Ya no tengo
hijos que vayan a la escuela, pero mis nietos van a un centro público, –ABENCERRAJES- trabajan sin libros,
los van haciendo a lo largo del curso escolar; la calle también es la escuela conociendo el
entorno en el que viven; visitan la biblioteca pública del barrio donde
realizan actividades de lectura, aprenden a nadar en la piscina climatizada municipal; conocen lo que es el teatro gracias al centro cívico municipal, todas estas actividades
realizadas por profesores motivados y a una asociación de padres
colaborativa.
Hace unos días mi nieto de 8 años, que se encuentra en tercero de
primaria, me comenta que han formado grupos para hablar
sobre las religiones, unos tratarán la religión católica, otros el islán, la judía, el budismo, el ateísmo y el agnosticismo, fue en este último grupo en el que le tocó trabajar,
al preguntarme sobre el tema le digo que soy agnóstico, la liamos, su
sonrisa le llegó de oreja a oreja, tanto es así que me quiere poner en la página
de presentación con foto incluida, le he pedido
por favor que no lo haga, hay personajes muy famosos que puede poner, no se si
lo he convencido.
Me ha producido una gran satisfacción como van a tratar el estudio de las religiones, seguramente en otros centros escolares,
sobre todo los concertados que se encuentran en manos de la iglesia, este
planteamiento de análisis de la religión sería impensable; mi nieto han tenido
la suerte que yo no tuve, viví la dictadura con un crucifijo en la pared y lleno de miedos, mis
hijas –su madre- acababan la dictadura y comenzaba la democracia y todavía seguían
los crucifijos, mi nieto puede conocer que existen otras religiones y
otros filosofías de vivir la vida, por eso y por múltiples cuestiones defiendo la escuela pública, en otras
escuelas, bien privadas o concertadas es impensable.
Si queremos hacer niños libres y que piensen hay que empezar a enseñarles todas las opciones de como vivir sus vidas para que en un futuro tengan capacidad de elegir.
Si queremos hacer niños libres y que piensen hay que empezar a enseñarles todas las opciones de como vivir sus vidas para que en un futuro tengan capacidad de elegir.
Totalmente de acuerdo.
ResponderEliminarLa gente considera "normal" introducir a los niños en la dinámica de la iglesia, pero eso tendría que estar hasta prohibido.
Educar para ser libres y elegir lo que se desee cuando se tiene la edad suficiente, es lo que habría que hacer.
Un abrazo.
Dice que nuestra Constitución es un estado laico, aunque no lo parezca.
EliminarSaludos
Me gusta tu entrada, es importante que los niños tengan libertad de elegir. Yo la tuve. Un abrazo
ResponderEliminarYo no pude, tuve que luchar contra el sistema cuando ya no era niño.
EliminarSaludos
Muy bueno todo lo que has escrito esta vez.Y comparto lo que piensas.
ResponderEliminarsaludos
Cierto no todo puede gustarnos aunque en esta ocasión así sea, cosa que me alegra.
EliminarUn abrazo.
Efectivamente Emilio, la libertad de elegir, libertad de estudiar, libertad...realmente algun dia el hombre llegará a ser libre al paso que vamos?. Yo también estudie agnosticismo, me salí,cuando me di cuenta de que era una secta lo que había detrás, y me quedé, eso sí,con la parte buena,osea que tuve la libertad de salirme
ResponderEliminarSaludos
El estudiar debería ser una obligación para todos, cada unos con sus capacidades, si se quiere ser libre hay que estudiar.
EliminarNo se, seguramente no entiendo lo que quieres decir pero el agnosticismo no es una secta, es simplemente cuestionar las religiones y si son monoteístas dudar del ser supremo motivo de la fe que les mueve. Los agnósticos somos por definición racionalistas en permanente duda.
Así debería ser.
ResponderEliminarEl problema es que mientras la ley no cambie los centros privados y concertados tendrán la posibilidad de seguir impartiendo las rancias y manipuladoras clases de religión que todos conocemos.
Con lo cual lógicamente no todos los niños tendrán acceso a la libertad de educación.
Saludos
Demos tiempo al tiempo, espero que la cosa vaya cambiando y que vengan aires nuevos.
EliminarSaludos
Pues imagínate yo, haciendo el Bachillerato interno, en un colegio de capuchinos en los pirineos navarros, en Lecaroz para mas señas, tenia que salir así, agnóstico perdio, o ateo del todo, no estoy seguro...jajaja
ResponderEliminarSalud
Seguro que algún puntito te han dejado.
EliminarSaludos
Imagino la sonrisa de tu hijo de oreja a oreja al encontrar, justo ahí, a su lado, a un agnóstico, al cual pedir ayuda para su trabajo. En un segundo te has convertido en su héroe!..jejeej!
ResponderEliminarSaludos Emilio, hoy desde
http://siempreseraprimavera.blogspot.com.ar/2014/11/lo-que-no-debes-poner-dentro-del.html
No se si era su héroe, pero si que estoy muy cerca de ello.
EliminarUn abrazo.
A mi me echaron de clase de Religión de un Instituto Público, pero en el año 1948, por negarme a ir a "apedrear" una capilla protestante, que unos ingleses instalaron en mi pueblo. La orden de apedrear la dio, el profesor de religión que además era cura.
ResponderEliminarPero eran otros tiempos...que muchos, añoran. Evidentemente, nosotros no.
Un abrazo..
Si, eran otros tiempos y que unos pocos desearían que volvieran.
EliminarSaludos
Pues a mi me parece muy oportuna la decisión de tu nieto de poner a su abuelo, que le importa que haya famosos, para él es mucho más importante que pueda mostrar a su agnóstico abuelo ;)
ResponderEliminar¡¡Y viva la escuela pública!!
Un abrazo!!
Es que uno es muy vergonzoso .
EliminarUn abrazo
Recuerdo una frase que alguien había pintado en la fachada de un colegio religioso de Móstoles, decía... "Dios atonta mucho".
ResponderEliminarSalud, Emilio.
La verdad es que la fe atonta mucho.
EliminarSaludos
Siempre con la educación pública!
ResponderEliminarEso, siempre.
EliminarSaludos
En verdad que si es muy bueno conocer todas las variantes de las religiones, y a poder ser que sea en profundidad para que se pueda conocer las diferencias de unas y otras. En este aspecto tú nieto tiene una verdadera suerte.
ResponderEliminarSaludos
De momento, la iniciación, solo tienen 8 años.
EliminarSaludos
Bien sabe el gobierno por qué favorece una escuela clasista: una sociedad formada e informada es más difícil de engañar y manipular.
ResponderEliminarHas dado en la tecla.
EliminarSaludos
A mí me metieron en una escuela religiosa, y al final mis padres me sacaron de ahí...
ResponderEliminarUn desastre en mi caso.
Como la pública, nada, y eso que aún en la pública me hincharon a collejas y a cara a la pared, eh?
Saludos, Emilio.
Hasta los 16 años en los Escolapios de Granada, ahí nos hicieron de todo, los curas jóvenes nos enseñaban la poesía de Machado y de Lorca, los viejos era miedo a todo, que no nos metiéramos las manos en el bolsillo, ya sabes eso de hacernos pajas y que la ciencia nos desapareciera, del colegio y sin espacio intermedio di un salto a la Barcelona de los años 70, de ahí me viene mi agnosticismo, mi lucha callejera, mi sindicalismo, mi socialismo y otras cosas que desgraciadamente me han defraudado mucho a lo largo del tiempo, por ello digo que tenemos que cambiar todo.
EliminarSaludos
Mis hijos han ido a un colegio concertado, la peque aún va, no porque a mí me apeteciese, pero su padre se encabezonó en que tenían que ir allí donde él había ido y punto. A pesar de mi negatividad respecto a estos colegios desde mi punto de vista que siempre fui al público, han conseguido, en algunas cosas asombrarme para bien.
ResponderEliminarSin ir más lejos, esto que hace tu nieto con las religiones, también lo ha hecho mi hija hace nada. A su grupo le tocó el judaísmo, así que ya ves que sorpresas pueden deparar a veces estos colegios.
Conste que estoy a favor de la enseñanza pública para todos, como de tantas otras cosas.
Saludos.
La educación de los hijos siempre he entendido que debería ser por consenso, cada familia lo entiende a su manera.
EliminarEn cuanto a lo de los colegios concertados, hay que decir que aunque la mayoría pertenece a la Iglesia, hay otros que son cooperativas que nada tienen que ver con aquella, depende de su orientación pedagógica; en cuanto a los concertados en poder de la Iglesia depende de que la dirección sea más o menos abierta, aunque lo dominante es la religión única.
Saludos
En España se comienza por bautizar a los niños al poco de nacer en muchos casos casi más por tradición y costumbre que por fe y, ahí se acabó, ya no hay opción, ya no te borran ni aunque lo pidas de rodillas.
ResponderEliminarLo ideal, como tu bien apuntas, es que una vez que se tengan conocimientos básicos, por educación, se pueda optar por una religión o por ninguna. Suele pasar que cuando te meten la religión a la fuerza, en muchos casos, el rechazo es seguro y más cuando tienes capacidad de discernir.
Un abrazo.
Llevas razón en lo que dices, España es católica a más del 90% para la Iglesia, algo que no es verdad basta ver la asistencia a la Iglesias y la cantidad de curas que hay en ellas.
EliminarConociendo las trabas para apostatar, ni lo he intentado, y ahora que te escribo desde Granada con todo ese tufo de pederástia que se ha levantado y la poca agilidad de un obispo que es más facha que el mismísimo Rouco Varela, la gente se le abrirán más los ojos en una capital bastante meapilas.
Saludos
Simplemente: sin una buena escuela pública, no hay país.
ResponderEliminarEspero que esto acabe pronto y no nos dirijamos a ese no país.
EliminarSaludos
Muy preciso en el último párrafo. Es sumamente necesario abrir la mente de los niños.
ResponderEliminarY por lo visto, es muy bueno el funcionamiento de las escuelas públicas en tu país. Yo, desde Argentina, no puedo decirte lo mismo.
Saludos. muy interesante el blog, aunque por falta de tiempo no pude leer muchas de tus entradas.
¡¡Hola Julia!! gracias por asomarte a mi blog y por el comentario realizado, te diré que aquí los colegios públicos funcionan bien gracias a los profesionales que en ellos trabajan, lo que no funciona tan bien en la política que en torno a ella existe, los dos grandes partidos españoles son incapaces de acordar un sistema que dure, aquí ha habido demasiadas leyes educativas que no nos llevan a ningún lado, bueno si, al retraso educativo de magníficas generaciones de niños/as.
EliminarSaludos