Me ha dado por reflexionar con esta
frase de José Saramago: «El poder lo
contamina todo, es tóxico. Es posible mantener la pureza de los principios
mientras estás alejado del poder. Pero necesitamos llegar al poder para poner
en práctica nuestras convicciones. Y ahí la cosa se derrumba, cuando nuestras
convicciones se enturbian con la suciedad del poder».
Me
surgen una gran duda, si entramos sin principios en política, creo
que puedo decir que es el comienzo de una barbarie en la que todo vale, pero… ¿Cómo negociamos
si no nos movemos de nuestro principios?.
A
Emiliano Zapata el revolucionario Mexicano se le achaca la siguiente frase: «Quiero morir siendo esclavo de los principios, no de los
hombres”, será por eso que era revolucionario y no pretendía acuerdos.
¡¡Que
difícil es todo!!