Me han hecho reflexionar sobre la clásica pregunta ¿tenemos todos un
precio?, siempre he mantenido el criterio, que el mundo actual, todas
las personas nos movemos en un mercado de compra y venta, basta ver nuestro
entorno, representado por todo tipo de ciudadanos, desde la realeza, hasta el
más pequeño de los vecinos cuando dice que no paga el IVA o trata de engañar a
hacienda que, según dicen y yo lo creo, somos todos, (algunos más que otros).
Seguro que muchos dirán que no se
venden por nada, SON INCORRUPTIBLES, puede que su precio no sea el de un jamón, o el del valor un
coche, o de una casita en el campo, o una tarjeta black pero ¿y
si te dicen que aseguran el bienestar de tus hijos?. Cuando la desigualdad, la pobreza y la corrupción aumenta, esas ofertas nos hacen dudar a todos; deseo el bienestar de mis hijas, como todo el mundo, pero sin deberle nada a nadie, quiero que ese bienestar forme parte de un trabajo colectivo en beneficio de todos, aunque cada vez lo están poniendo más difícil, ya están inculcando que EL TRABAJO ES UN BIEN ESCASO, ante esto, ¿te dejarías corromper por el futuro de tus hijos?.
Seguramente, pero nunca lo voy a saber porque no tengo nada que vender. Gracias por tus comentarios en mi blog y que no he podido responder, gracias y un abrazo
ResponderEliminarSaludos Ester.
EliminarYo creo que aparte de que cada uno pueda tener o no un precio, las personas tenemos una condición propia que nos acompaña toda la vida.
ResponderEliminarEstoy en desacuerdo de frases hechas como que "el poder corrompe". Creo que estos mangantes, con cuentas en Suiza y con mordidas millonarias, no han sido corrompidos por la cantidad y que si hubieran sido camareros de un bar hubieran metido la mano en la caja por cinco euros.
Aparte de todo esto, una persona puede ser capaz de robar por paliar el hambre de un hijo pero esa es otra cuestión.
Un fuerte abrazo, Emilio.
Yo si creo que el "poder corrompe" sobre todo cuando este es omnímodo, cuando no hay controles, algo que se ha demostrado que en nuestro país no existen, que no se pusieron en su día y después no se ha querido arreglar.
EliminarEs el miedo a la sanción cuando evitamos cometer actos antisociales, robar, circular a velocidad mayor a la permitida, etc...., al no existir esas sanciones, aquellos que lo sabían metían la mano y hasta el pié, por eso creo que todo lo que hoy escuchamos en cuanto al robo de lo público, no va a pasar nada.
Saludos
Yo no creo que corrompa el poder, creo que corrompe el sistema, el sistema capitalista es la corrupción, sin corrupción no hay sistema, el sistema se alimenta de la corrupción, por lo tanto todo el que vive, justifica o acepta el sistema (todos nosotros), somos candidatos a ser corrompidos. Eso no significa que no hayan existido y existan individuos incorruptibles, la historia está plagada de ejemplos, pero entonces el sistema utiliza todo su poder para desprestigiarlos y difamarlos, si eso no es suficiente los asesina y condena al olvido para que no sirvan de ejemplo. Acabar con la corrupción significa acabar con el sistema capitalista, por qué otro sistema lo cambiamos es otro debate.
ResponderEliminarUn abrazo, Emilio.
Efectivamente un sistema político corrompido, corrompe al poder, aunque, como fué nuestro caso, desde el poder, en la transición, se propuso el actual sistema, en consecuencia quiero decir que ambos van muy de la mano.
EliminarSaludos
Has planteado una cuestión muy interesante.Una cosa es robar para dar de comer a los hijos y otra, muy distinta, robar para enriquecerse.
ResponderEliminarSaludos
Pero desgraciadamente están pagando con la cárcel los que roban para comer.
EliminarSaludos
Conocí a un corrupto que antes no lo era. Cuando lo fue me dijo que había quien hacía ofertas que no se podían rechazar.Creo que sí, que TODOS tenemos un precio, o más bien unos límites que, llegado el caso, podemos llegar a traspasar amparándonos en ciertas circunstancias. El bienestar de la familia es una de ellas, sin duda.
ResponderEliminarSaludos!
Es cierto pero cuando llegas a determinado bienestar, siempre queremos mas. ¿Es que no tenian su vida bien resuelta los Urdangarines?, la soberbia de querer mas y mas.
EliminarSaludos
Y además Emilio, la carne es débil, si te tienta una hermosa mujer...entonces ya si que..
ResponderEliminarSALud
Tu lo pones mas dificil.
EliminarSaludos
Claro, seguro, todos lo tenemos, pero no tiene que ser solamente a cambio de cosas materiales, a veces es un segreto "yo te doy para que tu me des" incluso aunque no lo
ResponderEliminarreconozcamos, otras veces el premio es un simple reconocimiento de algo que no tenemos, en fin, la lista es larguísima, como la de todas las debilidades humanas...
Salud
En eso estamos.
EliminarSaludos Genin
El tema es bastante complejo además de tener un montón de supuestos, creo que las personas normales sin ninguna identidad que se le conozca política o mercantil ,no hemos tenido ocasiones que nos hagan propuestas mareantes.
ResponderEliminarLo que si sé ,es que de joven todas las propuestas que hacia a las chicas no les gustaba.
Saludos
Hablamos de supuestos Jose.
EliminarSaludos
Sólo podemos saberlo cuando nos han tentado, cierto que las tentaciones suelen ser pequeñas, pero si en lo menudo caemos..., qué no haríamos en lo grande.
ResponderEliminarPlanteas una duda muy interesante para reflexionar.
Un abrazo!!
Tu lo dices, si caemos en lo pequeño , ¿que no hariamos en lo grande?.
EliminarSaludos
En efecto. Todos tenemos un precio. Yo aún no he pensado el mío, pero me has dejado intranquilo.
ResponderEliminarMe repites la misma idea que otros compañer@s han comentado, "no han pensado o no han reflexionado sobre el particular", posiblemente porque no hemos estado en el "lugar adecuado" y "el otro no nos ha tasado". Olvidamos siempre "al otro" como si no existiera, para mí el más culpable de todo el tinglado pero como es el que tiene el poder, se va de rositas.
EliminarSaludos
Buena pregunta:
ResponderEliminarSería fácil decir que no, pero prefiero decir, que me esforzaría mucho para poder decir que no.
Un abrazo.
No, aquí todos se esfuerzan en decir que no, hasta que llegan a ese punto que dicen que sí.
EliminarSaludos
Supongo que esa es una pregunta que todos nos hacemos alguna vez. Puede que no se sea inclinado al dinero o a los bienes materiales pero se sea sensible al halago, a la protección de los hijos. ¿Qué haría uno por proteger a los hijos de los sufrimientos, de la enfermedad? Lo lamentable es que sea necesario corromperse para lograr algo y que haya tanta gente dispuesta a corromper/se .
ResponderEliminarSaludos.
Vivimos en un país que fácilmente se corrompe porque, quiero entender, hasta hace unos días no existía legislación al respecto y lo que había tenía muchas trampas que los ladrones de cuello blanco conocían. La historia de nuestro país está llena de corrupción y de corruptos.
EliminarSaludos
Este es un tema interesante. Cierto es que todos tenemos un precio, no necesariamente económico. Lo malo es que nos cojan el punto.
ResponderEliminarSiempre lo cogen, es cuestión de ir tanteando.
EliminarSaludos