Leo en el diario Montañez de Cantabria que una madre acude al Tribunal de lo Contencioso Administrativo para
pedir que a su hijo le aprueben la asignatura de Lengua y Literatura alegando arbitrariedad en la corrección del examen.
Sobre
la misma noticia mi juez de cabecera su
señoría Emilio Calatayud –juez de menores de Granada- escribe en su blog: “ ….Los jueces, con buen
criterio, han mantenido el suspenso del niño y, de paso, han ‘suspendido’ a la
madre, ya que le obligan a pagar las costas del procedimiento.
El tribunal, en su sentencia, dijo
lo siguiente: “Tenemos elementos suficientes para alcanzar la convicción de que
en el presente caso no puede hablarse de arbitrariedad”.
La autoridad de los maestros queda a
salvo… Y el niño que estudie, mujer, déjese de pleitos. Se lo dice uno que fue
tímido para los estudios y llegó a suspender ocho.”
Sin comentarios.
Vaya disgusto tendrá la señora, puede que esté pensando en denunciar al juez. Abrazos
ResponderEliminarCon el pago de las costas de la denuncia, seguro que se le han quitado las ganas.
EliminarAbrazos.
¡De no creer!
ResponderEliminar(Lo digo por la madre)
Su ignorancia raya lo absurdo.
Ella transmite a su hijo o transmite a su hijo:
que no tiene responsabilidad en el suspenso,
que un niño no puede a caer y aprender a levantarse
(que es lo importante) por lo que no lo prepara para
superar el fracaso. Que siempre puede amparase en las faldas de la madre o sea que, puede si quiere tener una conducta criminal o aún peor.
Bien por la sentencia, aunque no creo que
aprenda de ella, más bien me inclino a creer
que piensa que todo el mundo está en su contra.
Un abrazo
Creo que tu último párrafo es correcto.
EliminarUn abrazo.
Uff! ¡Mira que no dejo de sorprenderme con lo que la gente hace por ahí!
ResponderEliminarUn abrazo.
La capacidad de sorpresa del ser humano es tremenda.
EliminarUn abrazo.
Soy fan absoluta de este juez granaino.
ResponderEliminarY la madre es gili..... , no, lo siguiente.
Este no entró en su juzgado, pero seguro que tiene parecidos temas.
EliminarSaludos
Si es que hay gente pa tó jajajaja.
ResponderEliminarEso les pasa porque no están acostumbrados como yo, prueba o examen al que me presento, suspenso seguro.
Un abrazo, Emilio.
Yo también tuve mis malos momentos, pero no había posibilidades de denunciar así que "cogotazo" del maestro y "zapatillazo" de mi madre, eran otros tiempos, no digo ni mejores ni peores, pero si que había más respeto por el maestro.
EliminarSaludos
Es un tema que no conozco lo suficiente para opinar, supongo que la madre para meterse en un berengenal tendrá sus razones y estará convencida.
ResponderEliminarSalud
Como educador te digo que esa madre no cree en su profesor, ni en su escuela, ni tan siquiera en lo que le enseñan a su hijo, quiere simplemente que un juez lo apruebe, eso es una falta total al respeto a todo el colectivo y dudo mucho de la capacidad intelectual tanto del niño como, y sobre todo, de la madre.
EliminarSaludos
Menos mal que no se le ocurrió a la madre ir a pegarle al profesor, cosa que a veces sucede.Emilio estoy de acuerdo, como docente, en todo lo que has opinado en los comentarios
ResponderEliminarSaludos Emilio
Lo de pegarle a un profesor/a no resulta raro en España, todos los años tenemos varias noticias sobre el particular, la cuestión es que ese hecho está considerado como un delito algo que padres y madres de alumnos no saben.
EliminarSaludos