No
voy a negarlo, me gusta el buen vino, y estos Reyes Magos me han regalado dos
buenas botellas, una de vino blanco y otra de tinto, ahí las tengo para
tomarlas en un día que esté acompañado con toda la familia.
Junto a las botellas, acompañaba un
pequeño libro titulado ¿Te cuento un vino?, su autor Enrique López, me lo ha dedicado. El
autor, al que conocí en una cata de cerveza, ha escrito su primer libro, lo ha hecho de la misma manera que hay
que tratar a la parra para que de un bueno vino, con cariño; el libro consta de
pequeñas historias que se beben muy fácilmente dejándote un agradable sabor.
Con el cariño de sus letras, estoy
aprendiendo que si se sabe escuchar, el
vino nos habla, el vino nos dice cuando hay que atenderlo y mimarlo. Estoy
aprendiendo que la vid es una planta luchadora, una planta de supervivencia,
guerrera y combativa, no necesita suelos fértiles ni exceso de nutrientes para
producir frutos de calidad, todo lo contrario, prefiere tierras que se lo
pongan difícil, que le proporcionen poca cantidad de comida, y que juegan a
esconderle esta en las profundidades de los campos. Es con esa lucha, el sol y
la ayuda de gente que reconoce esa lucha, como consiguen esas parras sacar vinos
de clase y carácter, es la lucha por la
vida.
Igualmente me ha mostrado como gracias
a esas personas que cuidan y miman la parra desde sus inicios, el vino tiene alma, corazón y vida; cuenta el caso de Pablo, un niño autista cuyos
progenitores, propietarios de una bodega, le han puesto “autista” a
una de sus producciones, esta producción tiene componentes especiales: un 30%
de cariño, un 30% de entusiasmo, un 40% de ilusión y un 0% de interés económico
ya que todos los beneficios se entregan a la Asociación de Personas con Trastorno
del Desarrollo Autista (ASTRADE).
Son muchos los pequeños sorbos que hay
que dar, no es cuestión de coger un “cogorza”, poco a poco seguiré leyendo sus
pequeños "cuentos" que hablan de historia, arte, literatura, de saber beber, de
mirar al mar, de toros y de felicidad, de la felicidad que te proporciona la
buena compañía y un buen coloquio acompañados de un buen vino, son historias humanas, carente de tecnicismos,
y que me han acercado al romanticismo del vino.
El camino que sigue el fruto de la
parra hasta convertirse en vino es largo, como el del hombre, dice el autor, el
camino que han de seguir ambos es el sencillo, el natural, el evidente. Si te
desvías, la misma vida se encarga de devolverte al sendero correcto, aunque sea
de la forma más dura. Aunque tengas que perderlo todo para volver a
encontrarlo. Enrique lo sabe.
Titulo: ¿Te cuento un vino?. Rarezas y caras B de
nuestros vinos y bodegas.
Autor: Enrique López
Editor: Libros.com
.... y las mujeres!
ResponderEliminarMe ha interesado el libro por la forma que lo has reseñado. Lo miraré.
Si digo eso, seguro que me crucificáis, pero sí, también las mujeres ¡¡viva!!.
EliminarUn abrazo.
Interesante entrada, sobre todo para alguien como yo, que por nacer donde nací siempre me interesó la cultura del vino. Me haré con el libro.
ResponderEliminarPermite que te remita este soneto de Juan Alcaide Sánchez, mi maestro de letras hondas ya fallecido, para que lo guardes entre las páginas de ese libro:
Desde el primer milagro hasta aquél Jueves,
!cuanta doctrina, Amor, regó el viñedo!
Después... !caunto aforismo, "dedo" a "dedo"!
!Cuanto lagar desde vasijas breves!.
!Qué cuenta de pasión, con tantos debes!
!Qué infinito pagar! !Qué claro enredo!
!Cuántas siete palabras sobre el ruedo!
!Cuánto extraño volcán bajo las nieves!
Crucificado en el sarmiento, !oh, vino!
con pámpanos triunfales resucitas
cuando en piedras preciosas te maduras.
Tú rompes la luz blanca al desatino.
Por ti se quedan cuerdas las locuras,
pues sólo tú nos das...lo que nos quitas.
Un abrazo.
Gracias amigo Juan, guardado queda entre las páginas del libro.
ResponderEliminarUn abrazo.
Una buena manera de ver al vino con ojos de poeta.
ResponderEliminar...y si bajamos a la tierra:
Una copa de vino diaria hace bien al corazón.
Saludos Emilio, hoy desde
http://siempreseraprimavera.blogspot.com.ar/2015/01/a-partir-de-hoy-seguro-que-comenzas-la.html
Lo ha visto con los sentidos, es la mejor forma de entender el vino.
EliminarSaludos Norma
Me ha gustado eso de te cuento un vino...
ResponderEliminarMi parcela en la que vivo está plantada de cepas de uba blanca con la que hacen los famosos finos andaluces, yo no la cultivo, lo hace un hombre que tiene mas parcelas y se lleva la cosecha a cambio de que las cuide, cosa que a mi me costaría un dinero que no tengo, aparte de que no tengo ni idea de como se hace, pero así me doy el gustazo de verlas bonitas y en todo su esplendor... :)
Salud
Tu eres un buen cuidador, seguro que de tus uvas saldrá un buen vino.
EliminarSaludos
Yo no me lo tomaría cuando esté "toda" la familia.
ResponderEliminarUn abrazo.
Llevas razón, he aprovechado que no me veia nadie.
EliminarUn saludo
La parra y el olivo forman parte de la idiosincrasia mediterránea, adaptadas al medio seco en el que tienen que vivir y que dan excelentes productos que me encantan, aceite, olivas, vino...
ResponderEliminarTiene muy buena pinta el libro y cómo lo estás disfrutando tú.
Salud y un sorbo de vino para brindar por ello.
Aqui me tienes para abrir una botella mirando a la Alhambra.
EliminarUn abrazo
Me ha gustado esta entrada, mucho...
ResponderEliminarCon una copa de vino en la mano, sorbo a sorbo se pueden experimentar tantas sensaciones... Es un mundo lleno de todo lo bueno que tiene la vida, de verdad te lo digo.
Un abrazo.
Digamos que con una copa en las mano de un buen vino, los males son menos males, al menos, durante unos minutos.
EliminarUn abrazo
Hola, Emilio. Es la primera vez que visito tu blog, atraída, no por el vino sino por algunos comentarios tuyos que he leído en otros blogs y porque eres educador, profesión que ejercí hasta hace poco y ambas cosas me han interesado.
ResponderEliminarLo que me gusta más que el vino, son las viñas sobre todo en otoño, y también las cepas al desnudo; tienen una belleza rústica de mucha fuerza.Prefiero los vinos blancos, suaves y sean tintos ,blancos o rosados, lo que más admiro es el color y su brillo a través de la copa. Bueno, ya ves que no tengo una interesante conversación sobre vinos como tú sabes hacer, pero me han gustado tus conocimientos sobre el tema.
Un afectuoso saludo.
Como ahí arriba pongo, me gusta el vino, con moderación, en todos sus colores, especialmente me encantan los cavas. No te creas que mis conocimientos sobre el tema son mayores que los tuyos, escuche hace un tiempo en una bodega que el mejor vino es aquel que a uno le gusta, esto dicho por un sumiller puede resultar rato pero no ha sido el único al que le he escuchado decir lo mismo.
EliminarGracias por asomarte esta tu casa, te espero en más ocasiones.
Un abrazo
Pues chin chin!
ResponderEliminarY a seguir disfrutando de pequeños sorbos de vino y de ese libro.
Saludos
Efectivamente, bebamos con moderación, especialmente si se conduce.
EliminarSaludos.
Como bien dices, el vino tiene alma corazón y vida. Siempre que lo sepamos usar con el cariño y respeto que se merece, porqué si no te enloquece.
ResponderEliminarSaludos
Como todo en esta vida, no hay que volverse loco, pero si que se puede experimentar y al final del experimento elegir el vino más rico o el que más te guste.
EliminarSaludos
Unos amigos se han iniciado en la aventura del vino http://masdelarealdesella.es/ y he estado acompañándolos desde sus inicios. La verdad es que es un mundo interesantísimo en el que la naturaleza y el cariño por las cosas bien hechas son lo más importante. Pues eso... Viva el vino!
ResponderEliminarHe visto el vídeo, y por lo que veo han de ser muy parecidos a unos que tenemos por aquí dada la altura en la que se desarrollan, según dicen la más alta de Europa (1.350 m. aprox.), en plena Alpujarra y frente al Mediterráneo, la bodega se llama "Barranco Oscuro", al igual que esta me imagino que tus amigos habrán tenido que poner unos precios poco competitivos con las grandes bodegas, estos vinos granadinos son de alta calidad pero dada su producción caros, bastante caros, digamos que para una fiesta, y desgraciadamente no podemos estar de fiesta todos los días.
EliminarUn abrazo.
Salud!! disfrutar de un buen vino bien acompañado.... ideal.
ResponderEliminarun abrazo
Cierto, algunas veces, incluso sin vino.
EliminarUn abrazo.
Que tendrá el vino que hasta lo “bendicen” y algunos médicos opinan que un vasito en las comidas es saludable y, como no dedicare y escribir un libro “¿Te cuento un vino?”
ResponderEliminarSalud y un abrazo.
Si, en las comidas, y siempre que despues no se tenga que conducir.
EliminarUn abrazo
Tomemos un trago de néctar divino
ResponderEliminara los que otros llaman vino
porque nos vino del cielo.
Decía Berceo.
Saludos y a disfrutarlo.
Yo creo que mas que del cielo, viene de la tierra, ayudado por el sol del cielo, la temperatura adecuada y mucho cariño de quienes cuida esas parras y esas uvas.
EliminarUn abrazo
Qué hermosa entrada, Emilio. Soy de poco pero buen beber, de la Ribera del Duero, a mayor abundamiento. En cuanto a las mujeres, ahí paso.
ResponderEliminarBuen año.
Me has hecho pensar en eso de las mujeres, aunque creo que te refieres a eso de "viva el vino y las mujeres", bueno es que yo tengo tres mujeres en casa, más la nieta, más la consuegra, mas...., como ves yo no puedo pasar.
EliminarUn abrazo.
Con los años he descubierto que el vino no da lo que no llevas dentro, así que seguro que han sido unos sorbos intensos, libres y curiosos, plenos de aroma y pasado pero desplegando las alas.
ResponderEliminarUn saludo
El vino o mejor dicho el alcohol, ni te hace olvidar ni recordar, solo bebiendo en su medida se puede disfrutar.
EliminarUn abrazo.
Ese libro se lo voy a regalar a mi yerno y a mi hija, ellos saben disfrutar un buen vino, yo soy mas de cava y me han dejado sola, solo me gusta a mi. Abrazos
ResponderEliminarEster, en uno de los comentario me he manifestado amante del cava, en almuerzo o cenas, generalmente en mi entorno suele extrañarle esto, aquí en Andalucía su utiliza para los postres, ellos se lo pierden.
EliminarSaludos
Ya sabes Emilio que el buen vino hay que beberselo, de lo contrario, cuando estás de cuerpo presente se te lo están bebiendo y no te invitan. Me ha parecido entender que se trata de relatos cortos; parece muy leíble. Un saludo
ResponderEliminarAlgunos, tan solo un par de páginas.
EliminarUn saludo
Me alegra que los Reyes Magos se hayan portado bien contigo :)
ResponderEliminarUn beso.
Si, se han portado bien, no ha sido malo.
EliminarUn abrazo.
Pues que bien beber buen vino con toda la familia, es bueno estar bien acompañado, de alguna buena mujer sobre todo para que te recoja después, mi suegro, solía decir..
ResponderEliminarQue bonitas y que bellas, no las mujeres si no las botellas
Un abrazo
No participo mucho de lo que decía tu suegro, pero cada uno lo lleva a su manera.
EliminarSaludos