Veo con cierto estupor como jóvenes adolescentes
están en la calle a altas horas de la noche, incluso escucho a padres decir que
sus hijos/as tienen plena libertad de actuación, sinceramente creo que, aquellos
que hoy somos abuelos, pensamos que se equivocan, hay que poner límites razonables, es un modo de educarles.
Pero límites a fin de cuentas. No es sano para su futuro que los niños hagan lo
que les dé la gana. Y menos sano aún que los padres les rían las gracias.
Como dice el juez Emilio Calatayud “Si no pones límites a
tus hijos, te los ponen ellos a ti!.
El "barra libre" nunca ha sido una buena opción.
ResponderEliminarSaludos,
Pero hoy abunda, desgraciadamente.
EliminarSaludos
Esos límites necesarios son en beneficio de ellos mismos. Pero no se pueden empezar a poner de repente, hay que educar desde el principio . Un abrazo
ResponderEliminarEducar, tu lo has dicho, ¿pero los padres de hoy tiemen tiempo para ello?.
EliminarSaludos
Mis abuelos trabajaban. Mis padres trabajaban, los padres de mis hijas también. El trabajo no es un invento moderno. Y las tres generaciones que cito hemos salido educados y con principios. diría que tu estás en el mismo caso
EliminarLos nuevos padres dicen que no tienen tiempo, que ellos tambiem tienen derecho a desarrollar sus carreras, de ahì a que los hijos llamen tio/a a los padres, o broder, o incluso los padres diciendo que ellos son amigos de sus hijos, en fin, muchas historias para justificar la no educación.
EliminarEs cierto. La ausencia de límites, aunque muchos no lo entiendan, aumenta la frustración de los jóvenes.
ResponderEliminarUn abrazo.
¿Tu crees?
EliminarUn abrazo
No tengo dudas. Por eso, en muchas ocasiones, hacen lo que hacen.
EliminarSoy fan de Calatayud y también de ti, al menos en esto de los límites.
ResponderEliminarSerá porque se los puse a mis hijas que ahora veo que mis nietos no los tienen y eso me cabrea.
EliminarAhora ocurre algo muy curioso. Cuando yo era joven, teníamos muchos límites de salidas y de horarios, pero sin embargo, nos dejaban tomarnos una cerveza con frecuencia. Ahora los niños pasan de no probar ni una gota de alcohol a emborracharse en el botellón.
ResponderEliminar¿Te acuerdas de la Quina Santa Catalina?, anda que no tomé chupitos de niño, te lo daban para abrir las ganas de comer, era vino puro y duro.
EliminarClaro que me acuerdo de esa quina, aunque yo no la tomaba. Y también me acuerdo de que mis padres me daban a probar su cerveza y uno de mis abuelos mojaba por una esquina un terrón de azúcar en su copa de coñac y a mí me encantaba chupar aquello. Y mira, ni tú ni yo hemos sido alcohólicos y ahora lo son muchos que no probaron una gota de alcohol en su infancia.
EliminarUna vez me maree a causa del alcohol, por ello y a partir de aquel momento, solo pensar lo que me pasó, me pongo malo,, eso pasó casi siendo un adolescente, así que ha llovido mucho.
EliminarEs curioso: estos adolescentes sin límites se convierten con gran facilidad en tiranos de los otros.
ResponderEliminarY de los padres.
EliminarLidiar con adolescentes ahora es una tarea compleja, quizás porque no hemos sabido lidiar con ellos cuando eran niños. Y con lidiar, digo educar.
ResponderEliminar¿Falta de tiempo de los padres actuales o falta de compromiso...? ¡Cuántas veces he tenido que soportar eso de "mis amigos no tienen hora de vuelta"... y cuántas veces repetí lo de "me dan igual tus amigos, me importas tú, y considero que tienes que estar en casa a tal hora"...! Y luego tener que soportar otra serie de comentarios en voz alta que se clavan, pero había que resistir ... en fin.
Abrazos
La falta de compromiso por educar se quiere justificar con lo injustificable.
EliminarSaludos
Estoy contigo y con el juez Calatayuz. Los límites son imprescindibles.
ResponderEliminarSaludos y veliz verano.
Los nuevos padres eso no lo entienden.
EliminarSaludos
Y aunque no estén en la calle hasta altas horas si están colgados de un móvil horas y horas tú me dirás...
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