Hace unos días
viendo la película del 2006 de Spike
Lee “Plan oculto”, con actores de
la talla de Denzel Washington y Jodie Foster a la que escucho decir
una de esas frases lapidarias que te traen recuerdos, tomé nota, la frase
era: “Cuando hay sangre en las calles
compra propiedad”, la frasecita fue dicha por el Barón de Rothschild
perteneciente a una dinastía europea de origen judeoalemán, algunos de sus integrantes fundaron bancos e instituciones
financieras a finales del siglo XVIII, y que acabó
convirtiéndose, a partir del siglo
XIX, en uno de los más influyentes linajes de banqueros y financieros de Europa, en la actualidad las
oficinas de la Casa Rothschild se expanden en más de 40 países alrededor del
mundo.
Esas palabras,
encierra un gran trasfondo social y económico mereciendo un rato de reflexión. En la
crisis europea actual ¿quién se ha enriquecido a costa de Grecia?, ¿quién lo
esta haciendo o está esperando hacerlo con España?, ¿ha llegado el momento de
que España caiga como una fruta madura?, ¿hay
suficiente sangre en las calles?, ¿cuántos hipotecados han de
encontrarse sin vivienda?, ¿cuántos funcionarios han de encontrarse mal
viviendo?, ¿cuántas empresas deben de haberse ido al traste?, ¿cuántos
trabajadores han de estar en el paro?, ¿cuántas familias ha de haber sin
ninguno de sus miembros trabajando?, ¿cuántas personas deben de morirse por no
poder acceder a una sanidad de calidad?, ¿cuántos suicidios han de ocurrir,
aunque no se publiquen?, ¿cuántas generaciones de jóvenes han de verse perdidas
por falta de estudios?, ¿cuantos han de emigrar, como sus abuelos, para encontrar trabajo?, ¿hasta donde ha de llegar nuestra pobreza?.
De momento, nos dan a entender que aún no estamos maduros, que no hay suficiente
sangre en las calles para el asalto, están tomando posiciones; llegado el momento, tras la compra de propiedades, puede que en el "mocho" estén incluidas nuestras almas y nuestra dignidad, cuando lo hagan, la bolsa subirá muchos
enteros, así ocurrió en Grecia.
Ha llegado el momento del asalto, las calles llenas de sangre, los ciudadanos
españoles ya no les queda nada, unos pocos se han puesto las botas y se han
comido el país y a quienes lo habitan.
Espero que este vaticinio nacido en un
momento de calentura no se cumpla, cada vez queda menos para saberlo.
Emilio Manuel M.