No lo voy a
negar, como buen granadino de nacimiento,
tengo mi puntito o puntazo de malafollá, dejo que el aumentativo lo
digan aquellos que me conocen pero, ¿qué es la malafollá? terminado en a acentuada,
lo de “malafollada” es para espíritus pusilánimes; dado que ya escribí sobre
ello, podéis ver la definición, que no
figura en la RAE, pinchando en siguiente enlace:
Lo que me ha hecho volver a escribir
sobre el tema es un artículo que, aunque sea de hace un par de meses, resulta digno de la alcaldesa de Madrid Sra. Botella, manifiesta que “el
gobierno prohíba el humor involuntario”, “quiere que las cosas den risa solo
cuando “dios manda” y que lo que no puede ser es que cosas serias se tomen a
broma y viceversa”.
Pensaba que fuera de mi ciudad y de sus
habitantes, la malafollá no imperaba, pero veo que estaba
equivocado, que esta señora junto con
algunos miembros de su casta política y algunos personajes del mundo de la
cultura que le apoyan son una panda de ¡¡malafollás!!
Queda claro que han
olvidado que ya han bajado los salarios, han eliminado o recortado hasta lo
impensable lo social, están recortando libertades, ahora tampoco quieren que
nos riamos ni de ellos ni de nosotros. Si nos quitan la risa que no cuesta
nada, solo falta que nos quiten la vida y eso poco a poco lo están consiguiendo a pesar de que se dicen que se ve la luz al final de no se donde.
LA MALAFOLLÁ SE ESTÁ GENERALIZANDO.