JUVENTUD Y EDUCACIÓN SEXUAL.

Hace unos días coincidieron en el tema dos personas a las que respeto por lo que hacen, uno como periodista en su programa Salvados, el otro como Juez de Menores de Granada. El pasado día 16 ambos coincidieron en la temática “la educación sexual”, Jordi Evole lo hizo en su programa y lo tituló como: “Sexo, la mala educación”, en tanto que el Juez de Menores público en su blog la siguiente entrada:

“Adolescentes piden una asignatura de educación sexual, pues a unos cuantos les sobraría, porque están ‘jarticos’ de sexo.

Buenas, soy Emilio Calatayud. Hace unos días, adolescentes de ESO hicieron huelga y se manifestaron para, entre otras cosas, pedir una asignatura obligatoria y evaluable de educación sexual. No me parece mal, pero tampoco veo que sea una prioridad. Sobre todo si se tiene en cuenta que a unos cuantos les sobraría esa materia, porque con catorce o quince años ya están ‘jarticos’ de tener relaciones sexuales, de “follar”, como te dicen ellos mismos. Y a algunos tengo que condenarlos a aprender a leer y escribir… En fin.”

        Los jóvenes le dicen a Evole que les agradaría una asignatura de Educación Sexual, en tanto que al Sr. Juez dice que no ve prioridad; en ambos casos, tanto por parte de los jóvenes entrevistados por Evole, como los que juzga el juez, manifiestan que están “jarticos” de “follar”, es aquí donde viene mi reflexión: dado que la educación sexual no está presente en nuestro sistema educativo tenemos que seguir viendo, como hay embarazos no deseados; como aumentan las enfermedades de transmisión sexual; por no decir violaciones o acosos en los centros educativos; por no saber, su primera vez se convierte en un trauma doloroso y, olvidamos la sexualidad de un colectivo muy importante, los/as jóvenes: homosexuales, lesbianas o transexuales, no debemos olvidar que en nuestros institutos hay jóvenes con esas sexualidades por mucho que cerremos los ojos ante el problema, ahí están. Hoy, casi todos los niños/as de secundaria tienen móvil y los jóvenes de instituto diría que lo tienen todos, qué decir de una pornografía que tienen en sus manos, ¿qué saben sobre el tema?, pueden pensar que ese es el sexo que ellos tienen que practicar, ¿ y que saben sobre la prostitución?, todavía hay jóvenes que caen en esas redes, tienen/tenemos que seguir viendo como el sexo se practica a niveles no igualitarios y donde el machismo presenta su cara dominadora.

        No quiero extenderme, el tema da para mucho; en esta ocasión no estoy  de acuerdo con lo que dice el Sr. Juez, creo que es necesario y urgente que se hable de sexo, que exista una asignatura sobre Educación Sexual adecuada a la edad de nuestros hijos o nietos, así evitaremos esos disgustos al tiempo que grupos de la derecha, como Vox por ejemplo, lleven la sexualidad y a todos aquellos que no cumplen con sus cánones de sexualidad a las “catacumbas”.

“GRANADA NO SE CALLA” (2)

Me imagino que en muchas ciudades de este país se ha realizado o están realizando algo similar a lo de mi ciudad, es la presentación de una antología de textos realizada por autores/as granadinos/as o vinculados a ella que denuncian las múltiples formas en las que la violencia machista sacude a nuestra sociedad, su título, “Granada no se calla” se está presentando en distintos club de lectura y asociaciones de la provincia.

Entresaco estos dos poemas el de Erika Martínez (Jaén 1979) y el de Andrés Neuman (Buenos Aires 1977) como ejemplo del contenido.

"Marginales, apátridas, esclavas, extranjeras, 

adefesios, castradas, escuálidas, obesas,
confusas, deslenguadas, maledicentes, necias,
mudas, avergonzadas, masoquistas, soberbias,
brujas, traidoras, sibilinas, pérfidas, neuróticas,

celosas, virginales, estrechas, descreídas,

beatas, putones, tortilleras, perras judías,
negras de mierda, malas pécoras,
todas y cada una de ellas
preparan en venganza
un abrazo, un inmenso abrazo
que nadie espera."

Erika Martínez

La amiga

El verbo tiene géneros y números

que nunca deberían conformarse,

ahora, por ejemplo, soy mi amiga.

Me cansan los silencios.

Los límites me insultan.

Me duelen los zapatos

y camino el presente.

Voy a seguir buscándome

Debajo de este hombre que desnudo.

Nuestra revolución está en el ojo.

Me interroga la urgencia de los puentes.

Aprendiendo la lengua encontraré a mi otra.

Andrés Neuman

DAMOS MIEDO (1)

               Últimamente se habla tanto del machismo que parece que todos los hombres somos malos de la muerte, provocamos miedo, mucho miedo y todos somos "presuntos" violadores.

                 Este hecho que voy a contar es real, nos ocurrió a mi hermano y a mí cuando hacíamos senderismo -lo hacemos todas las semanas- a las orillas del río Genil, una zona muy transitada por hombres y mujeres que, al igual que nosotros, lo utiliza para correr, para pasear, para ir con la bicicleta, son unos 5 kilómetros de ida que doblamos volviendo, el carril no es muy ancho, hay zonas de gran belleza en las que los arboles apenas dejan pasar la luz del sol.  A lo largo del sendero que nos lleva al bello pueblo de Pinos Genil, vamos charlando de nuestras cosas: cine, libros, nietos, familia, de política menos en esto coincidimos poco y nos montamos unos buenos pollos, chascarrillos diversos, etc; hay zonas por las que el sendero se estrecha, es por uno de ellos por donde vemos venir a una mujer sola, era temprano, no más de las 9 de la mañana, aunque ya se habían cruzado con nosotros varios/as corredores/as, no había nadie por los alrededores, cuando llegó casi a nuestra altura la cara la llevaba demudada, alterada, desfigurada, pálida, cuando se cruzó, ni saludó, algo natural entre grupos de personal que practican la misma afición, caminar por la naturaleza. No conocemos a esa mujer, no sabemos si comparte su vida con un violento, si ha sufrido insultos, vejaciones o amenazas, por lo que detectamos o creímos detectar tenía miedo, no sé si solo de nosotros, simples senderistas, o de los hombres en general.

         Tenemos un problema, o se educa en la igualdad o nos lo están poniendo difícil a “todos” los hombres, no queremos infundir miedo ni ser considerados presuntos violadores o imbéciles machistas. Nadie debería salir con miedo.

             Lo dice Mala Rodríguez: “No me creo que el hombre sea un jodido psicópata por naturaleza”(El País 2-11-2018).

            
           Ella no se lo cree, yo tampoco, pero ¿cuantas si lo creen?