Hace unas fechas escribía
una entrada relativa a una serie de sandeces que el presidente de la Comunidad
de Cataluña manifestaba sobre los Colegios
Andaluces, no voy a hacer más hincapié sobre el particular, pero si quiero mostrar
aquello en lo que ayer participé.
En el colegio de primera enseñanza en el que acuden mis dos
nietos (5 y 3 años), tienen la buena costumbre que cuando celebran los niños el
cumpleaños, algún miembro de su entorno más próximo: padre, madre o abuelos (en
caso de que los padres no puedan asistir), acuden a participar y compartir con
los niños un rato de juegos, cuentos, manualidades, etc.… en los que tenemos parte
muy activa; dicho esto, en el día de ayer nos tocó a nosotros, en el aula nos
encontramos mi nieta, mi hija como madre y al abuelo haciendo juegos de los
antiguos: “las chapas”; “reloj, reloj, las una y las dos”; “la gallina ciega”,
etc… he de reconocer que la “liamos parda”, hay que saber manejar a críos de
estas edades y tengo que reconocer que yo no se hacerlo. Aquí os muestro un
pequeños reportaje fotográfico de lo que allí montamos:
-
Niños sentados en el suelo (sin sillas y sin mesas como bien decía el Sr.
Presidente Catalán) están en asamblea, se
les está preguntando a que quieren jugar.
Panel de clase en el que se indican algunas normas de conducta y de educación:
- Hablar sin gritar.
- Esperar turno para hablar.
- Recoger y ordenar los materiales de trabajo.
- Dejar la silla junto a la mesa.
- COMPARTIR materiales.
- Pedir las cosas por favor y dar las gracias.
- Colgar nuestro abrigo y mochila.
- Usar la papelera.
Aparte
de la biblioteca general del colegio,
cada aula tiene algunos libros específicos sobre los que trabajan de forma
cotidiana, al ser primer aprendizaje los libros que tienen son:
Los números.
Los animales.
Los ruidos.
Antes y después. etc...
Dentro del aula,
con su correspondiente puerta, estos pequeños, tienen su propio aseo adaptado a su altura.
Se les enseña a
lavarse la manos y a normas básicas de higiene.
¡¡Ah!!, ahí están las mesas, con los nombres de cada pequeño/a pegado encima, con sus correspondientes sillas, se aprecia la pantalla de un ordenador, cada aula tiene el suyo.
Como podemos ver
por medio de este pequeño reportaje los alumnos andaluces de escuelas públicas
tiene, unas aulas espaciosas, con luz, con mesas, sillas, libros y ordenador, donde los niños trabajan y juegan, donde los padres colaboran con los
profesores en la educación de sus hijos, como debe de ser.¿Es esto lo que no quieren ver otros?, como defensor de la escuela pública pretendo mostrar lo que vi, que no es lo que nos dicen. Todo puede ser mejorable. Emilio Manuel M.
Nota: Las fotos aquí expuestas son todas ellas del autor del blog.