Llega el fin del mundo, es lo que
parece que va a ocurrir cuando escuchamos las televisiones, las radios o leemos los diarios; nos
han intentado amargar las vacaciones con la inflación, el precio de las gasolinas, hasta
las sandias y los melones han sido culpables; ahora, también nos
dicen que, el futuro
que se nos presenta es terrorífico, si la crisis del 2008 fue mala la que se
nos presenta es peor ya nos están preparando el cuerpo.
¿Tan
difícil es ilusionar a un personal que tiene ganas de vivir contento tras dos
años jodidos por el bicho?.
Ilusionar
es parte de la búsqueda de una solución, ¿se quieren buscar soluciones?, movilizar es imprescindible, pero para eso hay que proponer mejoras
concretas y palpables, cambios reales e
ir todos a una. No se puede ilusionar
sobre un futuro mejor si el presente dice que es mentira, ¿Qué ganan metiendo miedo?, parece que las altas esferas político-económicas, dando esas informaciones, ganan algo y no será poco cuando insisten tanto.
Algunos dicen que es buena noticia elevar el presupuesto de armamento hasta el 2%, ¿las armas se comen?, con perdón, he dicho una gilipollez, es lo que tiene venir de vacaciones, hace unos días subían los tipos de interés, dicen que para bajar la inflación, yo solo se que habrá mucha gente que no podrá pagar sus hipotecas, lo dicho, el mundo se acaba seguramente para algunos, para otros pocos sus arcas aumentaran de beneficio. no se que harán los ricos ni como aumentarán sus ingresos cuando no haga pobres a los que esquilmar.