Preparándome para
hacer de cicerone con una amiga que va a visitar Granada, encuentro una información del hispanista
y viajero ingles Richard Ford (1796 - 1858) que en 1830 fijó su residencia en esta ciudad.
La citada información la encontré en la “Guía
Secreta de Granada” -1977- y cuyo autor Francisco Izquierdo nos dice: “Granada es
una de las ciudades más bellas del mundo, pero inmediatamente añado que es una
de las ciudades más horribles del globo. Es así. Resaltar lo bueno, lo hermoso,
sin descubrir lo malo, lo feo, es trampa. Insistir sobre las verdades, los
tesoros, el barniz, sin indicar las mentiras, la miseria y la chatarra, es una
zancadilla y una hipocresía. No se ama más a Granada dedicándole carantoñas, no
se quiere más a una ciudad o a una región si no se le ama o se la quiere tal
como es, desprovista de los maquillajes interesados y de los remiendos estúpidos.
”
Para hacer estas manifestaciones, que yo
también firmaría, recogió distintas denuncias
realizadas por Ford que decía como los mismos granadinos, piratas y depredadores, se dedicaron a desmontar, a vender y a destruir lo que en ella existía de auténtico.
Da una amplia relación de denunciados, así nos encontramos como el Gobernador de
la Alhambra nombrado por Godoy –Saavedra- en 1793, elimina todo vestigio árabe
en el Mexuar llegando a instalar una cocina.
Su sustituto –Bucarelli- arranca zócalos de azulejos para venderlos a tahoneros
y cocineros, convierte la Sala de Dos Hermanas en un taller de sedas; cuando llega un gobernador inteligente
y trata de arreglar el desaguisado es expulsado. Luego llegaron los Franceses y
convirtieron el Palacio de la Alhambra
en “plaza de armas”, estos gabachos, en su retirada, arramblaron con todo lo que pudieron y a
punto estuvieron de volar el palacio y destruirlo. Fernando VII mandó a unos dudosos personajes
para que reuniesen lo que los franceses no se habían llevado, afanaron lo
que quedó y culparon a aquellos. Tampoco del fuego la Alhambra se ha librado, el
más importante fue el del año 1890 que destruye por completo los techos de la
galería norte de la Sala de la Barca
y la crujía del levante del Patio de la
Alberca, la Alhambra sigue ahí, no se como ni porqué, hace unos años un gran constructor, muy conocido, en su locura, propuso convertirla en apartamentos; hoy, con distintas caras, también están destruyendo la ciudad.
Hace un par de días me trasladé al Cerro de San Miguel, mirador próximo a Granada y así recordar aquella gran cultura derrotada, necesitaba tener una vista panorámica que va desde Sierra Nevada, pasando
por la Alhambra y el Albayzín y terminando por el barrio de Cartuja, es una vista hermosa, de
las más bellas del mundo, aunque en las distancias cortas pierde mucho.
Documentación:
"Guía Secreta de Granada". Francisco Izquierdo. Al-Borax. Madrid 1977.