SE PUEDE. LA ORQUESTA RECICLADA

Cuando leo esta noticia del Paraguay me lanzo a escribir mis sensaciones, aun recuerdo los inmensos basurales donde niños y niñas de pocos años recogían lo que se podía de los inmensos despojos que dejaba una ciudad como Lima y alrededores, con más de 8 millones de habitantes; aquellos niños no iban más allá, no había nadie que les marcara alguna idea, algún proyecto, recogían solo para subsistir; sin embargo, los niños de Cateura (Paraguay) le dan una vuelta de tuerca a la recogida de materiales  y aparte de reciclar,  consiguen hacer música, pero ¡¡ojo!! es mucho más que música, estos niños que, como aquellos, viven  varios puntos por debajo de la pobreza, han sabido superarse y convertir sus barrios depauperados  en un mundo de  posibilidades, no solo es droga, alcohol, robo, prostitución, abusos a menores, trabajo infantil, han conseguido remover sus sentimientos mas profundos y sacar sonrisa del alma gracias a una música que, a pesar de proceder de materiales reciclados, suena a música de la buena, a música de los ángeles, han conseguido que la música sea un puente para algo más, que sea un elemento de transformación social, tanto de ellos como de la propia comunidad en la que viven; dice uno de sus educadores:“la meta no es formar buenos músicos sino buenos ciudadanos”, yo diría por lo visto que han conseguido ambas cosas; aun se encuentran en una primera fase de su desarrollo personal y social, hay que seguir dando pasos adelante en ese camino que han emprendido, ellos lo están intentando.

           Tras aprender los chavales algo de música con el apoyo de un educador que vio las posibilidades de esta iniciativa, fundaron un orquesta que llamaron “landfill harmonic" (la orquesta reciclada), que están dando conciertos en distintos lugares de Europa y América  teniendo como un próximo horizonte extender el proyecto a zonas similares por su pobreza,  es el caso de  África.

      De nuevo surge el lema “SE PUEDE” solo basta querer, siempre hay quien quiere, basta seguirles. 

            Es la auténtica sonrisa del alma, como se refiere a ellos su director.