Se acabó el
verano, se apaga la luz natural y también el jodido calor, ¡¡jolín con lo que ha caído este verano!!, como sigamos así vamos a dejar un planeta hecho una
mierda.
Hemos disfrutado de unos días de
descanso con toda la plebe (hijas, maridos, consuegra, nietos y perros en plural) en un lugar paradisiaco de
Málaga, la Sierra de la Almijara-Tejeda y Alhama, con lejanas vistas al mar de
Torrox. La casa rural se encontraba en el “quinto coño”, perdón “quinto pino” y
más allá, para llegar había pasar por los pueblos de Competa (tierra de vinos dulces) y Canillas de Albaidas y después recorrer una pista de tierra de varios
kilómetros que acojonaba, pero aquí estamos, de vuelta después de haber disfrutado.
El silencio de la noche y la falta de
luz nos ha traído un cielo lleno de estrellas, no recuerdo, bueno sí, cuando
era pequeño, ver tantas colgadas de él; igualmente hemos sido
visitados por alguno pequeño zorro en busca de comida o han bajado a ver si había
agua alguna cabra montés que otra, aves planeando de
forma maravillosa ¿eran águilas reales?, también nos ha visitado una mantis religiosa ¡¡ah!! y mosquitos, moquitos
a mogollón, íbamos prevenidos aunque tampoco ha servido de mucho.
Resumiendo, entre piscina, yacuzzi,
barbacoas, mirar las estrellas y ver animales hemos pasado unos días
inolvidables, unos días de recuperación de energías para un próximo año que se avecina chungo, según dicen los agoreros.
Lo
olvidaba, coincidimos con varios fuegos tanto en Torrox como en Competa, parece
que todos ellos provocados, hay quien quiere destruir el monte para hacerse
rico, en este país quemarlo sale casi gratuito, tampoco tenemos educación de cuidarlo,
mientras en el Congreso de los Diputados tenemos un partido que no cree en el
CAMBIO CLIMÁTICO ni en la Constitución, pero ahí está.
Aquí dejo un pequeño reportaje de nuestras vacaciones.