Hace una fechas, mediados de
octubre, asistí lápiz en mano a una
charla-coloquio-clase magistral del filósofo y escrito Agustín García Calvo (85 años), era un acto en homenaje de otro
gran luchador del pensamiento libre como es José Luis García Rua (88 años), profesor universitario que
enseñaba Historia de la Filosofía en la
Universidad de Granada y militante histórico de la CNT-AIT como anarquista
convencido que es.
Agustín Gracia
Calvo nacido en octubre del 26, es el único superviviente de los expulsados de
la Universidad Española en 1965 junto con Enrique Tierno Galván, José Luis
López Aranguren y Santiago Montero Díaz, vino a Granada dispuesto a poner patas
arriba muchos de nuestros conceptos, especialmente a aquellos jóvenes que no lo
conocen en profundidad.
Comienza
azuzando al auditorio como lo siguiente.
“Todos somos súbditos de un estado,
somos clientes del capital porque estamos dentro del régimen del dinero que
se estableció en los 60, lo que hoy se conoce como estado de bienestar”…
continua: “en Democracia, el Estado y el
Capital son dos rostros de la misma cosa. La lucha popular debe dirigirse
contra ambas, sin convertirse nunca en una reivindicación (ya que supondría
reconocerle legitimidad al poder). Esta lucha no es individual sino de la
gente, del pueblo, por debajo de los individuos y en contradicción con éstos”….
Como
filólogo y lingüista hizo que se reflexionara sobre las diferencias que hay
entre lenguaje y escritura manifestó que. “Son cosas totalmente contrarias, la
lengua común y de la calle no es de nadie, no cuesta dinero, nadie manda en
ella y es un instrumento de liberación, mientras que la escritura existe desde
que hay un rey de la tribu y un sacerdote al lado, hay caciques que intervienen
y la escritura es la cultura y cuesta y produce dinero”, concluye con: “… la escritura y sus normas son una traición
al pueblo…” por eso pidió a los presentes que “ no se utilicen los términos
cultos que usa el poder como democracia, mercado, valores…. Continua.. Si
creéis que la convivencia entre personas debe estar regulada mal andamos”.
Después
de recordarnos que gracias a la burocracia perdemos más de la mitad de nuestro
tiempo, no dice “Hay que renunciar al futuro porque pertenece al poder. Quién se revele contra el poder tiene que
renunciar al futuro, en caso contrario lo único que se hace es colaborar al
cambio para que todo siga igual.
García
Calvo reconoce la necesidad de la ayuda del tipo donde tu mano izquierda no sepa lo que hace
la derecha, concluye el acto con otro dardo
“La solidaridad de hoy es como la caridad cristiana del antiguo régimen”.
Una
magnífica clase magistral para unos momentos de crisis en donde la capacidad la
lucha está dormida, muchas personas octogenarias como (José Luis Sampedro, García Rua o
García Calvo) pero con pensamiento joven, serían necesarias para levantar a esta sociedad
adormecida y alicaída.
Emilio Manuel M.