UNA INCONGRUENCIA

Leo que en Rincón de la Victoria (Málaga), el Ayuntamiento ha recibido la solicitud de una vecina para que en el 2016 se celebre la comunión civil de su hija. ¿Comunión civil?, me quedo sorprendido; la primera comunión, que es lo que esta vecina pide para su hija menor, ¿no es un ritual sacramental de la Iglesia católica, por la que se participa por primera vez del sacramento de la Eucaristía recibiendo el cuerpo y la sangre de Jesucristo? al menos eso me dijeron cuando yo la hice, hace ya, ni me acuerdo.

          Ante esa petición, quiero entender varias cosas, en primer lugar que esa vecina, al menos, no es católica practicante y  en segundo lugar que quiere que su hija tenga una celebración al estilo de esos niños/as que realizan el rito religioso con su fiesta, su trajecito de novia o de almirante y los regalos correspondientes, todo ello con el objeto de que la niña lo recuerde en el futuro.

Jóvenes Keniatas en un rito de paso

          Si la comunión de los católicos se entiende como un “rito de paso” de la infancia a la adolescencia, ante esa petición, esta vecina debería abrir los ojos al mundo,  puede realizar otros ritos de paso que en otras culturas se dan y que serían más acordes a su modo de pensar. Seguir con la idea de “comunión civil” me suena raro, y no concuerda con su modo de pensar. Puede que al igual que con el matrimonio civil, se puedan realizar estas otras celebraciones, solo que mientras aquella acarrea unos derechos y unas obligaciones por parte de quien la realiza en esta, la comunión civil, solo tienen un fin, recibir regalos y mostrar unos fastos al exterior, ¿para evitar traumas infantiles?  

ESTO LO DICE TODO UN JUEZ

           

  “Todos somos iguales ante la ley, pero algunos son más iguales que otros… o quieren serlo

Buenas, soy Emilio Calatayud. La Constitución dice que todos somos iguales ante la Ley, pero yo siempre digo que algunos son más iguales que otros… o quieren serlo.

Y, sí, me estoy refiriendo a lo que la mayoría de vosotros tenéis en la cabeza. ¿Vosotros qué pensáis?”

      Como queda claro esto lo escribe Emilio Calatayud, Juez de Menores en Granada, en su blog el pasado día 11, no he podido decirle lo que pienso, no lo permite su blog, por eso trato de responder aquí en el mío. Hace unas fechas, este mismo juez dijo “los jueces en la actualidad, no imparten justicia, aplican la ley”, es lo que tiene la ley, que tiene ideología y funciona en función de ella, por eso un roba gallinas va con varios años a la cárcel de forma inmediata, en tanto que, un millonario, un banquero, un empresario del alto standing, o un político ladrón de lo público no verá la cárcel  ni a corto plazo y, a veces, ni a largo.

          Si los jueces no pueden aplicar justicia, y las leyes se aplican en función de la calidad del infractor, algo falla en el sistema que hay que cambiar y, entiendo que, en manos de los jueces y de los ciudadanos está el hacerlo, ¿no creéis?. Los ciudadanos cada vez tenemos más difícil protestar gracias a la ley mordaza que se sacó de la manga "el poder ejecutivo", en tanto que algunos jueces, "poder legislativo" aplican sin ponerle ninguna pega. 

LO EDUCATIVO DEL DEPORTE (II)

Juego sucio

Si hace unos días hablaba de entrenadores de fútbol, hombres hechos y derechos con sus añitos, que no saben ni donde viven ni a quien tienen a su alrededor, dicen que solo viven para el fútbol, hoy quiero hacer una pequeña referencia a deportistas (futboleros) que con sus actuaciones quieren ser un ejemplo para los niños/as que los siguen.

Vemos en estos días como un jugador del Real Madrid, pillado en varias ocasiones conduciendo sin carnet de conducir, es ahora cogido en un “presunto” chantaje; jugadores de este mismo equipo y otros del Barcelona han sido denunciados por la Hacienda Pública por no pagar sus impuestos; un jugador inglés es cazado aparcando su coche en una plaza de discapacitados; ya dentro del campo de fútbol, ver como unos escupen a otros,  se muerden o se insultan, o lo peor, emiten insultos racistas más tarde coreados por el público sin darse cuenta que muchos de los que gritan están acompañados de sus hijos, por no hablar del juego sucio y antideportivo o como esos jugadores o club que cada temporada son sospechosos de estar implicados en presuntos caso de partidos amañados.

          Basta ver como niños/as y jovencitos/as llegan a perderse sus clases para pedir un autógrafo o una foto a sus deportistas (futboleros) favoritos a pesar de que sus actuaciones dejan mucho que desear tanto dentro como fuera del campo, mientras que los clubes, generalmente los más grandes y sus voceros periodistas a sueldo de estos, ensalzan a unos deshonestos deportistas que solo son dinero andante y no pueden ser devaluados.

          Como dice el Juez Calatayud “la mayoría de los chorizos que juzgo son más formales que estos futbolistas”.