En una entrevista
que le hacían en un periódico de tirada nacional a Miguel
Llorente, Profesor Titular de Medicina Legal de la Universidad de Granada,
experto en violencia de genero y forense, nos
dice respecto a la muerte de los pequeños Ruth y José:
“No parece un loco. Una cosa es que en términos sociales lo que presuntamente
ha hecho nos parezca una locura y otra que esté loco. La diferencia es la capacidad de elegir entre hacerlo o no hacerlo.
En este caso hay una planificación: cómo voy a cometer el crimen y qué voy a
decir después. Hay control, coherencia y racionalidad”. El autor de un crimen
así, añade, sí demuestra una “frialdad afectiva” que en sí “no es un trastorno
sino una característica de la personalidad. Esa misma frialdad la puede tener,
por ejemplo el cirujano que está operando o un ejecutivo financiero”. Miguel
Llorente recuerda otros casos en España en los que un padre mató a su mujer y a
sus hijos. “Lo que es más infrecuente es que mate solo a los hijos, pero
también entra en la trama de la violencia de género, en la voluntad de hacer el máximo daño posible a la mujer
ante una separación y la posibilidad de que sus hijos tengan otro padre”.
“En España, 840.00 niños sufren la
violencia de género cada año. De ellos 540.000 sufren agresiones directas”.
¿Qué soluciones ponemos?, espero que no sea
pedir la pena de muerte como se escucha a algunos voceros salidos de la
ultratumba, el juez de menores Emilio
Calatayud dice en su blog “pedir la pena de muerte es un error. Recuperar
la pena capital sería un paso atrás. Hace ya un tiempo , las Cortes aprobaron
eliminar la pena de muerte también en tiempos de guerra y fue un acierto. Era
la última excepción que permanecía. El hecho de que España no exista la pena de
muerte nos convierte en una nación más civilizada que, por ejemplo, Estados
Unidos".
Ante estos hechos, ¡¡Que la sociedad no se vuelva
loca!!, algunos que actúan y piensan con las vísceras ya lo han hecho.
Emilio Manuel M.