Me han hecho reflexionar sobre la clásica pregunta ¿tenemos todos un
precio?, siempre he mantenido el criterio, que el mundo actual, todas
las personas nos movemos en un mercado de compra y venta, basta ver nuestro
entorno, representado por todo tipo de ciudadanos, desde la realeza, hasta el
más pequeño de los vecinos cuando dice que no paga el IVA o trata de engañar a
hacienda que, según dicen y yo lo creo, somos todos, (algunos más que otros).
Seguro que muchos dirán que no se
venden por nada, SON INCORRUPTIBLES, puede que su precio no sea el de un jamón, o el del valor un
coche, o de una casita en el campo, o una tarjeta black pero ¿y
si te dicen que aseguran el bienestar de tus hijos?.Cuando la desigualdad, la pobreza y la corrupción aumenta, esas ofertas nos hacen dudar a todos; deseo el bienestar de mis hijas, como todo el mundo, pero sin deberle nada a nadie, quiero que ese bienestar forme parte de un trabajo colectivo en beneficio de todos, aunque cada vez lo están poniendo más difícil, ya están inculcando que EL TRABAJO ES UN BIEN ESCASO, ante esto, ¿te dejarías corromper por el futuro de tus hijos?.
He manifestado en múltiples entradas que, el Juez
de Menores de Granada, Emilio Calatayud es mi juez de cabecera y que
estoy de acuerdo en cómo aplica la ley de menores con sus sentencias didácticas,
sin embargo, en esta ocasión, no participo de la opinión emitida sobre
un caso que hemos visto en estos días en todas las televisiones.
Esto
decía Emilio Calatayud al respecto:
“El niño
manifestante de Baltimore aprendió la lección que le dio su madre: “Ella tenía
razón, sufre por mí”
Buenas, soy Emilio
Calatayud. El chaval de 16 años de Baltimore al que su madre sacó a tortas
de una manifestación ha aprendido la lección. Según ha dicho, cuando vio venir
a su madre se sintió avergonzado, pero luego se dio cuenta de que “ella tenía
razón: si vuelvo a una protesta será de forma pacífica ya que mi madre sufre
por mí”. Ahora solo hace falta que lo cumpla.
Su madre ha sido
juez y parte y lo ha hecho bien: la ‘condena’ que le puso al muchacho
ha tenido el efecto deseado.”
Según la revista americana “Time”, estos incidentes
tienen como consecuencia la discriminación racial que padecen los negros, la
revista viene a decir que el clima racial en la zona es comparable a la época
que vivía Martín Luther King hace cinco décadas. La misma publicación manifiesta
que la alcaldesa de la ciudad ha tenido que pagar 6 millones de dólares en
indemnizaciones para las más de 100 víctimas de la brutalidad policial. Los
fallecidos son siempre ciudadanos negros que van desde adolescentes hasta
mujeres embarazas incluyendo a una anciana de 87 años.
El incidente que ha dado pié al levantamiento ciudadano ha
sido una nueva muerte de un joven negro de 25 años que se encontraba bajo custodia
policial.
He dicho que no participo de la opinión del juez ni de los
muchos comentarios que se han realizado en los distintos medios, vemos y escuchamos que
en USA las cárceles están llenas de negros e hispanos, que una extremada
presión se ejerce sobre ambos colectivos, que siempre que hay un muerto en ese país ese es negro, entonces, ¿que hacen, cuando los
poderes nacionales o locales se limitan a mirar a otro lado? ¿Qué hacen estos jóvenes que están siendo asesinados impunemente?. No soy amigo de
algarada, antes se habla, pero como dice el refrán, dos no hablan si uno no
quiere, la dignidad hay que pelearla si nos la quieren quitar, esto sirve
tanto para USA como para España, ¿hubieran detenido a esos policías si no se hubiera organizado esa algarada?, la pregunta la dejo en el aire. Ayer recordamos el abrazo de Esperanza Aguirre a una anciana de color en Madrid, puro electoralismo, hoy quiere expulsar a los sin techo. Se nos muestra lo que interesa en cada momento. Esa madre no lleva razón, ¿que hubiera ocurrido si uno de esos asesinado por la policía hubiera sido su hijo?, como dijo aquel, esa mujer no es partidaria de moverse hasta que no le llega su turno, cuando le llegue, puede que no haya nadie para salvarla, a su hijo hasta pueden haberlo matado.
Este es el vídeo que ha sido difundido por los medios
Llevaba un tiempo que no
realizaba una entrada sobre nuestras rutas senderistas, hoy voy a plasmar una
que realizamos hace unas semanas, para ello, nos trasladamos desde Granada a la
provincia de Almería a un lugar tan
privilegiado como es el Cabo de Gata.
El recorrido no era muy largo, tan solo de 13’2 km, siendo
el sendero circular partiendo del conocido pueblo de San José, contaba con un desnivel de 340 m.
Playa de los Genoveses
En varias ocasiones había estado en la Playa de los Genoveses, pero nunca la había visto desde la perspectiva que muestro en la foto, fantástica ; también aprendí algo de historia, el origen del nombre proviene de la invasión de un ejército cristiano que apoyaba a Alfonso III y liderado por la República de Génova en su lucha contra los musulmanes en la que los genoveses tuvieron un intervención importante, consiguiendo con ello redes comerciales por todo el Mediterráneo al tiempo que le pusieron nombre a una de las playas mas bonitas de España.
Pequeñas calas a nuestros pies
Una de las muchas cuestas para ver los acantilados.
Durante el trayecto observamos una serie de dunas fijas y móviles en las que crece
una vegetación como es el barrón, las algodonosas o plantas halófitas adaptadas a un medio salino. El terreno alternaba
superficies rocosas y arenosas, la zona por la que caminábamos es un Parque Natural en el que abunda la
fauna marina, pero no era ese nuestro objetivo; aunque hacia buena temperatura,
alguno se mojó los pies, el agua no estaba para hacer tonterías.
El grupo tomando un descanso.
Pequeña cala del Parque
Se notaba que no estábamos en temporada turística, en el pueblo de San José todo se encontraba cerrado, aprovechando que había un pequeño bar en el pueblo, repusimos fuerzas con unas cervezas y un buen plato de pescado, retomamos la vuelta hacia Granada con las pilas bien cargadas gracias a un magnífico paisaje, y a unos pulmones bien cargados de aire limpio.