUn saludo
Me gustan más los campeonatos escolares que los manidos partidos profesionales. También prefiero deportes variados ya que cuando vemos las noticias supuestamente deportivas, solo se habla de un deporte.
ResponderEliminarPor aquí terminaron las liguillas escolares, donde pudimos disfrutar de las competiciones en categorías inferiores: prebenjamines, benjamines, alevines, infantiles..
Buen momento para inculcar a los peques los valores olvidados en nuestra sociedad a través de la práctica deportiva.
Y colorín, colorado esta temporada ha terminado.
¡Nos vemos en la próxima!
Cierto ahí nos veremos.
EliminarSaludos
Compartir y competir sin violencia, hace del deporte un entretenido y ameno juego para el deleite del jugador y espectador.
ResponderEliminarPero cuando llega a planos mayores y los venden por millones como borregos, y los bandos de un lado y otro se pelean, esa violencia no tiene mucho de deporte.
Un abrazo.
Ambar
Cierto, hay un momento en el que el deporte deja de serlo, es cuando aparece la violencia.
EliminarUn abrazo.